Ferran Torres, la búsqueda del gol sin obsesión ante el Real Madrid tras salir del "pozo sin fondo"

Si se mira la lista de máximos goleadores del Barcelona esta temporada hay que ir al sexto lugar para encontrar a Ferran Torres, que ha logrado cinco dianas entre todas las competiciones. Es el último en esa estadística entre los delanteros, pero también es el atacante que menos ha jugado, 1.216 minutos (en el total de la plantilla es sólo el decimosexto jugador más utilizado). Lewandowski ha conseguido 25 dianas en 2.604 minutos; Dembélé, 8 en 1.862; Raphinha, 7 en 1.807; y Ansu Fati, 6 en 1.250. Un centrocampista se ha colado ahí: Pedri, con 7 tantos en 2.366 minutos.

Pierde Xavi para el Clásico de semifinales de Copa a los tres jugadores más acertados ante las porterías contrarias, pero desde la sala de prensa anima a Ferran Torres. «Le he dicho muchas veces que soy uno de los culpables de que esté aquí», afirmó el entrenador, que le llamó varias veces cuando estaba en el Manchester City para convencerlo de que debía fichar por el Barça. El extremo valenciano llegó al Camp Nou en enero de 2022, en un mercado de invierno en el que se puede decir que empezó la reconstrucción de verdad del conjunto azulgrana post Messi, teniendo en cuenta que su situación económica seguía (y sigue) siendo delicada. Su contratación costó 55 millones de euros y fue titular en 17 de los 18 partidos de Liga que jugó el curso pasado. Marcó cuatro goles, repartidos en tres partidos, uno de ellos contra el Real Madrid en el triunfo por 0-4 en el Bernabéu. No es una cifra descomunal, pero sí se veía a un futbolista que se generaba muchas ocasiones, aunque le faltaba puntería. Podía ser una cuestión de tiempo, pero con el comienzo de la nueva temporada y las incorporaciones en verano ha ido perdiendo protagonismo. También, con el cambio de sistema de Xavi, que ahora apuesta más por un cuarto centrocampista en lugar de por los dos extremos.

"Quise ser un jugador que no soy"

«Entré en un pozo sin fondo y no sabía cómo salir», admitió recientemente Ferran en un encuentro con los medios de comunicación. Incluso llegó a recurrir a ayuda psicológica. La melancolía se trasladó a la selección: era el mejor goleador de la etapa de Luis Enrique, pero su Mundial fue muy flojo. «No estaba con confianza y me afectó todo. Ha sido una experiencia muy amarga, pero a la vez de los mejores momentos porque ahora me siento más fuerte», continuó el atacante narrando su situación. «Quise ser un jugador que no soy. Me obsesioné con los goles. Me daba igual hacer partidos malos, solo quería marcar. Yo siempre he sido un futbolista que encara, desequilibra y asiste y que normalmente también he estado acertado de cara a portería, pero pasé una mala racha y no supe gestionarla», insistió. Su aclamado partido contra el Cádiz no fue uno en el que marcara. Los goles los lograron Sergi Roberto y Lewandowski, pero él lo destacó desde el desequilibrio por la banda. En el Bernabéu ocupará la posición de delantero por las ausencias, aunque muchas veces saldrá del área para generar, espacios, combinar, descargar... «Le tengo mucha confianza, juegue donde juegue. Ya lo ha sido y lo seguirá siendo. Le tenemos fe ciega para marcar diferencias», zanjó Xavi.