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Mundial de Clubes

Luis Enrique, de la nariz rota en el Mundial 94 a perder los nervios en el Mundial de Clubes

Sale con la imagen tocada del torneo mientras el Chelsea es el único equipo que ha ganado todos los trofeos internacionales

Luis Enrique intenta agredir a Joao Pedro Ángel ColmenaresEFE

Luis Enrique se marchó de Estados Unidos con la nariz rota en 1994 después del codazo de Tassotti y ahora se va entero, pero con la imagen deteriorada después de que él y Donnarumma se encararan con Joao Pedro al acabar la final del Mundial de Clubes. El Chelsea es el primer campeón oficial del torneo y es el único equipo del mundo que ha ganado todas las competiciones continentales e intercontinentales posibles. El primer trofeo que ganó en Europa fue la Recopa, en el año 71, contra el Real Madrid. Aquella fue la final que acabó jugando Pirri con un brazo en cabestrillo. Tardó casi 30 años en volver a ganar un título continental, otra vez la Recopa. Fue la penúltima edición del torneo, y en la Supercopa volvió a derrotar al Real Madrid, que llegaba de ganar la Séptima.

Luis Enrique muestra a Sandor Puhl la zona donde le propinó el codazo TassottiKote RodrigoEFE/Corbis

Ha sido en el siglo XXI cuando el Chelsea ha dado el estirón, impulsado primero por los millones de Abramovich y después por los de su actual propietario, el estadounidense Todd Boehly. Y Enzo Maresca, discutido en sus comienzos como entrenador del equipo londinense, es el que ha hecho posible que el Chelsea ganara los dos títulos que le faltaban para completar el pleno. Primero la Conference League al Betis, que sirvió de aviso para lo que vendría después. Botafogo ya derrotó al PSG en la fase de grupos, pero ningún equipo lo había atropellado como hizo el Chelsea.

«Esta competición va a ser tan importante o más que la Champions»

Maresca

«Tuve la suerte hace tres años de pertenecer a un cuerpo técnico [el del Manchester City] donde ganamos la Champions. Viví todos estos momentos. Pero esta competición con los mejores clubes del mundo la valoramos como la Champions o si no más, porque verdaderamente ha sido para nosotros un gran triunfo», reconoce el preparador italiano, que ya como jugador ganó la Liga Europa con el Sevilla. «Hace unos días le dije a los chicos que tengo la sensación de que esta competición va a ser tan importante, o si no más importante que la Champions», añadía.

La vida de Maresca ha cambiado mucho en un año. Después de abandonar la relativa tranquilidad de ser el ayudante de Guardiola en el City, se hizo cargo del Leicester, con el que el verano pasado festejó el ascenso a la Premier. Ahora dirige al equipo que ha ganado el primer Mundial de Clubes y cierra la temporada con dos títulos internacionales. «Estamos muy felices, especialmente por ganar al PSG porque, como dije dos días antes, les considero el mejor equipo del mundo con uno de los mejores entrenadores del mundo», reconoce Maresca.

También a Joao Pedro le ha cambiado la vida, pero en menos tiempo. «Estuve cuarenta días de vacaciones y llegué en mitad del campeonato. Lo que estoy viviendo es inexplicable. No sé qué decir. Había estado trabajando con un entrenador personal», cuenta el brasileño, que aterrizó para jugar unos minutos en los cuartos de final contra Palmeiras y que ha marcado tres goles entre la semifinal y la final.

«No saben perder»

Joao Pedro

Joao Pedro marcó el tercer gol e hizo que Luis Enrique mostrara su peor cara cuando el entrenador del PSG y Donnarumma se encararon con él. «Fui a proteger a Andrey Santos. Vi a los jugadores rodeándolo. Fui a proteger a un amigo. Llegaba mucha gente y, en ese lío, terminé siendo empujado. Es parte del juego. No saben perder, creo», contaba en el canal brasileño Sportv.

«Al final del partido hay una situación, que creo es totalmente evitable por parte de todos. Mi objetivo y mi intención, como siempre, era intentar separar a los jugadores para que no hubiera más problemas», explicó Luis Enrique en la rueda de prensa posterior al partido. «Hay mucha tensión, mucha presión. Hay una serie de empujones por parte de mucha gente, que creo que deberíamos evitar entre todos y no debería volver a ocurrir. Pero, repito, mi intención como siempre era evitar cualquier situación que vaya a mayores», añadió. «Tenemos al entrenador más disciplinado y respetado del mundo», le disculpaba el presidente del París Saint Germain, Nasser Al-Khelaifi.

La expresión corporal de Luis Enrique no indica exactamente que fuera a separar a los futbolistas. Maresca sí lo hizo apartando a Donnarumma de la escena y abrazándolo. Luis Enrique vuelve a marcharse roto de una competición en Estados Unidos.