Polémica
Marcos Llorente, en una foto de Luis Milla con una pequeña nube en el cielo: "Fumigada"
El jugador del Atlético de Madrid no se corta un pelo y ha vuelto a hablar de sus teorías en una imagen en Instagram
Cada uno ve en las fotos lo que quiere. Por ejemplo, en una que Luis Milla subió a Instagram tras la última victoria del Getafe. Imagen íntima y directa, él celebrando, el estadio al fondo y, en la parte alta del encuadre, una pequeña franja de nube que rozaba el azul del cielo. Lo que podría haber quedado como un detalle estético se convirtió en el desencadenante de uno de esos momentos de redes que evidencian cómo el fútbol vive también de guiños, complicidades y teorías de cafetería.
Marcos Llorente, que no tardó en dejar su impronta, escribió en el comentario una sola palabra: “Fumigada”. No era una réplica técnica ni un análisis táctico: era un dardo jocoso, o no tanto, con la que Llorente apuntaba a una idea recurrente en tertulias y redes sociales, esa teoría conspiranoide, medio en tono de broma medio con sorna, de que alguien «nos fumiga» desde arriba.
El futbolista del Atlético de Madrid es conocido por sus extravagantes teorías (por ejemplo, respecto a tomar el sol) y sus ganas de expandirlas. Esta vez sonaba a broma o por lo menos Luis Milla le contestó con carcajadas. Aunque no está nada claro que no lo dijese en serio. Conociendo a Marcos Llorente, que más de una vez ha manifestado un interés peculiar por cuestiones de nutrición, rutinas “alternativas” y teorías de vida alejadas del discurso convencional, no son pocos los que creen que su comentario iba en serio. “Fumigada” no sonaba solo a un chiste al vuelo, sino a un guiño a esa idea recurrente de que los cielos esconden algo más que nubes inocentes.
De hecho, en redes sociales hubo división inmediata: unos se lo tomaron a risa, como si fuera un código interno entre futbolistas; otros, en cambio, lo leyeron como una confirmación de que Llorente realmente simpatiza con esa teoría conspirativa de los “chemtrails”.
Eesa hipótesis que asegura que lo que vemos como estelas en el cielo no son simples nubes de condensación, sino compuestos químicos liberados con fines ocultos.
La publicación de Milla se convirtió, así, en un pequeño campo de batalla interpretativo. Algunos aficionados lo tomaron con humor,ttros, en cambio, defendieron la seriedad del mensaje de Llorente, convencidos de que no se trataba de un chiste, sino de un aviso disfrazado de ironía. En pocas horas, la nube de la foto dejó de ser un accidente estético para convertirse en el epicentro de un debate inesperado.
Mientras tanto, el propio protagonista de la imagen, Luis Milla, seguía a lo suyo: jugar, asistir y liderar. Ante el Oviedo repartió dos pases de gol y ya suma cuatro asistencias en lo que va de temporada, igualando su registro total del curso anterior. Su despliegue en el centro del campo ha elevado al Getafe a zonas de la clasificación que parecían inimaginables en agosto, cuando el club afrontaba un verano de tijeretazos por culpa del límite salarial.