
Fútbol
Ni el más goleador ni el que más pases da: el sorprendente dato de Rodrygo en la Champions
El delantero del Real Madrid es una pieza clave para el partido de hoy y no por su papel ofensivo

El partido de LaLiga contra el Betis ha dejado dudas en un Real Madrid que, antes de ese choque, se veía más invulnerable que nunca esta temporada. «Tenemos un buen recuerdo del último partido de Champions jugado aquí, en el Bernabéu, contra el Manchester City. Fue una noche especial y, obviamente, queremos repetir este tipo de partido», decía ayer Carlo Ancelotti, intentando borrar los momentos malos y recuperar, para la memoria de su plantilla, la mejor fotografía del Real Madrid esta temporada.
Aprender a defender
En el partido de vuelta de esa eliminatoria, Rodrygo acabó como el futbolista con más regates, pero también como el que más kilómetros recorrió de todos los futbolistas blancos. Más que Tchouameni, Ceballos, Bellingham o Fede Valverde. El delantero brasileño ha tenido que transformarse esta temporada, y parte del éxito del equipo llegará de esa conversión. Si el curso pasado jugó como delantero con Vinicius, en este es un centrocampista más cuando el rival tiene la pelota, y debe mantenerse firme en la línea de cuatro. «Nos dimos cuenta de que teníamos que defender mejor; si no, no íbamos a ganar», explicó ayer Vinicius acerca de las órdenes de Ancelotti. «El míster habló con nosotros, sobre todo con los cuatro de arriba, para decirnos que teníamos que ayudar en defensa», continuaba. «Ellos hacen todo por nosotros para que podamos marcar con tranquilidad», concluía.
Aunque él y Mbappé deben tener disciplina al perder la pelota y colocarse en el centro para evitar el juego rival, el esfuerzo principal recae en Bellingham, que ya estaba acostumbrado a hacerlo el año pasado, y en Rodrygo, que está aprendiendo a ser un futbolista más completo, con más habilidades que las de solo atacar.
Salvando las distancias, Rodrygo tiene que hacer el papel de Di María en aquel Real Madrid con el que Carlo Ancelotti ganó la Décima. El argentino fue el futbolista que unía a los tres de arriba (Benzema, Bale y Cristiano) con el resto del equipo. También ese año, Ancelotti intentó que Bale se ocupase de su banda y tuvo problemas para convencerlo.
O correr o decidir
El entrenador blanco reconoció ayer que no es fácil hacer que un futbolista con evidente talento, como lo tiene Rodrygo, acabe siendo el que más corre del equipo. «Es difícil comparar dos épocas distintas», contestó ayer Carlo Ancelotti cuando le preguntaron si en su época también había futbolistas con talento a los que les costaba el sacrificio colectivo. «Había jugadores más enfocados en la calidad que en el sacrificio. Para aclarar un poco, hay dos tipos de jugadores: los que corren y los que marcan la diferencia. No puedes quedarte en el medio: o corres o marcas la diferencia».
El cisne negro es la metáfora con la que se describe un hecho absolutamente inesperado que, sin embargo, lo cambia todo. Ese es el papel de Rodrygo. Con la preparación de Marcelo Duarte y plenamente convencido de que puede hacerse un sitio (y se lo ha hecho) en un equipo en el que, a priori, iba a ser el descarte en ataque, le toca volver a ser el futbolista que hile a un equipo con tendencia a descoserse.
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