Alexia pone el contador a cero 390 días después

«Ha dejado buenas sensaciones, ha mejorado al equipo. Han sido 45 minutos de calidad». Así resumía el seleccionador español, Jorge Vilda, la participación de Alexia Putellas contra Zambia. Era su primer partido oficial como titular desde que se rompió los ligamentos antes de comenzar la Eurocopa el verano pasado.

Ya había advertido Vilda de que podía haber cambios en el segundo partido cuando le preguntaron por Alexia después de derrotar a Costa Rica. Su idea es que vaya cogiendo la forma poco a poco, sin demasiadas exigencias, hasta que pueda sentirse tan cómoda y tan fuerte sobre el césped como antes de la lesión.

En el estreno ante las costarricenses le dio aproximadamente un cuarto de hora. Ante Zambia la puso en la alineación titular y los primeros 45 minutos del partido. La sustituyó en el descanso para no forzarla y para continuar con el plan de recuperación establecido con los médicos de la selección.

Han pasado 390 días desde el último partido de Alexia como titular con la selección, el 1 de julio del año pasado en un amistoso contra Italia. Se convertía entonces en la primera jugadora en llegar a los cien partidos con la selección. Una cifra que igualó Jenni Hermoso contra Zambia.

Alexia respondió con una asistencia y con el control del centro del campo durante el primer tramo de esa primera mitad. Alexia se hizo más visible que Aitana, aunque las dos conectaron en alguna ocasión para llevar peligro a la portería zambiana. Pero aún le faltan algunos detalles para que la recuperación sea completa. Se la vio con algunas dudas, por ejemplo, en la disputa de los balones divididos.

La recuperación de Alexia ha sido lenta. Algo habitual en las lesiones de este tipo en las mujeres, que pueden llegar al doble de tiempo de recuperación que los hombres cuando se ven afectados los ligamentos. Poco a poco va volviendo a ser la misma, aunque el Barcelona la esperaba antes. Llegó a tiempo de jugar la final de la Liga de Campeones. Su entrenador, Jonatan Giráldez advirtió antes del partido de que estaba para jugar «1, 30, 90 o 120 minutos», en el partido decisivo de la máxima competición continental contra el Wolfsburgo. Sólo jugó uno, pero eso no cambió los planes de Jorge Vilda de contar con ella para el Mundial.

Ahora ya ha sido titular por primer vez en el último año y ha sido importante para abrir el camino de la victoria. Pero cuando más se hizo notar fue cuando acabó el partido y se fue a consolar a las jugadoras zambianas, que acababan de sufrir su segunda derrota por 5-0 en los dos partidos del Mundial. Las saludó y trató de consolarlas una a una, especialmente a Mary Willombe, que lloraba desconsolada sobre su hombro.