Entrevista

Aitana Bonmatí: «Somos referentes para las niñas, pero también para los niños»

Creció admirando a Xavi y a Iniesta porque cuando era pequeña el fútbol femenino era casi invisible. Ahora las cosas han cambiado

Aitana Bonmatí
Aitana BonmatíPablo García / RFEFPablo García / RFEF

Aitana Bonmatí (Sant Pere de Ribes, 1998) es una de las 15 jugadoras que se negaron a jugar con la selección después de la pasada Eurocopa. Y es también una de las tres que han vuelto. Hoy, junto a sus compañeras, comienza su camino en el Mundial, en el que España debuta frente a Costa Rica (9:30, La 2).

¿Cómo se ha encontrado el ambiente a su regreso a la selección?

Con total normalidad, todas sabemos a lo que venimos, todas somos profesionales y tenemos las cosas claras.

¿Le costó mucho tomar la decisión de volver?

No ha sido una decisión rápida, ha sido una decisión meditada, también ha habido reuniones de por medio y momentos en los que hemos acercado posturas con la Federación. La decisión ha sido meditada.

¿Hasta dónde puede llegar España?

Siempre digo que tenemos un equipo para soñar en grande y creo que ha llegado el momento de soñar en grande. Después te eliminan en cuartos, te eliminan en octavos, te eliminan en semis... A veces el fútbol no depende sólo de ti, pero que la mentalidad sea la de llegar lo más lejos posible porque tenemos equipo para hacerlo. Sabiendo también que hay selecciones top en el Mundial, que te las puedes cruzar y también juegan.

¿Ha cambiado la mentalidad respecto al pasado Mundial? ¿Ha desaparecido la barrera psicológica a la hora de enfrentarse a Alemania o a Estados Unidos?

Creo que sí, creo que hemos conseguido hacer un equipo que puede competir contra cualquiera y eso antes no pasaba. Antes te tocaba uno de los grandes y las quinielas te echaban fuera. Ahora eso creo que no pasa, tú puedes competir contra cualquiera e incluso ganarlas.

¿La Eurocopa cambió su rol en la selección? ¿Es más importante ahora que hace un año?

A mí no me gustaría focalizar la selección ni ningún equipo en nadie. Creo que el equipo es el que ha conseguido los grandes éxitos. Ni yo ni nadie. Es el equipo. Cada una tiene unas características que intenta aportarlas para el bien del equipo y ya está. Y yo voy a hacer lo mismo, intentar poner todo mi potencial y mis características al servicio del equipo. Y así cada una con su función. Porque esto es un equipo y aquí cada una tiene una función y es igual de importante la que mete los goles que la que los salva. A veces sólo valoramos los goles y las asistencias, pero hay mucho trabajo detrás.

El año pasado fue quinta en el Balón de Oro. ¿Cuánto le preocupan esos reconocimientos individuales?

Yo intento centrarme en mi día a día, centrarme en cada entreno, en cada partido, que es lo que al final te lleva a estar ahí. Pero no me centro en eso sino en hacerlo mejor cada día, en seguir progresando, en seguir viendo a una mejor Aitana. Soy ambiciosa, me considero autoexigente y si después llegan otras cosas pues ya llegarán. No me centro en eso ni me focalizo en eso.

¿Una parte de esa mejora es el trabajo psicológico?

Sí. Creo que ya está dejando de ser un tema tabú, porque todo el mundo tiene momentos y situaciones que mejorar. Y al final en el mundo del deporte profesional, que te lleva a una exigencia máxima, es importante saber gestionar ciertos momentos, situaciones y el psicólogo siempre me ha ayudado. Lo considero también una parte importante del rendimiento. Como entrenar la fuerza es importante, la nutrición, el dormir bien, la psicología también.

¿Qué referencias tenía cuando empezaba a jugar al fútbol?

Masculinas básicamente, porque entonces el femenino no era profesional, no daban partidos por la tele, era muy difícil saber que existía fútbol femenino, entonces yo sólo miraba fútbol masculino. Miraba el Barça, pero en general miraba todos los partidos, incluso de Segunda División, de la liga inglesa, todos. Pero yo he sido del Barça desde pequeñita y mis referencias eran Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Y como entrenador diría que Pep Guardiola, porque cuando yo era pequeña llegaron los mejores años, con él al mando, de ese Barça.

¿Ahora sienten que ustedes sí son una referencia para las niñas que empiezan a jugar al fútbol?

Creo que todo ha evolucionado mucho, no sólo gracias a nosotras sino por todo el trabajo que se ha venido haciendo atrás, muchas jugadoras que ya no se dedican al fútbol pero han luchado y han pasado esos momentos malos en que se sentían poco valoradas para que ahora tengamos todo esto. Y seguro que en el futuro vendrán mejores cosas porque hoy estamos aquí luchando para que vengan. Obviamente las cosas han cambiado, creo que somos referentes para muchas niñas, pero no me gusta decir niñas porque creo que también para muchos niños. Eso es lo ideal. Si yo cuando era pequeña tenía referentes masculinos por qué los niños no pueden tener referentes femeninos. Creo que es positivo y los niños crecen ya con una mentalidad de igualdad si desde pequeño tienes referentes masculinos y femeninos. Todo lo que estamos viviendo es muy bonito y ya me lo voy a quedar de por vida. Más que jugar partidos y ganar, todo esto, el cariño de la gente y saber que haces feliz a mucha gente, también eso te llena.

¿Era muy difícil para una niña jugar al fútbol cuando usted empezó?

Yo creo que sí por un tema social. Yo tuve suerte porque mis padres no me pusieron ningún impedimento, siempre he tenido su respaldo, pero yo conozco gente que ha tenido problemas porque le decían que era un deporte masculino y tuvo que luchar para que la apuntaran a fútbol. Y después por el tema social, porque yo jugaba con chicos y tenía que escuchar todos los insultos de o desprecios como ¿cómo te puede quitar el balón esta niña? o ¿cómo te puede regatear esta niña? ¿Qué pasa, que una niña no puede hacerlo mejor que un niño? Yo, al jugar con chicos, empecé jugando en el equipo del pueblo y luego en otro equipo que estaba a diez o quince minutos de casa.

¿No tenía equipos de niñas cerca de casa?

Para las chicas que jugaban con chicas no había tantos equipos femeninos. Ahora yo flipo cuando veo cuántos hay. Ahora en el club en el que yo empecé a jugar, el CD Ribes hay como siete u ocho equipos femeninos y cuando empecé yo no había ninguno. Han pasado trece años y todo ha cambiado una barbaridad. Sí es cierto que cuando fiché por el Barça y pasé de jugar con chicos a jugar con chicas entrenábamos muy tarde y tenía que ir en transporte público porque el Barça ha ido progresando pero al principio no era todo tan bonito. Tenía que salir de casa a las 6 de la tarde y volvía a la 1 de la mañana porque tenía que ir en transporte público. Sí que fueron años difíciles pero miras atrás y ves que ha merecido la pena.

¿Esos prejuicios se han superado?

Aún queda porque lees y ves cada comentario que dices «este no ha evolucionado, vive en la prehistoria», pero bien. Ha habido un cambio y me gustaría decir que, al menos donde yo vivo, en Cataluña, en Barcelona, lo he notado. No sé en otros sitios, pero yo lo he notado.