Osasuna-Athletic: (1-0) Abde saca brillo a la semifinal

Cuando la gente tenía la costumbre de madrugar para resolver sus diferencias en un duelo, el ofendido tenía la posibilidad de elegir la modalidad. Desde el duelo a primera sangre hasta el duelo a muerte. Si Osasuna y Athletic hubieran sido duelistas como los que retrató Joseph Conrad en su novela e interpretaron Harvey Keitel y Keith Carradine en el cine, nunca hubieran elegido el duelo a primera sangre. Demasiado blando. Demasiado fácil.

Fueron dos los jugadores que terminaron sangrando. Primero, el Chimy Ávila, por un golpe de Berenguer en la nariz. Después, Vivian por un golpe de Budimir con la bota. No había demasiadas ocasiones, pero tampoco había tregua. Se notaba la tensión de jugarse el pase a la final de Copa. Un terreno que Osasuna no pisa desde 2005. El Athletic lo ha pisado varias veces en los últimos años, pero no la gana desde 1984, hace casi 40 años, en la batalla campal del Bernabéu contra el Barcelona de Maradona y de Schuster.

La tensión se dejaba ver en la dureza de los dos equipos y en el trabajo que le daban a Gil Manzano, el árbitro, que se esforzaba para que el partido no se le fuera de las manos.

De esa pelea se escapó Abde. Con su habilidad por el extremo obligaba a Berenguer a esforzarse en las ayudas a De Marcos en el costado derecho de la defensa del Athletic. Suya fue la primera ocasión del partido, en un remate que pegó en un defensa y se fue a córner. Y suyo fue el gol que da ventaja a Osasuna en la eliminatoria.

Cuando a los jugadores casi no les había dado tiempo a situarse en el campo después del descanso él ya había marcado. Vivian no pudo contener su velocidad ni su habilidad y remató la izquierda pegado al poste, donde Agirrezabala no pudo llegar.

Abde era el jugador más desequilibrante de los que había sobre el césped. El jugador cedido por el Barcelona va encontrando su sitio después de un estreno llamativo la temporada pasada con el equipo azulgrana. Alimentó su esperanza de ser convocado por la Roja, pero ya está asentado en Marruecos. Aunque apenas tuvo oportunidad de brillar en el Mundial, volvió con la confianza precisa para marcar las diferencias con su equipo.

Osasuna recibía el premio, aunque el Athletic estaba más cerca de controlar el partido. Al menos en la primera parte. Pero no lo suficiente para hacer daño. Y, además, le faltaba remate. Le anularon un gol, sin discusión, a Iñaki Williams por fuera de juego. Estaba claramente adelantado cuando empujó una pelota que había rechazado Sergio Herrera, el guardameta osasunista.

Valverde, el entrenador del Athletic, buscó en el banquillo el remate que le faltaba con la entrada de Guruzeta. Un delantero centro de verdad, de los que no tenía en el campo. Iñaki Williams es el mejor delantero del equipo, pero no es ese tipo de fuitbolista. Y tampoco lo es Raúl García, que había entrado en la segunda mitad,l aunque si algo le ha caracterizado en sus últimos años de fútbol es el gol.

Buscaba todas las maneras de llegar al empate Valverde. Con los rematadores y con los que tenían que llevar la pelota hasta ellos, como Nico Williams.

Con esas armas consiguió arrinconar a Osasuna en el último tramo del partido. Con centros al área y con remates como el de Guruzeta que despejó Herrera en el último instante y que celebró como si ya hubiera ganado el partido. En el fondo era lo que acababa de hacer, porque no quedaba tiempo para mucho más.

Para Osasuna esos últimos minutos fueron un ejercicio de supervivencia. A eso se aplicaron con todas sus fuerzas y con toda su concentración hasta el final del encuentro. Los navarros toman ventaja y ahora ven un poco más cerca la final.

Alineación de Osasuna: Sergio Herrera, Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz, Torró, Moi Gómez, Aimar Oroz, Chimy Ávila, Abde y Budimir

Alineación del Athletic: Agirrezabala; De Marcos, Vivian, Iñigo Martínez, Yuri; Dani García, Vesga, Sancet, Berenguer, Muniain; Iñaki Williams.