Real Madrid

Real Madrid

1-0. Asensio encuentra la llave

Un gol del delantero al final de la primera mitad dio la victoria al Madrid. Al equipo de Lopetegui le costó encontrar situaciones de remate al principio y no estuvo fino al final

Los jugadores del Real Madrid celebran el gol anotado por Marco Asensio ante el Espanyol / Efe
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol anotado por Marco Asensio ante el Espanyol / Efelarazon

Un gol del delantero al final de la primera mitad dio la victoria al Madrid. Al equipo de Lopetegui le costó encontrar situaciones de remate al principio y no estuvo fino al final.

Tiene pinta de que el Madrid se va a encontrar a lo largo de la temporada muchos partidos como el que le planteó el Espanyol durante la primera mitad: echado atrás, muy ordenado, cerrando por dentro y sin dejar espacios. No había sitio por donde se movían los jugadores de más talento de Lopetegui y al final Ceballos, Isco, Modric, Benzema y Asensio (a ver quién en Europa puede competir en talento con ese ataque del equipo titular) se juntaban en el centro y no había forma de encontrar un resquicio. Sin Marcelo, al que Julen dio descanso y con Odriozola estrenándose con velocidad por el otro lado, sin que las bandas ofrecieran la salida habitual que siempre tiene este equipo, el fútbol de posesión blanco terminaba en el borde del área, obstaculizado una y otra vez por la muralla con la que Rubí diseñó pasar el tiempo hasta que el cansancio igualara un poco la contienda. No fue hasta la segunda mitad cuando el Espanyol visitó a Courtois, se desperezó de verdad y puso en aprietos a un Madrid cansado de ir sin encontrar, de acercarse pero no llegar, de pasar, pero no rematar.

Pese a que Odriozola dejó buenos detalles, aún no es Carvajal y aunque es evidente que Marcelo no está en su mejor momento de forma, lo que da al ataque del equipo se valora sobre todo cuando no está. Presionaba el Madrid, jugaba la mayor parte del tiempo en campo contrario, se acercaba Ramos al área, pero apenas llegó en condiciones al área.

Encontrar el gol fue un ejercicio de paciencia contra la desesperación e incluso cuando se marcó por fin, hubo que esperar a que el VAR lo ratificara, esos segundos o minutos extraños de tiempo muerto, todos mirando al árbitro para encontrar en sus gestos la respuesta al suspense. Es un lugar común, un populismo sin razonamiento decir que los árbitros favorecen a los grandes más que a los otros equipos. Bien, por ahora el VAR ya ha hecho que el Madrid lleve dos goles que de otro modo no hubiese sumado. Uno de Benzema y otro de Asensio.

El tanto fue el premio a las intenciones del Madrid. Si el encuentro contra el Roma fue un festival de fútbol, el del Espanyol se quedó en un intento. La propuesta del equipo siempre es la misma y va a ser complicado ver un pelotazo del equipo local en el Bernabéu. Hasta en las situaciones más peliagudas intenta salir con el balón jugado. Lo hizo Odriozola en la primera mitad, quizá poniendo en peligro a su equipo y lo volvió a hacer Casemiro, después en la segunda.

El gol no tranquilizó al Madrid, pero sí que cambió el tono del partido. El Espanyol fue más arriba, a buscar un poco al rival, en vez de esperar cerca de su área e hizo que los locales perdieran la manija del juego. Ya no estuvo tan seguro el Madrid porque no tuvo el balón y porque un error de Sergio Ramos permitió un remate al larguero del rival. Sintió el peligro y le costó recuperarse. Perdió el equilibro. Salieron Mariano y Lucas Vázquez por Benzema y Ceballos y el equipo prefirió correr antes que dominar. No se le vio a gusto en ese registro.

Estuvo más cómodo el Espanyol, mientras que al Madrid el partido se le hacía algo más largo y Lopetegui sacaba a Marcos Llorente para dar consistencia y Rubí daba paso a Sergio García, Baptistao y Víctor Sánchez para ir a buscar al rival. Un gol en contra en el minuto le parecía un buen resultado, le daba esperanza. Pero no logró nada.