Real Madrid

Real Madrid

2-0. El Madrid se agarra a Vinicius

El brasileño salió a falta de 17 minutos, cambió la cara del equipo e hizo un gol con fortuna. El Valladolid plantó cara

Vinicius celebra su jugada/Foto: Reuters
Vinicius celebra su jugada/Foto: Reuterslarazon

El brasileño salió a falta de 17 minutos, cambió la cara del equipo e hizo un gol con fortuna. El Valladolid plantó cara.

Cuando le llegó la pelota, en la esquina izquierda del área tuvo claro que iba directo a la portería. A sus 18 años, a Vinicius le sobran decisión y carácter, le sobran ganas y tiene la firmeza en sus posibilidades que ahora le falta a muchos de sus compañeros. «Recibí el balón y pensé que podía pasar por uno, dos y tres y hacer gol», contaba después el brasileño. Corrió en horizontal, en paralelo a la portería, y la jugada terminó con la única salida que tenía: un tiro al segundo palo, que podía haber ido a cualquier sitio menos a donde, al final, fue. Rebotó en un defensa del Valladolid, confundió a Masip, el portero rival, y se fue dentro.

Puede que sí, entonces, puede que haya cambiado la suerte, puede que la victoria del Madrid frente al Valladolid sea una señal de que el azar antes que el fútbol se le ha puesto de cara al equipo de Solari. Porque el Valladolid tiró dos veces al larguero, Courtois salvó una abajo y el equipo blanco, durante muchos minutos, pareció tan deprimido como con Lopetegui. Pero salió Vinicius y su alegría y sus ganas, contagiaron al resto y atrajeron a la suerte, tan esquiva con los blancos hasta ahora. Hay que agarrarse a alguna esperanza para seguir adelante cuando siempre parece invierno y Vinicius es la esperanza del Madrid: se pegó a la banda hizo un gol completamente inesperado, cambió la suerte y el ánimo. No quedaba ya mucho tiempo, pero de repente, el Madrid disfrutó. Una jugada de Benzema, un control imposible de Isco y hasta un penalti a favor que marcó Ramos. Fue un ratito corto al final, pero apareció una llama que no se había encendido antes.

La victoria se celebró como algo más que tres puntos. Se celebró como quien sale de una cueva y ve que hay luz al fondo. Porque necesitaba Solari debutar en casa ganando y lo hizo. Por los pelos, con sufrimiento, pero lo consiguió y tapó la hemorragia de los últimos encuentro de Liga. Más que el juego, había que sumar tres puntos, era casi un asunto de vida o muerte para el club.

Porque el juego fue lo de siempre: poca velocidad y menos desborde, un equipo que durante gran parte de los minutos desprende tristeza y algo de abatimiento. Solari no hizo ninguna revolución en su primer partido serio porque no es un hombre que haga esas cosas y lo que se vio fue el mismo equipo de todos los días, sólo que Asensio en vez de Isco. Y pasó lo que ha ido sucediendo todos los días, claro: que no hay nadie capaz de hacer algo distinto, cambiar de velocidad, imaginar. Lo mejor del Madrid fue Reguilón, el chico de la cantera, en quien Lopetegui casi nunca creyó y que ante la ausencia de Marcelo, Solari le entregó la banda izquierda. Por allí fue el Madrid siempre, como una vía para llegar al área de un ordenado Valladolid. Reguilón nunca se escondió y era un día para hacerlo.

Porque según pasaban los minutos el Valladolid se iba haciendo con la situación. Ronaldo dirige el club, Sergio manda en el banquillo y el equipo tiene pose para saber manejar las situaciones como plantarse en el Bernabéu. Sabía que cada minuto que pasara era a su favor, porque más nervioso se iba a poner el público y más iban a pitar a los futbolistas. Tapó bien atrás, no dejó jugar por el centro y obligó al Madrid a poner balones en el área, a los que no llegaba nadie. No fue un buen día para Bale, que fue sustituido antes de la reacción blanca, y tampoco encontró remate Benzema, aunque éste tuvo más presencia en el juego.

No es fácil manejar situaciones así. Sin profundidad ninguno de los dos equipos, el empate a cero era lo más justo de un partido sin gracia ni velocidad. La segunda parte cambió porque la desesperación volvió al Madrid y no le quedaba más remedio que arriesgar. El Valladolid, entonces, vio que era su momento. Solari, además, quitó a Casemiro para dar entrada a Isco y jugársela definitivamente sin mediocentro defensivo. Era a cara o cruz.

Y últimamente, al Madrid le salía cruz. El Valladolid lo vio mucho más claro: Alcaraz mandaba y disparaba y Courtois trabajaba más de lo esperado porque había muchos más espacios tras los centrocampistas. Solari abrió el campo con Lucas Vázquez y Vinicius. O marcaba el Valladolid o marcaba el Madrid. Hace pocos días, hubiese perdido el equipo blanco. Pero ganó. Llámalo esperanza.

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Courtois; Odriozola, Nacho, Sergio Ramos, Reguilón; Casemiro (Isco, m.56), Kroos; Bale (Lucas Vázquez, 71), Modric, Asensio (Vinicius, m.73); y Benzema.

0 - Real Valladolid: Masip; Moyano (Cop, m.85), Kiko Olivas, Calero, Nacho; Antoñito, Alcaraz, Míchel, Leo Suárez (Óscar Plano, m.76); Toni Villa (Verde, m.69) y Enes Ünal.

Goles: 1-0, m.83: Olivas en propia puerta. 2-0, m.89: Ramos de penalti.

Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Asensio (44) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la undécima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 68.050 espectadores.