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35ª Liga del Real Madrid

Courtois y Benzema: Portero y delantero, así se hace un campeón

Las paradas del belga y los goles y el talento del francés han llevado al Real Madrid al título número 35

Courtois levanta el trofeo de campeón de Liga Bernat ArmangueAP

Puede que el más beneficiado del Real Madrid al ganar LaLiga con aún cuatro partidos por disputar sea Lunin, el portero suplente de Courtois. No ha disputado un minuto del campeonato, como sucedió la temporada pasada, y sólo ahora, con todo decidido y con el premio Zamora muy inclinado hacia el sevillista Bono, quizá Ancelotti le conceda los minutos que no ha podido darle a lo largo de la temporada. El italiano consideraba imposible disputar un encuentro con algo en juego sin el que es el mejor portero del mundo.

Courtois es hasta hoy el futbolista que más partidos y minutos ha disputado, porque las rotaciones y los descansos no llegan a la portería. Si hubo un tramo del campeonato en el que Ancelotti consideró que lo mejor era resguardarse atrás, con el famoso bloque bajo y salir rápido a los huecos del rival fue porque contaba con Vinicius y porque, además de dos centrales estupendos, tenía a Courtois iluminado. Lleva así varias temporadas, desde que se le pasaron las dudas de los comienzos y le aseguraron la titularidad. Desde entonces, han sido sus paradas las que le hacen titular indiscutible y una de las columnas sobre las que se asienta el campeón de LaLiga.

El Real Madrid es, después del Atlético y del Barcelona, el equipo del campeonato que menos disparos recibe. Sin embargo, Courtois es el sexto portero en paradas en lo que llevamos de curso. Porque a los equipos grandes los rivales les llegan poco, pero cuando lo hacen, suele ser con claridad, con ventaja de los delanteros sobre los defensas y se necesita un buen portero para sostenerse. Muchos de los problemas del Barcelona y del Atlético han coincidido con la irregularidad de Ter Stegen y de Oblak, fundamentales en los buenos momentos de sus equipos y a los que más se ha criticado en esta temporada. Antes estaban a la altura de Courtois, ahora están muy lejos de la calidad que muestra el guardameta belga. Con Llopis y su método de entrenamiento en porterías pequeñas y sesiones de vídeo, el belga ha superado su techo.

Courtois las para y Benzema las mete. El fútbol se puede complicar de muchas maneras, tiene matices y hay factores imposibles de controlar, pero una regla casi infalible es tener un portero que evite goles y un delantero que meta casi todas. Con Courtois se cumple lo primero, con Benzema se asegura de sobra lo segundo. A sus 34 años no hay futbolista más favorito para el Balón de Oro de esta temporada (que es el tramo temporal por el que a partir de ahora cuentan los méritos para el galardón).

Karim es el que más goles ha marcado, el que más veces ha disparado y, por ahora, el que más asistencias ha dado en el campeonato junto a Dembélé. Es el decimotercer futbolista en pases en el campo contrario y, a la vez, los 26 tantos que ha metido en el campeonato –sumó uno más contra el Espanyol_ han sido dentro del área. Es decir, que es un nueve al uso, con cifras de los grandes delanteros de la historia del fútbol español, pero también es un futbolista implicado en el juego del equipo, al que se le ve cayendo hacia un lado, casi siempre la izquierda, para ofrecer variantes al juego y evitar la marca de los centrales. Sin Cristiano Ronaldo primero ni Messi después, LaLiga pensaba que iba a echar de menos a una figura mundial. Lo que sucedía es que no nos habíamos fijado bien. La figura estaba, era Benzema, sólo había que darle vuelo. Así, el francés saca diez goles de ventaja al segundo en la lista del pichichi.

En realidad, es el Benzema de siempre, pero aún más perfeccionado y con las características de un líder. Hasta cuando ha tenido un problema, lo ha resuelto a lo grande. Falló un penalti en Vigo, en un día clave para LaLiga, y después, desperdició dos contra Osasuna. Así que mucha gente tembló cuando vio que Ceballos, sin dudar, le pasó la pelota en la pena máxima en el campo del Manchester City. Colocó el balón y se quedó mirando al suelo o al árbitro a la espera de que pitase. Su tiro a lo Panenka resume su año.

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