Entrenamiento extremo
Jugadores aislados a -21ºC y obligados a cazar para sobrevivir: "La sociedad de la nieve" se traslada al fútbol
Los llamados "Camp Boot" (campos de entrenamientos militares) se han puesto de moda en el deporte de élite. Así sobrevivió un equipo de fútbol danés acampando en las Tierras Altas de Escocia
Los entrenamientos militares causan furor en el deporte de élite. En pos de hallar nuevas maneras de trabajar el cuerpo, de ganar en fuerza, resistencia y capacidad atlética, cada vez más los deportistas de alto rendimiento se animan a probar técnicas más propias del ejército que del deporte.
Desde hace algunos años los entrenamientos militares irrumpieron con fuerza en el ambiente fit. Las barras olímpicas, las ruedas de tractor, las mazas, las sogas gruesas, los tensores y las kettlebells son una constante en los gimnasios y centros deportivos.El Crossfit, el Boot Camp, el “entrenamiento marine” o el Murph ganan cada día más adeptos. Con ejercicios de fuerza, resistencia, velocidad y precisión, consisten en sesiones en las que los atletas se someten a desafíos físicos y mentales extremos. Unos entrenamientos que ha entrado de lleno en el fútbol donde se busca no solo calidad sino compañerismo y fortaleza mental.
Sobrevivir sin comida a 21 grados bajo cero
La última prueba de ello es el ejercicio de supervivencia al que se han sometido los jugadores del equipo de fútbol danés FC Midtjylland. Como si se convirtieran en protagonistas de "La Sociedad de la Nieve", la plantilla pasó tres días en el frío y oscuro Parque Nacional Cairngorms como parte de un ejercicio de formación de equipos.
Se alojaban en un terreno propiedad del propietario del club, Anders Holch Povlsen, pero lejos de disfrutar de lujos se les enseñó a disparar para poder cazar y se les proporcionó un simple saco de dormir barato con el que acampar a temperaturas tan bajas como -21°C.
Su experiencia fue documentada en su canal de YouTube y en la televisión danesa y el "coach mental" del club asegura que el objetivo del viaje era que los jugadores descubrieran "quiénes son realmente".
Los jugadores pasaron tres días acampando en Glenfeshie Estate, cerca de Inverness. Lo único que sabían era que estaba en Escocia y que si gritaban nadie les oiría.
La última noche, todos durmieron en un gran grupo de 32 chicos para poder mantenerse calientes. A los jugadores se les enseñó a disparar para que pudieran cazar para comer. Aral Simsir, delantero del líder de la Superliga danesa, asegura que sintió una gran presión cuando cazaba, ya que el grupo "se pasó más de 24 horas sin comer nada".
"Ahora tenéis que sobrevivir tres días en la fantástica naturaleza escocesa, si podéis soportarlo, tendremos lo necesario para ganar el trofeo", les dijeron desde el club.
"Mataron a un par de ciervos, algunos faisanes y algunos patos. Sabían que si no disparan a nada, no tendrán comida, así que esa fue la consecuencia".
El entrenador mental Christiansen ha desvelado que se inspiró en sus sesiones de entrenamiento cuando era soldado en el ejército de fuerzas especiales danés en la década de 1980.
Una moda en auge
Sin embargo este tipo de "campamentos militares" no son algo nuevo y cada vez son más los clubes, selecciones o atletas que optan por ellos para fortalecer no solo su cuerpo, sino su mente.
Uno de los casos que llamaron hace unos años fue el de la selección Inglesa, cuando Gareth Southgate, decidió que sus pupilos pasaran un par de jornadas en el Centro de Entrenamiento del Comando Real de los Marines para trabajar como cuerpo de élite del ejército. El tenista Dominic Thiem también confesó en alguna entrevista haber seguido este tipo de entrenamientos. Durante su pretemporada realizaba sesiones habituales de entrenamiento con ejercicios que van desde levantar troncos de 25 kilos, hasta atravesar un río con temperaturas bajo cero pasando por ‘maratones’ por el bosque en altas horas de la madrugada.
El Angers, equipo de fútbol francés de la Ligue 1, también optó por este tipo de métodos durante pretemporada de 2022. Gerard Baticle, entrenador del Angers, ha sorprendido a sus jugadores y se los ha llevado a una playa. Todos vestidos con trajes militares para completar un exigente trabajo físico, como si fueran marines de los Estados Unidos.
“Intentan darle más dureza al ámbito deportivo con un aspecto militalizado, como si fueran a una guerra para demostrar que el sufrimiento lo viven todos y siguen el mismo camino”, aseguró Miguel Neveu, preparador físico de fútbol.
El Boot Camp, que se convirtió en todo un fenómeno en actividades deportivas en Norteamérica, ha llegado al fútbol europeo para quedarse.
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