"caso Alves"
El último as en la manga de Dani Alves: Joana Sanz declarará en el juicio por violación
La canaria, que no llegó a hacer efectivo su divorcio del brasileño, comparecerá a petición de la defensa
El próximo día 20 se cumple justo un año de la bomba que sacudiría los cimientos del fútbol. El ex futbolista del Barcelona Dani Alves, ingresaba en prisión provisional sin fianza tras declarar ante el juez por una presunta agresión sexual cometida en la madrugada del 30 de diciembre de 2022. La joven, que compareció antes que el jugador, aseguró que la abofeteó, la encerró en el baño de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona y la violó. El brasileño por su parte cambió tres veces su versión. Empezó asegurando que no conocía a la chica, luego reconoció que sí, y finalmente también dijo que mantuvieron relaciones sexuales de manera consentida. Sus contradicciones y el riesgo de fuga llevaron la jueza a decretar prisión provisional sin fianza.
Y, tras ser denegada su petición de libertad hasta en tres ocasiones, el futbolista permanecerá en la cárcel hasta la celebración del juicio que comenzará el próximo 5 de febrero. Un trago que afrontará con los únicos apoyos que le quedan: su madre, su amigo Neymar jr. -que le ha brindado ayuda económica y asesoría legal- y su todavía mujer Joana Sanz, que lo ha visitado varias veces en prisión.
Y así lo demuestra la estrategia de su defensa que ha decidido subir al estrado a la modelo canaria. Joana Sanz - según adelanta El Periódico-declarará en el juicio que se celebrará del 5 al 7 de febrero contra el exjugador del FC Barcelona por la presunta agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de la capital catalana en la noche del 30 al 31 de diciembre del 2022.
Una noticia que se ha conocido después del último movimiento que ayer impactó a sus seguidores. La canaria abandonaba Instagram tras publicar un último mensaje: "'A los que nos tocó ser fuertes este año, que en el 2024 nos toque ser felices".
Una huida de las redes que ahora muchos vinculan a su papel en el juicio contra Dani Alves y su miedo a que se recrudezcan los ataques que ya ha venido sufriendo por su apoyo al futbolista, que se enfrenta a un petición de cárcel de entre 9 y 12 años.
¿Cómo será el juicio de Dani Alves?
Ante la rotunda negativa de la presunta víctima a alcanzar un acuerdo, el brasileño se enfrenta a un juicio que supondrá el desenlace a la pesadilla que vive desde que fuera detenido por los Mossos y en la que - con hasta cuatro versiones diferentes- siempre ha defendidoque el sexo fue consentido.
Durará tres días en los que la protección de la víctima será clave. Según estable el Estatuto de la Víctima, el tribunal podrá evitar la confrontación visual de la víctima con el encausado cuando le genere "terror, humillación o sufrimiento". Para ello se conseja la utilización de parabanes, biombos, con la posibilidad de utilización de las tecnologías de la comunicación. En este sentido se establece que se debe garantizar la audiencia de la víctima sin su presencia en la sala de vistas mediante la utilización de la tecnología como declaración de la víctima a distancia, en dependencias adecuadas y/o separadas o mediante videoconferencia. También se deben evitar las preguntas relativas a la vida privada o sobre datos que puedan facilitar su identificación y el juez podrá decretar que se celebre si presencia de público.
Y a esto es a lo que se ha acogido la letrada de la joven que en su escrito su escrito de acusación para el juicio que se celebrará en la Audiencia de Barcelona, no solo pide la pena máxima de 12 años sino también una serie de medidas de protección de la joven que padece graves secuelas psicológicas y que siempre ha mostrado pánico a ser identificada.
En el documento, la letrada solicita que se imponga a Alves la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros y de comunicarse con la víctima por un periodo de 10 años superior a la pena de cárcel impuesta, así como una medida de seguridad de libertad vigilada durante el mismo periodo. Además, ha interpelado a la sala a adoptar medidas para proteger a la joven el día del juicio, como que tenga acompañamiento profesional y se evite la confrontación visual con el acusado, así como que se celebre a puerta cerrada.
Mismo procedimiento que con "La Manada"
Es decir el juicio se celebrará a imagen en semejanza de "La Manada" de Pamplona. El 13 de noviembre de 2017, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, que juzgó el caso de la violación grupal sufrida por una joven madrileña durante los Sanfermines de 2016, decidió que todas las sesiones se celebrasen a puerta cerrada para evitar una exposición mediática que podía perjudicar la intimidad de la víctima y los acusados.
Asimismo, el tribunal añadió la prohibición de divulgar las actas de declaración que sí se entregaron a las partes y solicitó que la joven denunciante acudiese a su declaración protegida por la Policía Foral y accediese por una zona "protegida y no visible". Así, la joven, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos, declaró ante el tribunal sin mantener contacto visual con los cinco acusados, que siguieron el interrogatorio desde una sala anexa a través de un sistema de videoconferencia.
Lo mismo ocurrió en 2019 cuando la víctima de los abusos sexuales sufridos por parte de cuatro miembros de La Manada en Pozoblanco (Córdoba) en mayo de 2016, tuvo que comparecer ante el tribunal. La joven declaró tras una mampara para no tener contacto visual con los acusados en un juicio que también se celebró sin público.
El juicio de Dani Alves también se realizará bajo tres parámetros clave: puerta cerrada, prohibición de imágenes y limitación de las informaciones.
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