La indignada frase de Aleix Espargaró tras la grave lesión de su hermano Pol: "No es normal"

El susto en el circuito de Portimao fue enorme. Durante unos minutos, el silencio en el circuito era absoluto, con todos los pilotos metidos en su box, mirando las pantallas de televisión con cara seria y esperando buenas noticias de uno de sus compañeros, Pol Espargaró, que estaba tirado en la salida de la curva 10 siendo atendido por los médicos de MotoGP. Se había dado un golpe muy fuerte contra la grava, llegando a un muro que no tenía protección de aire, los famosos air-fences. Allí no había, seguramente porque los comisarios pensaban que es demasiado lejos para que llegue un piloto tras una caída, pero los límites se están sobrepasando y Aleix Espargaró fue uno de los que alzó la voz después del grave accidente de su hermano.

"Es todo muy complicado, el air-fence tiene que estar sí, pero mi hermano se cae en la curva 10, y en la 9 ahora, por culpa o gracias a las alas y a estas motos tan bajas, pasamos a una velocidad que no es ni normal. Vamos en cuarta a 260 kilómetros por hora, se pasa a tanta velocidad con las alas que todos los circuitos se van a quedar pequeños. Podemos poner protecciones en todos, porque llegaremos a los muros, pero ¿qué hacemos? ¿corremos en el desierto? Está el tema complicado", confesaba el mayor de la familia en DAZN.

Apuntaba directamente a la evolución sin límites de la aerodinámica en las motos, que está haciendo que la velocidad en el paso por curva se aumente y no alcancen las medidas de seguridad tradicionales de los circuitos.

También se quejó con dureza Joan Mir, con el rostro muy serio y hablando claro: "Son las dos cosas la grava y las protecciones. Pero hasta que no pasa algo, aquí no se hace nada, Ahí tiene que haber un air-fence", decía el ahora piloto del Repsol Honda. en DAZN. "Me parece increíble que ahí no haya un air-fence. Tendremos que revisar dónde están y dónde no. Yo cuando hago la revisión de la pista los jueves a pie o en bici no me fijo en esto, pero tendré que hacerlo a partir de ahora. Después de todas las críticas que ha habido de esta gravilla, hasta que alguien no se lesione de gravedad... No lo entiendo", continuaba Joan Mir, que se refería también al problema de que en Portimao parte de la grava de las escapatorias está formado por piedras demasiado grandes, que hacen daño al caer y también cuando salen despedidas tras un impacto.