Rally

Javi Vega "En otras carreras, si te caes te haces daño. En el Dakar te puedes morir"

El piloto madrileño y Lorenzo Santolino, que busca el "top 5", se van a Arabia Saudí para afrontar, en moto, el raid más duro del mundo

El Dakar 2024 empieza el 5 de enero en Alula (Arabia Saudí) y termina el día 19 en Yanbu. Tanto en la salida como en la gloria de la meta esperan estar Lorenzo Santolino (Guijuelo, Salamanca) y Javi Vega (Leganés, Madrid). Los pilotos de Pont Grup visitaron ayer la sede de LA RAZÓN unos días antes de comenzar la aventura por la que trabajan todo el año. "Es un mix de emociones, con muchas ganas de que llegue, porque lo que nos gusta es competir. Estos días previos son complicados en cuanto a entrenamiento, porque quieres tener buen ritmo pero con precaución para no lesionarte", comenta Santolino, que va a Arabia en busca de un "top 5", lo que supondría superar su mejor clasificación, el sexto puesto de 2021. "Es el evento del año, trabajas mucho para ello, no solo físicamente, también mentalmente, muchas reuniones para sacar estos presupuestos que son muy elevados. Hay muchas ganas de estar ahí, y al subirte a la moto descansas después de todo lo que has peleado", añade Javi Vega, que afronta el Dakar sin ayudas, aunque su buena actuación de 2023 le va a impedir estar en las clasificaciones de la categoría Original, que corresponde a los competidores que no llevan asistencia.

Sea con el respaldo de un equipo o en solitario, el Dakar engancha, ¿por qué? "Es una carrera especial, es el sueño que siempre has tenido y que veías de pequeño por la tele. Es verdad que cuesta mucho llegar ahí, pero año tras año vuelves porque engancha. Hay algunos más profesionales, otros vamos más de aventuras, se mezcla todo y es muy chulo", explica Vega, que afronta su segundo Dakar sin la compañía de su mujer, con la que hizo cuatro ediciones como mochilero. "Dentro de un Dakar hay muchos dakares porque no tiene nada que ver el espíritu y el objetivo de los participantes. En otros deportes, en la final están solo los top. Aquí los mejores compiten junto a los que quedan últimos, que viven una pura aventura, sufriendo mogollón de adversidades. Esas diferencias de nivel hacen especial esta carrera", completa Santolino.

El Dakar ha pasado por África, Suramérica y Arabia, la velocidad ha aumentado, pero no basta con ser rápido para ganarlo. "Hay que ser muy bueno en todo: velocidad, navegación, y además saber dónde está el límite. Es una disciplina que vas mucho por confianza, porque vas tan rápido que tienes que confiar en lo que estás haciendo. Hay un momento que puedes tener un exceso de confianza y cuando pasas ese límite no te avisa. En mi primer Dakar, iba todo bien, cada vez más rápido y acabé en el helicóptero (sexta etapa). Se trata de la experiencia, de la información del entorno, de los peligros, de intentar adelantarte a lo que viene... Hacer esa evaluación de todo e ir al límite sin pasarlo es la clave", detalla el salmantino Santolino, que va con una moto prototipo Sherco. "Hay pilotos muy rápidos de motocross que duran poco en el Dakar y siempre hay una piedra que pone tu nombre, así que hay que ir con tiento y ser un poco global. Es un setenta por ciento mental, tener muy asentada la cabeza, saber cómo funciona y tener ojo. Porque te vas confiando: pasas una duna, dos, tres, cuatro, todas redondas, y resulta que la quinta es cortada y te vas, y cuando te vas te haces daño. En trial o enduro te puedes romper algo, pero en el Dakar te puedes morir", añade Javi Vega, que se enamoró del Dakar, nunca mejor dicho, cuando fue a Marruecos. "En Europa era todo más pequeño, pero de repente te encuentras en mitad del mar de arena. Conocí a mi mujer, ella hacía navegación, me enseñó todo y le propuse dar el paso". A Santolino le encandiló la navegación: "Estar perdido en zonas abiertas y encontrar la zona buena de paso es una sensación muy reconfortante".