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Dopaje

La atleta estadounidense que se perderá los Juegos Olímpicos por comerse un “burrito”

Shelby Houlihan sancionada cuatro años por dopaje, culpa la carne de cerdo de la nandrolona detectada en su organismo

Shelby Houlihan
Shelby HoulihanCharlie NeibergallAP

La atleta Shelby Houlihan, plusmarquista estadounidense de 1.500 y 5.000 metros lisos, tenía la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero un positivo en nandrolona que ella justifica en haber comido el pasado diciembre un burrito con carne de cerdo contaminada comprado en un camión le ha costado una sanción de cuatro años. Aún así, Houlihan compite en los ‘Trials’ de Estados Unidos, contra la normativa antidopaje y las principales instituciones antidopaje del mundo.

Houlihan, que posee la mejor marca de su país en las categorías de 1500 y 5000 metros, ha sido castigada con cuatro años de suspensión por la AMA ( Agencia Mundial de Antidopaje) y se perderá los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano y los de París 2024.

La mediofondista niega haber ingerido de forma deliberada el anabolizante y alega en su defensa que la androlona encontrada en su organismo provenía de la carne de un burrito que comió el día antes de la prueba. “La explicación más probable fue un burrito comprado y consumido aproximadamente 10 horas antes de esa prueba de drogas”, afirma en un comunicado en su Instagram.

El 14 de enero, Shelby Houlihan fue advertida por la Unidad por la Integridad del Atletismo de su suspensión provisional con carácter inmediato debido a un test “con un resultado analítico anormal en relación a un esteroide anabolizante llamado nandrolona”.

Para probar su inocencia, la atleta explicó que ese resultado se debería a la ingesta de un burrito de cerdo poco antes de su test.

Pasó el polígrafo y analizó su cabello

“Tuve conocimiento de que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sabe desde hace mucho tiempo que el consumo de cerdo puede conllevar un falso positivo por nandrolona”, sentenció, aunque denunció que el laboratorio que realizó el test no tuvo en cuenta esa hipótesis.

“Habría podido señalar que se trataba de un resultado anormal y efectuar otras pruebas Yo hice analizar mis cabellos por uno de los toxicólogos más prestigiosos del mundo. La AMA reconoció que ese test probaba que no había acumulación de esa sustancia en mi organismo, lo que habría sido el caso si la tomase regularmente”.

Una versión no tenida en cuenta por las autoridades competentes, lo que pone fin a sus esperanzas de participar en los Juegos de Tokio.

“Me siento totalmente devastada”, añadió.

El positivo de Shelby ha golpeado duramente al atletismo norteamericano. Su defensa, encabezada por el abogado Paul Green, presentó documentación para demostrar que la sustancia provenía de la carne de cerdo de un burrito. El recibo y los datos del localizador de su teléfono iPhone no fueron suficientes para convencer al tribunal.

La corredora aceptó someterse al polígrafo para respaldar su versión. También participó en una prueba de cabello, pero el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la considera culpable. «Shelby se comió un burrito 10 horas antes de su prueba en un camión de comida mexicano. Pronto concluimos que el burrito contenía carne de órganos de cerdo y esa carne es una de las fuentes de nandrolona», defendió Green.