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Mo Katir, fuera de las medallas en el 5.000: “¡Tengo 23 años, dadme un año más”

El murciano, que llegaba con opciones de medalla, se fundió en una carrera muy rápida y sólo pudo ser octavo

Katir, fundido en la meta del 5.000, prueba en la que terminó en octavo lugar
Katir, fundido en la meta del 5.000, prueba en la que terminó en octavo lugarSportMedia / Europa PressEuropa Press

Sonreía Mo Katir antes de comenzar el 5.000. Enseñó los dientes a la cámara cuando pasó a su lado y lanzó un beso. Tiene sólo 23 años, pero después de su verano loco, de sus marcas en 1.500, 3.000 y 5.000, de haberse batido con los mejores en los mítines y de haber dejado una sensación fantástica en las semifinales, aspiraba a cualquier cosa. “Yo he cumplido mi sueño de ser finalista olímpico”, decía él. Quizá para quitarse presión. Después, no pudo brillar en esa cita en la que, si sigue progresando como esta temporada, seguro que va a volver a estar.

La tropa de ugandeses no quería que la prueba languideciera y rápidamente empezaron a meter ritmo. Katir estaba colocado de la mitad hacia atrás. Cheptegei y Kiplimo tiraban desde el arranque. El grupo empezó a estirarse. Mitad de carrera, Mo intenta ganar posiciones y se va para adelante. Hay un parón, se reagrupan, y el español vuelve atrás. La carrera avanza y para, y eso también hay que saber gestionarlo. No es un ritmo sostenido hasta el final. No está acostumbrado Katir a eso. Los tirones pueden hacer daño. El murciano no encontraba la cuerda y fue adelantando desde la calle dos. Ya estaba todo lanzado. Fue el keniano Kimeli el que volvió a cambiar el ritmo y Katir seguía detrás, pero ya sin capacidad de reaccionar. Quedaban dos vueltas y sus dientes volvían a asomar, pero esta no para sonreír, sino como muestra de sufrimiento. Perdió un metro, dos... Se escapó la opción de podio.

Por delante se habían desatado definitivamente las hostilidades. Cheptegei, el favorito y el hombre que tiene el récord del mundo, apretó hasta el final, ya con todo, sin mirar atrás, y nadie le pudo seguir. La plata se la llevó el canadiense Mohamed Ahmed y el bronce el estadounidense Chelimo. Octavo llegó Katir, fundido, y se tiró al suelo agotado. “Para mí es una locura, entrar en una final de 5.000 con 23 años. Hace mucho que no había un atleta de nuestro país en esta final y encima con expectativa de ganar una medalla. Me voy a mi pueblo feliz con un diploma”, decía el fondista de Mula en los micrófonos de TVE. “Me hubiera gustado ganar la medalla, con la marca que tengo, podía, pero aún me falta un poquito, coger experiencia en los campeonatos. ¡Que tengo 23 años!”, continuó antes de lanzar un reto: “El año que viene creo que puedo dar un salto más, cabeza no me falta, motivación, tengo mi familia que me apoya, mi pueblo... Dadme un año más y ya veréis. Cuando coja un poquito de experiencia no tendré rival”.