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Octavos de final

Kvaratskhelia, las mejores vacas de Georgia

Kvaratskhelia era nombre de ganadería de calidad en Georgia, ahora es el del mejor futbolista del país

Kvaratskhelia, en el entrenamiento de Georgia Alberto EstevezEFE

«Khvicha» ha triunfado en la casa de Maradona, pero creció admirando a Guti. Cuando jugaba con sus amigos en las calles de Tiflis se pedía el «14» y ponía el nombre de el exmadridista con rotulador en la camiseta. «Guti fue mi primer amor», confiesa.

Aunque lo compartía con Cristiano Ronaldo, su verdadero ídolo, con el que coincidió en el último partido de la fase de grupos, en el que Georgia derrotó a Portugal con un gol suyo y con otro de Mikautadze. «Nunca pensé que me hablaría Cristiano. Vino a saludarme y me deseó suerte», reconocía tras la victoria georgiana. «Tengo mucho respeto por él, es uno de los mejores jugadores del mundo», añadía.

Kvaratskhelia es uno de los máximos responsables de que el año pasado el Nápoles ganara su primer «scudetto» después de Diego, pero no pierde la humildad y la ilusión por hacer algo grande con su selección. «Formar parte de un torneo tan importante era el mayor sueño de todo georgiano, y fue el día más feliz para todos nosotros cuando lo conseguimos. Pero no hemos venido aquí solo para participar, queremos dejar huella en la Eurocopa, escribir una nueva página de la historia», decía en una entrevista concedida a uefa.com antes del comienzo del torneo.

Ya ha cumplido con la ilusión de hacer algo grande y de superar la fase de grupos, su gran objetivo. «Nos hemos convertido en un gran equipo capaz de luchar contra cualquiera», reconoce. Y, aunque él es el líder en el césped, fuera del campo todos miran al capitán, Guram Kashia. «Tiene más experiencia y más edad que nosotros y lo da todo cada día. Es un ejemplo para los jugadores más jóvenes, que deben trabajar duro cada día. Es un auténtico capitán y todo lo que podemos decirle es: gracias. Nos está guiando y hace todo lo que debe hacer un verdadero capitán dentro y fuera del campo», reconoce.

Quizá por eso dio un discurso motivacional dirigido a los jóvenes antes del último partido de la repesca contra Grecia. «Somos jóvenes, pero hay algunos veteranos en nuestro equipo. Para ellos esta es la última oportunidad de jugar en un torneo importante. ¡Juguemos por ellos, juguemos por nuestro país y ganemos este partido!», les dijo.

Kashia es el líder fuera del campo, pero dentro del campo él es la referencia. «Kvaratskhelia es mejor que todos los jugadores de España», decía su compañero Mamardashvili, el portero del Valencia, días antes del partido.

El apellido Kvaratskhelia es uno de los más importantes de su país porque hace un tiempo pertenecía al propietario de las mejores vacas del país. Un negocio que terminó con el nacimiento de la URSS y la extinción de los negocios privados de ganadería.

Pero la tradición familiar de Kvaratskhelia está ligada al fútbol. Su abuelo fue un futbolista destacado en su región, igual que su padre, aunque era su madre la que se sacrificaba para llevarlo a entrenar en cualquier condición mientras su padre se ganaba la vida como entrenador fuera del país. Pero ninguno llegó tan alto como ha llegado él. Hace tiempo que ya no se pide ser Guti.