Real Madrid

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La nueva manera de ser del Real Madrid

En el equipo de Lopetegui la suma de todos es más importante que cualquier jugador. Sin Cristiano, la importancia de los componentes del centro del campo es aún más vital. Es un conjunto al que definen más los pases que los remates

Los jugadores del Real Madrid se abrazan tras marcar uno de los goles a la Roma / Rubén Mondelo
Los jugadores del Real Madrid se abrazan tras marcar uno de los goles a la Roma / Rubén Mondelolarazon

En el equipo de Lopetegui la suma de todos es más importante que cualquier jugador. Sin Cristiano, la importancia de los componentes del centro del campo es aún más vital. Es un conjunto al que definen más los pases que los remates.

El pase que más se repitió en el choque del Madrid contra la Roma fue el de Marcelo para Isco. Lo que es ya una manera perfecta de resumir al conjunto blanco. 22 veces buscó el brasileño al español, una pareja que cuando se encuentra rompe a cualquier rival. Es el pase, más que el gol, lo que define al nuevo Madrid de Lopetegui.

El conjunto blanco mira el calendario y ve que en una semana llega la primera cumbre, después de recibir al Espanyol, con los partidos en Sevilla el miércoles y el derbi en el Bernabéu el sábado 29. Luego puede repasar el encuentro del miércoles contra la Roma y pensar que quizá sí que está preparado para disputar ya la Liga, cuando aún estamos en septiembre. Si sale indemne de esta semana, la confianza del equipo, que está cambiando de piel, puede ser infinita.

El primer choque de la Champions, contra el conjunto que eliminó al Barcelona la temporada pasada, confirmó las sensaciones que, casi siempre, ha dado el grupo de Lopetegui: que va a afrontar todos los encuentros con el balón por delante, que el protagonismo es compartido y que tiene jugadores para cambiar de estilo y hacer largos recorridos.

La marcha de Cristiano fue fría, pero la nostalgia dependerá de lo que se vaya haciendo esta temporada. Cuando las cosas se tuerzan se hablará de los goles que metía; cuando vayan bien, apenas habrá tiempo para dedicarse a rememorar el pasado y sí para ocuparse del presente y de los objetivos a perseguir.

Lopetegui ha repetido que la ausencia del máximo goleador de la historia blanca sólo se puede cubrir logrando que todos los jugadores sumen y remen en busca de un objetivo común: desde Isco y Asensio, que parece que son los que más va a rotar, hasta Mariano, el fichaje más esperado durante el verano y que no pudo tener un estreno más espectacular en la Champions.

Si los centrocampistas ya eran importantes en el bloque, ahora su papel es vital. «No pierden la pelota», decía después del encuentro Di Francesco, entrenador de la Roma, entre la admiración y la resignación. Kroos dio 95 pases, Modric estuvo en las jugadas más importantes y Casemiro lució su mejor nivel. A ellos se unen Isco, Asensio, que puede desenvolverse también por esa zona, y Ceballos, que va a tener un papel más importante que otros años. Es un Madrid que va más por dentro, que mastica más y en el que jugadores con otras características, como es el caso de Lucas Vázquez tienen que adaptarse.

Es un nuevo Real Madrid, que tiene una nueva manera de ser y de jugar: rematar ya no es lo importante, lo fundamental es llegar en buenas condiciones a ese remate. Estos últimos días se ha hablado mucho de una jugada en San Mamés, al final del partido, cuando un balón llegó al centro del área, a Benzema, al delantero centro, a pocos minutos de que llegase el final y con la necesidad de marcar para no perder dos puntos. Pero el francés, fiel a su estilo y con la mente puesta en algo más que en la portería, consideró que era mejor un pase a otro compañero, al que vería en mejor posición de remate. La jugada acabó en nada, pero reveló una clave de este equipo.

Contra la Roma, en la primera parte, el Madrid fue un vendaval de juego, pero si no llega a lanzar Isco la falta el encuentro se hubiese ido al descanso con empate a cero. En esta primera jornada de la Champions, el equipo de Lopetegui es el que más ha rematado a puerta (30 veces), pero no es el que más goles ha metido.

Hubo otra jugada en la que Bale dio pase a Isco en una acción de contraataque, pero el balón le salió mal. El galés le pidió perdón varias veces, pero como Isco estaba de espaldas no le veía. Cuando por fin se volvió, le volvió a pedir perdón. El equipo es lo primero.