Entrevista

Luis León Sánchez: «Cuando decidí retirarme me dio vértigo. Da miedo»

La temporada pasada fue su última como profesional de la carretera. Ahora ha ganado su primera Titan Desert en Marruecos

Luis León Sánchez levanta su bicicleta como ganador de la Titan Desert
Luis León Sánchez levanta su bicicleta como ganador de la Titan DesertSkoda Titan Desert 2024

Luis León Sánchez (Mula, 1983) dejó el ciclismo profesional en ruta al final de la temporada pasada, pero sigue manteniendo la clase y el cuerpo de ciclista. Ahora ha cambiado la carretera por el desierto y ha ganado su primera Skoda Titan Desert Morocco.

Parece que no quiere dar valor al triunfo en la Titan Desert.

No es que no quiera darle valor, es que en mi cabeza dije ya hace algunos meses que todo lo que tenía que ganar o perder ya lo había hecho como profesional. Ahora lo que quiero es disfrutar, pasármelo bien, estar cerca de gente con la que antes no podía estar, como los aficionados del ciclismo y yo creo que al fin lo estoy consiguiendo, estar con ellos y convivir con ellos. Cada uno tiene su historia encima de la bicicleta. Aunque sea la misma etapa cada uno la cuenta como quiere y como la ha vivido. Aquí lo único que nos une es la bicicleta cada uno a su velocidad. Tiene que haber un ganador, he tenido que ser yo pero he venido a disfrutar, a estar cerca de Pereiro, de Miguel, de Pruden y a convivir con ellos. Y eso lo he conseguido.

Ha tenido a Pereiro y a Indurain de gregarios en el desierto.

Es lo que a mí nadie me va a quitar, que seis Tours estén dando la cara por mí. Yo creo que eso lo puede decir poca gente y encima en el desierto, en Marruecos y casi con 35 grados. Ves tirar de ti a Miguel Indurain, que era mi ídolo, que lo he visto ganar cinco Tours sentado en un sofá en verano. es como un sueño que he tenido desde que era niño, conocerle y ahora he podido estar con él y ver que es una persona totalmente normal, que él mismo se considera una persona normal. Muy cercano. A Óscar también tuve la suerte de tenerlo de compañero, a Pruden lo he conocido aquí y me han hecho sentirme muy cómodo.

«Ves tirar de ti a Miguel Indurain y es como un sueño»

¿Es muy diferente la Titan a la carretera?

Esto no es btt como tal. Los que venimos de carretera en los terrenos de llano podemos mantener una velocidad más alta que los verdaderos profesionales del mountain bike, que son bastante más técnicos que nosotros y estamos a años luz de ellos. En el tema de navegación se ha visto que yo cero, en las dunas 0,0 como la cerveza. Yo puedo pasar 20 años por encima de las dunas que las pasaré andando como el otro día. Pero es lo que tiene venir totalmente de la carretera. Y mira que fui cabezón, que quise subirme encima de la bicicleta, pero no logré dar dos pedaladas. Me di por vencido y que sea lo que dios quiera, cuanto antes salga de aquí, mejor.

¿El ciclismo que ve ahora le gusta?

Me gusta cuando se enfrentan todos porque sabes que va a haber espectáculo. Por ejemplo, cuando Van der Poel corre Roubaix y no están Van Aert o Pogacar, gente que le puede plantar cara, si arranca se va a ir hasta meta. Son muy superiores. Hay seis ciclistas que están por encima de los demás. Cuando pasé a profesional se hablaba de que mover 6 vatios/kilo sólo lo podían hacer los que peleaban las grandes vueltas y ya se está hablando de 6,6 o 6,6. Las velocidades han subido muchísimo y se trabaja mucho en la aerodinámica. En el ciclismo de ahora se arranca a 70 u 80 kilómetros de meta y eso era impensable.

«Es inviable que estés todo el año corriendo o concentrado. Saltas antes de la cabeza que físicamente»

Se ha retirado en un momento de transición.

De transición y porque me han obligado a hacerlo. En diciembre los preparadores y los equipos ya te exigen estar a un gran nivel. En diciembre cuando yo pasé a profesional había gente que llegaba con ocho o diez kilos de más y no les importaba. Ahora en diciembre un preparador ya te exige en diciembre que estés en 5,7 o 5,8 vatios en los test de lactato para pasar la Navidad antes de empezar a correr. Pogacar el año pasado ya tuvo que hacer una concentración en altura antes de empezar a correr su primera carrera en Andalucía. Antes sólo hacías una concentración en altura para afrontar una grande. Ahora yo creo que la gente ha cogido la rutina de estar concentrado en altura y así todo el año. Eso ya lo hizo Wiggins en su momento y le salió bien, pero dijo que psicológicamente estaba destrozado. Es inviable que estés todo el año corriendo o concentrado llega un momento en que saltas antes de cabeza que físicamente.

Por eso muchos se agotan siendo muy jóvenes.

Es el ciclismo de ahora. Antes cortabas en octubre y hasta febrero o marzo no empezabas. Ahora cortas el 1 de octubre, por decir una fecha, y el 2 de octubre ya estás concentrado con el nuevo equipo para medirte las tallas de maillot, de bicicleta, de ropa, se tiran cinco o seis días concentrados ya pensando en el siguiente año. Y luego hay muchísima gente que le ha dado por hacer ciclocross o mountain bike y empalman una temporada con otra. Hay mucha gente que dice «no van a llegar a los años que has estado tú de profesional», pero tienes que considerar si quieres estar veinte años de profesional y ganar equis carreras o estar menos años pero ganar muchísimo más. En el ciclismo de ahora es muy difícil que estés muchos años a ese nivel porque psicológicamente desgasta mucho. Es imposible que estén más de diez años máximo.

¿Es partidario de ese desgaste mental?

No es que sea partidario o no, es que el ciclismo está montado así. Ahora, por ejemplo, te aparece Juan Ayuso con 19 años y ¿qué vas a hacer, pararlo? ¿Te aparece Remco Evenepoel con 21 años ganando la Vuelta a España y le dices «vete tranquilo»? Si dentro de cuatro años igual te viene un corredor más joven y se te ha pasado el momento. Es lo que le ha pasado a Bernal, que parecía que iba a ganar seis Tours. Al final no se sabe porque siempre viene un corredor más joven y ya se te ha pasado la hora. Lo mismo tienes 25 años y ¿cómo se te va a pasar la hora con esa edad si antes con 27 años todavía eres joven? El ciclismo de antes ya no vale para ahora, porque la educación que me dieron mis padres no me sirve para educar a mis hijos ahora. Yo le doy un pesco a mi hijo en la calle y lo mismo me meten en la cárcel. Antes mi padre me daba un collejazo y le decían «dale otro». Aunque me guste más el ciclismo de antes ya no vale.

¿Ha engordado desde que dejó el ciclismo? ¿Se sigue cuidando mucho?

Llevo sin pesarme desde que me caí en el Tour, yo la última parte del año pasado ya no me pesaba, Nunca he sido de tener sobrepeso. Yo lo que sí noto es cuando me pongo los pantalones vaqueros. Si veo que me aprietan mucho digo «hostias, me estoy pasando». Pero a día de hoy no ha llegado ese momento. Por suerte para mí y por desgracia para el cultivo de Murcia no está lloviendo nada, está haciendo más calor de lo normal y te da por salir con la bici. Hay dos días por semana que no salgo, cuando juega mi hijo al fútbol, que voy a verlo, y otro día que hago algo con Laura [su mujer]. Cinco o seis días a la semana salgo, pero no tengo la obligación de salir a una hora exacta, de estar a una hora exacta. Procuro llegar a casa sobre la una para estar cuando salga mi hija mayor del colegio y comer los tres juntos. Y por la tarde a por los otros dos.

¿Cuida especialmente la comida?

Hay gente que decía «ahora puedes comer y beber lo que quieras». Pero no me voy a comer un cochino todos los días, es algo que nunca he hecho. Pero no como pasta, salvo algún día que haga mi mujer lasaña, que la hace muy buena. Como lo que me apetece. Lo que he notado es que el cuerpo ya no me pide tanto comer, no tengo esa necesidad de comer azúcar. Y conservo la misma talla de pantalones.

«Ni mi mujer sabía que estaba pensando en retirarme»

¿Cómo fue el día después?

La decisión la tomé de manera individual. Ni mi mujer sabía que me estaba pensando en retirarme. Tenía un año más apalabrado con Astana, todo iba más o menos normal, y no quería que nadie me influyera, porque si te dejas influir la decisión ya no es tuya, es la decisión que toman los demás. Y si no la tomaba yo sabía que al año siguiente la iban a tomar otros por mí. No es que perdiera la esencia de correr, pero notaba que me gustaba más entrenar que correr. Y creo que eso es el síntoma mayor de que está pasando algo. La caída en el Tour acentuó los miedos cuando volví en Vuelta a Burgos. Me costaba mucho mantener la posición delante, en las curvas frenaba muchísimo antes. Son síntomas de que la cabeza ya no funcionaba igual. Y a mí el ciclismo me ha dado mucho y no veía bien coger la bicicleta simplemente para llevarla de una ciudad a otra. Ni lo veía factible ni era lo acertado retirarme de esa manera. Lo llevaba pensando y un jueves por la noche llamé a Laura y le dije «he pensado que me voy a retirar». Y me dijo «¿de la Vuelta?». Creía que había llegado el momento y la verdad es que al principio le sorprendió, me dijo ¿te ha pasado algo? Y le dije que había llegado el momento, he tomado la decisión y ya está. Se lo dije a mi hermano Pedro también esa noche y me dijo lo mismo, ¿te ha pasado algo? Y dije que la decisión la había tomado yo y que en el día de descanso lo iba a anunciar. El domingo por la noche se lo conté a mis padres y a mi hermano pequeño y sí que el domingo por la noche ya me llegó el vértigo este de «no sé si me estoy precipitando, qué voy a hacer cuando termine la Vuelta a España y acabe en Madrid, igual esto se ha acabado y tengo que cambiar de vida». Te da miedo.

Esa es la palabra clave, el miedo. Antepuso su vida personal, sus hijos su mujer.

Se me hacía duro ya salir de casa. Los críos me decían que hasta cuándo, que por qué me tenía que ir de casa, por qué me tenía que caer, que por qué y que por qué. Y llega un momento en que el porqué se acaba. El miedo existe, pero son trámites que todo el mundo tiene que pasar. Te tiene que dar respeto y más cuando llevas toda la vida. Yo llevo desde los cinco años montando en bicicleta. Y tienes que tomar una decisión drástica y hasta aquí. Pero he tenido la suerte de que muchas marcas han llamado y estoy en la burbuja pero por detrás. El profesionalismo me gusta verlo por la tele y estoy metido dentro del ciclismo, pero bastante más alejado.

¿Sus hijos que le dicen ahora cuando viene a la Titan Desert o a otras carreras?

Yo tengo la suerte de que a casi todos los sitios a los que me llevan puedo llevármelos conmigo. Aquí en Marruecos era imposible, pero estarán conmigo en [la Titan Desert] Almería y están viviendo ahora la parte más tranquila de su padre como deportista y ven a lo que yo me he dedicado toda mi vida. Ahora cuando venía a Marruecos me ven haciendo la maleta y me dicen ¿no decías que no corrías? Pero todavía tengo que correr. Ellos saben que me he dedicado al profesionalismo y lo ven totalmente natural, aunque les llama un poco la atención que siga saliendo de casa.

¿Avisa antes la cabeza que el físico de que toca retirarse?

Sí. Porque ahora te cuidas más, los nutricionistas son una parte fundamental dentro de los equipos. Yo he sido de darme masaje dos veces por semana en los últimos años, tienes que cuidar tu propio cuerpo porque si no lo cuidas tú no te lo va a cuidar nadie. La longevidad de cualquier deportista se está alargando muchísimo. Mi hermano [Pedro León] va a cumplir 38 años y va a seguir jugando al fútbol, Sergio Ramos lo mismo. Hay muchos deportistas que están alargando porque se hacen cien mil cosas que antes no se hacían. Antes montabas en bici y no fortalecías los abdominales, no cuidabas la espalda.

¿Ve algún ciclista parecido a usted?

Alguno habrá y seguramente, mejor. Ahora estamos viendo que los que ganan las generales también quieren ganar las etapas y es muy difícil ganar incluso en una escapada. Van Aert y Van der Poel están luchando por ganar etapas en el Tour. Corredores como Pinot, que luchaba por las generales también buscaba ganar etapas. Es un ciclismo totalmente diferente y ya no se ven tantas fugas. Ojalá salgan ya no como yo sino mejores porque será bueno para el ciclismo español. Está saliendo gente como Carlos Rodríguez y Juan Ayuso y ojalá Enric Mas coja su camino, se salga de los miedos que tiene y coja confianza porque yo creo que tiene potencial para estar delante.

¿Le ha quedado alguna cuenta pendiente?

Hubiera sido bonito llegar a París en el último Tour y no acabar como acabé, me hubiera gustado ganar una etapa en la Vuelta y otra en el Giro, pero el palmarés es el que es. Me hubiese gustado ganar alguna clásica, que he ganado dos en San Sebastián. Siempre me hubiese gustado ganar mucho más, pero eso lo hacían los grandes.