Sección patrocinada por
MotoGP
Marc Márquez: “Estoy haciendo todo lo necesario para volver a ganar”
El de Cervera reconoce que está siendo un 2022 un poco raro y que el invierno dirá cómo de competitivo va a ser en 2023
Marc Márquez ha aprovechado el parón en la gira por Asia y Oceanía para hacer un balance de cómo está siendo su regreso a la competición. El embajador de Estrella Galicia 0,0 cree que todavía es pronto para saber cómo de preparado va a estar el próximo curso.
Después de tu positiva toma de contacto en Motegi y Buriram con el cuarto y quinto puesto, respectivamente, ¿eres optimista respecto a tu regreso con cierta garantía de ser plenamente competitivo?
Bueno, lo importante es que la evolución era muy positiva y era lo que se estaba buscando en este caso; comenzar en Aragón, el test de Misano y poco a poco ir mejorando para que la evolución fuera positiva siempre, porque a veces puede pasar que en una rehabilitación des pasos atrás. Pero se han dado pasos firmes, lo hemos gestionado bastante bien y, sobre todo, en esta última carrera en Tailandia, tanto en seco como en mojado me he sentido competitivo. Más que competitivo, me encontré que ya podía jugar con la moto y esto es bueno porque hacía tiempo que no lo podía hacer. De aquí hasta llegar al cien por cien todavía queda un poquito. Yo creo que tenemos que ver dónde está el cien por cien del brazo en invierno, que es cuando se quedará un poquito más estancada la evolución, pero a partir de ahí habrá que intentar mejorar todo lo que podamos y creo que se podrá ser competitivo. Lo que pasa es que también estamos en un deporte que combina piloto, moto y equipo, y todo tiene que ir a una si se quiere ser competitivo de verdad.
¿Qué sensaciones o aspectos concretos de lo logrado en Japón y Tailandia te hacen saber que estás en condiciones de ser competitivo y qué crees que te falta todavía?
Ser competitivo o no depende de muchos factores, pero sobre todo está en “la velocidad”; coger una moto y sentir que puedes ir rápido, saber qué es lo que está pasando y saber lo que necesitas para ir más rápido. Todo esto es lo que realmente hace la diferencia luego, pero lo que me da más esperanza es que, desde que he cogido tanto la moto de entrenamientos como la MotoGP, enseguida me he subido y sentido que la velocidad sigue estando ahí. Aun así, no es suficiente para ser competitivo en el campeonato del mundo. Tiene que haber muchos factores, pero lo que me falta ahora más que nada es que, viendo que el brazo va evolucionando, una cosa es la fuerza y otra la resistencia. La fuerza cada vez va a mejor, pero resistencia es lo que me está faltando un poquito. Por ejemplo, en este último Gran Premio en Tailandia empecé desde el viernes fuerte, con “fuerte” quiero decir con “intensidad” y esa intensidad la supe mantener hasta el domingo. El domingo en carrera me fue mal, pero no mal porque la moto iba mal sino porque ya, físicamente, el cuerpo me dijo: “hasta aquí…”. Si la carrera hubiese sido sobre seco, yo hubiera sufrido mucho más, pero al ser en agua ya no es tan física y pude salvarlo.
¿Qué expectativas tienes para las últimas carreras de la temporada 2022?
El objetivo en las próximas carreras es seguir evolucionando, estar cada vez un poquito más cerca y ser más constante en los tiempos de carrera, que es lo que buscamos, terminar con buenas sensaciones estas tres últimas carreras para después de Valencia probar la moto nueva y trabajar de cara al proyecto 2023. Este año ha sido raro porque decidir operarse a mitad de temporada es difícil y también una responsabilidad, pero la decisión se tomó porque creíamos que, para el futuro, para 2023, era lo que había que hacer.
¿Si todo marcha como esperas, ¿Cuándo crees que podrías ser suficientemente competitivo como para volver a ganar?
Preparado para volver a ganar es la gran pregunta. Tú te puedes sentir preparado, pero quizá hay unos rivales que pueden estar más preparados que tú. Entonces, veremos. Yo creo que mi objetivo de todo el invierno del 22 hacia el 23 es hacerlo bien, hacer una temporada constante y completa. Yo creo que ese 23 queda lejos. Aún quedan tres carreras para seguir evolucionando y, sobre todo, estamos trabajando mucho con el equipo y con Honda para evolucionar la moto, que tampoco está en su punto álgido ahora mismo, sino que estamos viendo que los pilotos Honda están sufriendo un poquito más de lo que es normal, aunque eso es algo que forma parte de la competición. Hay años en los que “cuesta” y este año es algo que está afectando a todos los pilotos Honda.
En los últimos meses has tenido que parar y asumir cambios en tu estilo de vida debido a las lesiones. ¿Qué has aprendido de esta etapa?
Maduras bastante cuando las cosas son difíciles. Y cuando hay una lesión, más que en estos últimos meses, ha sido en estos últimos años cuando las cosas no han salido bien, es cuando ves que te tienes que reinventar o resistir a tirar la toalla, cuando más te curtes, cuando más experiencia adquieres. En ese transcurso vine a vivir Madrid y he tenido bastantes cambios en mi vida porque la vida de cualquiera, no sólo de un atleta, va evolucionando. Como piloto de motos llegué a ser profesional a los 15 años de edad y llegué con 20 años al Campeonato del Mundo MotoGP. A lo largo de los años vas evolucionando y quizá tienes una mentalidad diferente con veinte años que con treinta, como cualquier persona. Y es ahí donde tienes que dar los pasos correctos y, sobre todo, priorizar. En este caso mi prioridad es la misma que cuando entré en el Mundial. Es un deporte, es una competición y son los resultados los que cuentan.
¿Crees que el potencial de la Honda es mayor del que se ha demostrado en tus meses de ausencia?
Honda hizo un cambio muy grande. Están trabajando muchísimo, pero un cambio grande no significa ir a mejor. En este caso nosotros hemos hecho un cambio que es mejor que el del año pasado. La moto es mejor, pero hay unos rivales, otras fábricas, que te marcan si ese cambio ha sido suficiente o no. En este caso este cambio no ha sido suficiente. ¿Por qué?, porque hay dos o tres marcas que ahora mismo están por delante de nosotros, pero hablo en plural porque somos un equipo y, cuando se gana, gana todo el conjunto y cuando no salen las cosas todo es en conjunto también. Honda está trabajando mucho para el 2023 porque las cosas no están saliendo. Sé que yo no he estado, pero no es ninguna excusa. Los pilotos que tiene ahora mismo, sobre todo Pol [Espargaró] y Álex [Márquez], son campeones del mundo además de otros que no lo son, y creo que el potencial de todos ellos no es para estar en las posiciones en que han estado.
¿A quién ves como el piloto con más posibilidades de ganar el título en 2022?
MotoGP ahora mismo está muy igualado. Se ve en los resultados, en las clasificaciones, en los diferentes ganadores, pero, como siempre, hay dos o tres pilotos que están marcando la diferencia; Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró. Ellos tres están yendo un poquito más rápido que los demás y están siendo sobre todo más regulares. ¿Quién ganará? No se sabe. Yo creo que Aleix [Espargaró] es la sorpresa y no tiene nada que perder, así que eso juega a su favor. [Fabio] Quartararo es el campeón y [Pecco] Bagnaia creo que en este caso es el que tiene, bajo mi punto de vista, la mejor moto. Cada uno tiene un punto fuerte que tiene que saber aprovechar y explotar al máximo.
Teniendo en cuenta lo que se espera de Honda y la evolución de ese compendio de moto, piloto y equipo que mencionas, ¿esperas luchar por el título en 2023?
Si eres piloto de Honda, estás en el Repsol Honda Team y, bueno, tienes el palmarés que tienes, pues estás obligado a luchar por el Mundial. Es que ese es el objetivo. Cada año, cuando se empieza, la ilusión, la motivación y el enfoque es luchar por el Mundial. Luego los rivales te ponen en el sitio, te dan la respuesta. Te dirán si puedes o no puedes, pero la intención cuando entra el 23, el 1 de enero, es luchar por el Mundial. Luego, lo que no sea ganar no será el objetivo cumplido. Pero durante la temporada también tienes que saber improvisar y, sobre todo, ser realista en cada situación porque la temporada es muy larga y si, por cualquier razón, te cuesta al principio, no puedes tirar la toalla, sino que te tienes que marcar otras motivaciones y otros estímulos pequeños para seguir con las mismas ganas.
Los fabricantes europeos de MotoGP han experimentado un gran salto de competitividad en los últimos años respecto a los japoneses. ¿Cómo ves tú personalmente ese nuevo escenario?
A nivel mundial, la pandemia también afectó a nuestro deporte y, una vez pasada, se ha visto que, a las fábricas asiáticas, Honda, Yamaha y Suzuki, les ha afectado más y yo creo que les ha hecho más daño, sobre todo porque en el 2020 como en el 2021, se hizo la mayoría del campeonato en Europa. Entonces todos los ingenieros asiáticos vinieron a vivir a Europa, pero ya no estaban en la fábrica. Mucha comunicación y nivel de trabajo bajaron un poco, aunque no es ninguna excusa porque al final estás en un campeonato del mundo y tienes que saber adaptarte también al medio, si no te supera, y en este caso, quizá por protocolo y todo lo que conllevó, había fuerzas mayores por las que no se pudieron adaptar. En este caso Honda ha trabajado y ahora mismo siguen trabajando porque en su país ha vuelto la normalidad. Esperemos que para 2023 den un paso grande, pero no les puedo reprochar nada porque veo que el esfuerzo es máximo, la implicación es máxima y que, por ganas, no es. Luego está también el acertar en cada paso.
En estos últimos meses ha habido cambios en tu vida; entre ellos, actualmente vives en Madrid, ¿qué te ofrece esta ciudad para haber decidido cambiar de lugar de residencia?
Decidí mudarme a Madrid por dos razones principales. Una es porque la tercera operación me la hice en Madrid. Ahora ya no tanto, pero, cuando el brazo estaba mal para continuar compitiendo y vimos que el hueso había rotado, tenía muchas revisiones y molestias e intentaba controlar mucho qué estaba pasando para evitar la tendinitis, por lo que estaba viniendo bastante. Luego también porque, cuando entré en un bucle de dos años con la lesión en casa, me apetecía hacer un cambio. Mi estilo de vida no ha cambiado para nada porque tampoco estoy en la ciudad, sino que me encuentro bien a las afueras a nivel de bici, moto y gimnasio. Me ha ido bien hasta ahora y no iba a cambiar nada. El estilo de vida tiene que ser el mismo, pero me doy cuenta de que ahorro tiempo. Ahorro horas en el tren, con eventos y compromisos, pero lo más importante es que en mi profesión, en mi día a día, en mis entrenamientos, no me está afectando para nada. Evidentemente, de vez en cuando, en los fines de semana o entre semana incluso, he podido salir cenar o a tomar algo. Fui a ver a Rafa Nadal, cosa que no había hecho nunca, pero como ahora lo tengo a media hora de casa, pues ya vas y desconectas un poco; todo esto va bien porque al final no estas veinticuatro horas al día pensando en moto. Hay días de descanso en los que la mente tiene que desconectar y esto también me viene bien. Lo importante es sentirte feliz. Si tú te sientes feliz en tu vida personal, en la profesional irás mejor y entonces entras en esa rueda en la que, si lo profesional va bien, en lo personal va mejor y tienes la mente positiva.
✕
Accede a tu cuenta para comentar