
MotoGP / GP de Malasia
Álex Márquez se regala en Malasia una victoria enorme por su subcampeonato de MotoGP
Triplete español en el Gran Premio de Malasia, con Acosta y Joan Mir por detrás de Álex Márquez

Vaya fin de semana y vaya temporada para Álex Márquez, que con dos citas por delante ya tiene todos los objetivos conseguidos. Incluso los que nadie esperaba, como ese subcampeonato mundial que cerró el sábado en Sepang con su segundo puesto en la Sprint. Este domingo ha ido un poco más allá y ha decidido hacerse un regalo con una enorme victoria en la carrera larga de Malasia. Una prueba en la que había que gestionar unos neumáticos que se fundían en un asfalto con mucha temperatura, y en la que demostró una madurez y una calidad que muchos le han cuestionado siempre por ser hermano de quien es.
Pero él siempre ha trabajado sin descanso, a lo suyo, sin escuchar tantas injusticias simplemente por compartir apellido con uno de los mejores de la historia que, por cierto, lo disfruta desde Madrid, desde su casa, mientras se recupera de la última operación en el hombro derecho.
Mejor que los calmantes, lo que le va perfecto para su lesión son los éxitos de su hermano pequeño, con el que ha entrado en la historia al ser primero y segundo en MotoGP, campeón y subcampeón dos chicos que hace unos años jugaban a las carreras por las calles de Cervera, sin imaginar todo lo que vendría después.
"Tener a Marc cerca me da ese plus, esa ventaja. En momentos donde tienes dudas, donde tienes esas pequeñas inseguridades, donde estás más nervioso y no te salen las cosas, él me da tranquilidad. Nos complementamos muy bien", confesaba Álex en Dazn sobre lo que supone tener a su "brother" como consejero.
Durante algunos meses, el de Gresini le discutió el título a Marc, aunque es cierto que muy pronto el "93" impuso su superioridad, sobre él y sobre todos los demás. Para entonces, el objetivo de Álex era el subcampeonato, de muchísimo valor por quitárselo a la otra Ducati oficial, la de Pecco Bagnaia, del que temía que en algún momento reaccionara y comenzara la remontada. Pero no, la regularidad del pequeño de los Márquez se ha impuesto, y no solo eso, porque también ha dado el estirón al ganar por primera vez en la categoría reina. De hecho, lo ha conseguido tres veces, en Jerez, en Montmeló y ahora en Sepang, a lo que hay que sumar diez podios los domingos. Unos números tan brutales como inesperados para algunos.
"Si alguien apostó por ello (su subcampeonato), se ha forrado. Es así y esa es la realidad. No hay que olvidar que estamos en un equipo independiente con una moto del año pasado. Dependes mucho del paso adelante que den los otros. El año pasado tuvimos la mala suerte de que Ducati dio un paso al frente muy grande y este año hemos tenido la suerte de que no lo han hecho tan grande", confesaba siempre con esa humildad que algunos han usado para dudar de él.
"Personalmente, soy un piloto muy autocrítico conmigo mismo, que me sé vender muy poco. Por eso mucha gente, de alguna manera, no me valora muchísimo porque no sé engañar a la gente", continuaba sobre su forma de ser y su trayectoria en el motociclismo.
En la carrera de Malasia no ha dudado nada, ha demostrado que es un grande ahora mismo y ha atacado en las primeras vueltas, para después escaparse con mucha autoridad, alcanzando el segundo de ventaja y después administrándolo como un veterano. Ha liderado un podio totalmente español, con Pedro Acosta en la segunda plaza y Joan Mir tercero, feliz de confirmar que la Honda empieza a ser competitiva otra vez.
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