MotoGP / GP de Indonesia

MotoGP: Jorge Martín saca el martillo en Indonesia y a Márquez se le quema la moto

El madrileño se venga de su error de la Sprint Race con una victoria arrasando de principio a fin. Bagnaia alcanza un tercer puesto y la distancia entre ambos se queda en 21 puntos. Marc tuvo que abandonar con el motor de su Ducati en llamas

Jorge Martín celebra su victoria en el GP de Indonesia
Jorge Martín celebra su victoria en el GP de IndonesiaAgencia EFE

No hay mejor forma de levantarse de una caída que ganar arrasando, y eso es lo que ha hecho Jorge Martín en Mandalika. La caída del sábado le dolió mucho, porque iba líder y sólo era la primera vuelta, pero iba demasiado rápido y la falta de grip de la curva 16 no le perdonó. Un paso atrás que borró de su cabeza para vengarse a lo grande en la carrera larga, donde salió disparado cuando se apagó el semáforo y lideró las 27 vueltas en solitario, luchando sólo contra su cabeza.

En Indonesia empezó a perder el Mundial de MotoGP de 2023 y en ese mismo lugar ha podido empezar a ganar el título de 2024. El curso pasado se cayó allí y se le fueron muchas de sus opciones de campeonato en su lucha con Pecco Bagnaia. En la vuelta 13 se cayó y se quedó varios minutos apoyado en el muro, con el casco puesto y mirando al infinito, o a la nada más bien.

Por eso este domingo confesó que se le aparecieron los miedos cuando pasó esa vuelta 13, temeroso de que la historia se volviera a repetir. Y lo mismo le sucedía cada vez que trazaba la curva 16, la que le castigó en la Sprint Race y donde bajaba el ritmo para no tentar a la suerte.

Esas dos barreras psicológicas las saltó el madrileño con mucha autoridad y esa fuerza mental que es una de sus mejores características. Después de hacer el error el sábado, ha firmado una actuación perfecta 24 horas después para volver a estirar un poco su ventaja en el liderato. Su primera victoria en cinco meses en una carrera larga, algo que no conseguía desde Le Mans y que le llega en un momento ideal, porque le sirve para dar un golpe en la mesa en su pulso con Pecco.

Había perdido en la Sprint 12 de los 24 puntos que tenía de colchón y volvió a disparar su ventaja a los 21 después de su victoria en Indonesia, un lugar que odiaba un poco y que ahora vuelve a amar. De hecho, quiso pararse en la curva 16 durante su celebración. Se arrodilló allí y golpeó el asfalto con los puños, ese metro cuadrado del trazado donde se fue al suelo el sábado y por donde pasó sin daños 27 veces este domingo.

"Estoy contento, primero, por acabar, quería pilotar al 80 por ciento y he tenido que pilotar al 130 porque venía Pedro Acosta. No era un día fácil después de lo del año pasado y de lo de ayer. En la vuelta 13 me vinieron fantasmas del año pasado, pero esta lección la hemos aprendido. Y cada vez que pasaba por la curva 16 aflojaba por miedo a caerme. Estoy contento por volver a ganar un domingo, que ya hacía tiempo", confesaba Martín en Dazn después de su victoria y dispuesto a hacer menos errores a partir de ahora. "Hay que encontrar ese equilibrio para estar en tensión, alerta y sin confiarme, porque en cuanto me confío llegan los fallos", añadía feliz por seguir en el liderato antes de viajar a Japón.

La siguiente parada es Motegi, un circuito que se le da algo mejor a Bagnaia, que rescató un tercer puesto, pero que no tenía ninguna gana de sonreír. No estaba contento para nada, porque falló en la salida y se tomó la primera vuelta con demasiada tranquilidad. "Me faltaba poder frenar fuerte, otros han sido mejores que yo, así que tendré que aprender cómo hacerlo. He perdido ocho vueltas tratando de adelantar a Bezzecchi, él tenía más tracción y se me iba. Y otra vez ha sido difícil la salida", confesaba Pecco, que ha recortado algunos puntos pero sigue por detrás en la clasificación y va a necesitar algo más.

Marc Márquez, en llamas

El piloto de Cervera no pudo terminar la carrera en Mandalika porque el motor de su Ducati se rompió y empezó a arder en plena pista. Marc lo vio rápidamente y se salió de la trazada porque el aceite empezaba a derramarse. Justo habían cambiado la moto a última hora por unos problemas de frenos y resultó que la elegida tenía el propulsor en las últimas. "Cuando ganamos, ganamos todos y cuando perdemos, también. Son cosas que pueden pasar en la competición. Las piezas mecánicas también pueden fallar. Es una pena porque teníamos el tercer puesto a tiro si se daban algunas circunstancias", explicaba Marc Márquez, que se aleja definitivamente de la cabeza pero mantiene su lucha por el tercer puesto con Bastianini, que se fue al suelo poco después y tampoco puntuó.