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Mou, al Madrid por ahora no

El Manchester United despide al portugués tras una inversión de más de 400 millones. En Old Trafford sueñan con Zidane.

Mourinho, ayer en el coche, después de dejar el Manchester United
Mourinho, ayer en el coche, después de dejar el Manchester Unitedlarazon

El Manchester United despide al portugués tras una inversión de más de 400 millones. En Old Trafford sueñan con Zidane.

Mourinho está libre y esa noticia, el recuerdo del entrenador portugués, genera sentimientos encontrados en la afición blanca: una nostalgia creciente en muchos aficionados e inquietud en otros tantos. Pese a que después de él, el Madrid ha ganado cuatro Champions y hoy empieza la conquista del tercer Mundial de clubes seguido, pocos entrenadores consiguen que se remuevan tantas cosas en el madridismo. Así, sólo su marcha del United provoca un terremoto de palabras a favor y en contra.

Mucha más tranquilidad, en cambio, se vivió dentro del club, que no se planteaba la vuelta del entrenador portugués. Sí es verdad que dejó un buen recuerdo dentro de la institución. Se le consideraba un defensor del madridismo por encima de todo y el hombre que hizo que el Real Madrid alcanzase la altura del Barcelona de Guardiola y le hiciese frente. «Es un gran entrenador y es una pena que esté sin club. No decido yo, pero agradezco mucho a Mourinho por lo que hizo por mí dentro del Madrid», aseguró ayer Marcelo cuando le preguntaron en Abu Dabi.

Su carácter, su necesidad de vivir y mantener a todos en una tensión permanente provocó mucho ruido y estrés, puede que no siempre necesario. Entre lo bueno y lo malo, en el club se quedan con lo bueno. Y las relaciones entre los directivos y el entrenador son más que cordiales. Cuando se marchó no se fue de malas y el contacto entre ambas partes es constante.

Pero, aunque el recuerdo sea positivo y ambas partes se miran con agrado, no se considera ahora su regreso. El plan es Solari. Para ahora y para dentro de varios años, por lo menos eso dice su contrato. «Tengo la máxima admiración y respeto por todos mis colegas, tanto profesionales como amateurs. Con más razón, a los que han sido parte del club y nos han dado alegrías. Cómo podría inquietarme que haya rumores alrededor del Real Madrid. Sucede cada día y me parece parte de la normalidad», explicaba el entrenador argentino en la conferencia de Prensa antes del duelo de esta tarde. Y si, por cualquier cosa, el argentino no funciona o no consigue los objetivos planteados, hay varias opciones. Mourinho no tiene más ventajas que otros entre ellas.

Debe ser de las primeras veces que el portugués se queda sin un destino claro después de abandonar un club. Del Inter llegó al Real Madrid, cuando se fue del Santiago Bernabéu se marchó al Chelsea y de allí estaba convencido de que su futuro iba a continuar en el United. Ahora, sin embargo, no hay ningún club necesitado de un entrenador con urgencia. Al menos por ahora.

Despedido del Chelsea y despedido ayer del Manchester United, el entrenador tiene que decidir qué hace a partir de ahora y ver qué opciones reales se le plantean. La experiencia del United ha sido agridulce. Empezó bien, con la victoria en la Liga Europa en la primera temporada, probando la capacidad de Mourinho para crear bloques y convencer a sus futbolistas de su manera de jugar. Pero con el paso del tiempo las relaciones dentro del club inglés se han ido torciendo tanto del entrenador para arriba, como del entrenador para abajo. Su guerra con los dueños del United ha sido pública porque no estuvo de acuerdo con los fichajes con los que se quiso reforzar la plantilla. Desde el principio, antes de que comenzase la temporada de manera oficial, el entrenador dejó muy claro y públicamente que no le habían traído lo que había solicitado. En el club debían considerar que los 434 millones gastados en fichajes desde que se contrató al portugués eran dinero suficiente.

A partir de ahí casi nada fue bien y en esa tendencia negativa salió lo peor del entrenador. Se enfrentó con Pogba, el fichaje más caro de la entidad inglesa, le quitó la capitanía, le dejó en el banquillo y en algunas imágenes de entrenamientos, se vieron que apenas se soportaban. Eso ha enturbiado las relaciones en el vestuario. La salida de Mourinho casi era la única posibilidad para intentar arreglar la situación.

La paciencia de los dueños del United se acabó con la derrota frente al Liverpool el pasado fin de semana. El duelo contra el líder de la Premier tenía que medir la capacidad competitiva de un equipo que apenas la ha demostrado en lo que va de curso. El test acabó con suspenso. «Queremos agradecerle su trabajo durante su etapa como entrenador y le deseamos suerte en el futuro», decía el comunicado del club. Ahora mismo, el United es sexto, a 19 puntos del Liverpool, con sólo 17 jornadas disputadas, y a 11 de la zona «Champions», que cierra el Chelsea.

Es justamente la competición europea a lo que se agarra el United para mantener la esperanza de una temporada que pocos creen que se pueda enderezar. El equipo jugará los octavos contra el PSG, en uno de los duelos más apasionantes del torneo y se espera que pueda hacer frente al conjunto de Neymar y compañía. Ya no estará Mou para la eliminatoria.

En Old Trafford dicen que va a ser un entrenador interino el que dirija el vestuario hasta el final de temporada. Después se quiere fichar un técnico para que empiece un proyecto ganador. El nombre que más suena también llena de recuerdos a los madridistas: Zidane.