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Las reacciones a las palabras de Salah sobre el Liverpool

Varias personalidades se han pronunciado sobre este último acontecimiento

Mohamed Salah, delantero del Liverpool.
Mohamed Salah, delantero del Liverpool.PETER POWELLAgencia EFE

Desde su renovación con el Liverpool FC en abril de 2025, muchos esperaban que Mohamed Salah siguiera agrandando su legado en Anfield. Sin embargo, estos últimos días han representado uno de los momentos más convulsos de su carrera con el club. Tras haber sido suplente en tres partidos consecutivos —el último, el empate 3-3 ante Leeds United en el que no saltó al campo— Salah estalló públicamente. Dijo sentirse traicionado, afirmó que su relación con el entrenador Arne Slot se había roto y dejó entrever que había gente en el club que no quería que siguiera vistiendo la camiseta roja.

Estas declaraciones provocaron un fuerte impacto dentro y fuera del equipo. Para muchos, este reproche público marca una ruptura difícil de reparar. Una trayectoria brillante —hecha de goles, asistencias y noches memorables— ahora vive un giro inesperado, empañado por tensiones internas e incertidumbre.

El contexto del equipo añade gravedad a la situación: Liverpool atraviesa una temporada convulsa, lejos de su mejor versión, con resultados irregulares y un ambiente cargado de presión. En ese clima, que una de sus figuras cuestione su rol públicamente no ayuda, sino que más bien añade leña al fuego.

Algunos expertos opinan que esta actitud podría pasar factura al legado de Salah. A pesar de sus logros, su reciente reacción ha sido tildada de “desagradable” e “irrespetuosa” hacia compañeros, cuerpo técnico y aficionados. Esa mancha —dicen— podría persistir, especialmente si no hay un gesto de humildad o reconciliación.

Hoy la pregunta ya no es tanto si recuperará la titularidad o reencontrará su mejor versión, sino si su etapa en Liverpool ha tocado fondo. Que una leyenda del club cuestione así su continuidad y autoridad marca un punto de inflexión. Si no reflexiona, podría terminar dejando un sabor amargo, no solo en su presente, sino en cómo se recuerde su historia en Anfield.