Boxeo
Sandor Martín se queda sin el cinturón de campeón del mundo de los superligeros
El dominicano Alberto Puello retiene el título por decisión dividida de los jueces
Sabía Sandor Martín que necesitaba hacer algo más que el poseedor del título para llevarse el cinturón de campeón del mundo del peso superligero. Pero no tenía prisa el español. Dejaba caer los golpes poco a poco a la espera de que hablaran las cartulinas o una mano definitiva. No le impresionaba el imponente escenario, el Barclays Center de Brooklyn, en Nueva York.
«Hay que hacer un poquito más», le decía Rafa, su padre y preparador, desde la esquina después del quinto asalto. Un asalto más que sumaba para él, aunque no dejaba de estar igualada la pelea. «Estás ganando los asaltos ajustadamente, hay que ganarlos más claros», añadía Rafa. En caso de duda las puntuaciones de los jueces son conservadoras y acaban favoreciendo al campeón.
Eso lo sabía Sandor, que se olvidó por una vez de la calculadora. Quería hacer daño para regresar a España con el cinturón y eligió el camino adecuado desde el comienzo. El español tomó el centro del ring, mientras Puello intentaba escapar de las cuerdas. Son dos boxeadores parecidos: zurdos y rápidos y los dos salieron con valentía al cuadrilátero. Las manos de Puello son ágiles y lanzaba golpes con facilidad.
Para Sandor era más sencillo esquivarlos en la primera mitad de la pelea, cuando todavía no faltaba el aire y las piernas estaban frescas, aunque un pequeño corte en la ceja lo amenazara desde el segundo asalto.
A medida que avanzaba el combate, Martín empezaba a acusar el tiempo de inactividad. Llevaba más de un año sin boxear, no disputó ninguna pelea en todo 2024 y el ritmo de Puello es castigador, aunque tardara en empezar a sacar las manos con facilidad. Lo hizo a partir del octavo asalto, cuando a Sandor ya le costaba más asumir el mando, tomar el centro del ring y sacar las manos.
Puello tenía el cinturón y el tiempo para jugar con él y acabó dando la vuelta a las puntuaciones en la segunda parte del combate. Era su primera defensa del título y no quería despedirse de él tan pronto. Martín pareció reaccionar en el noveno asalto con una buena combinación de golpes, pero no era suficiente.
El cansancio parecía afectar más al español, que fue cediendo terreno al campeón. Tenía razón su padre, hacía falta algo más para llevarse el cinturón a Barcelona. Pero las fuerzas fallan a veces. Y a Sandor se le iban acabando.
No hubo una mano definitiva del español que acabara con la pelea antes de tiempo. Cuando llegó el momento de que el speaker anunciara las puntuaciones de los jueces advirtió de que había decisión dividida. El primer nombre que pronunció fue el de Sandor, ganador en las puntuaciones del primero de los jueces por 115-113. Mala señal. El siguiente juez dio las mismas puntuaciones, pero a favor de Puello, al que conocen como la «Avispa». Quedaba uno, el último, que dio ganador a Puello por 116-12. Sandor, que acabó con un corte más pronunciado en la ceja el último asalto, tendrá que esperar para cumplir su sueño.