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Entrevista

Paula Badosa: “Otra vez genero expectativas, pero ahora estoy preparada”

La tenista habla sin reparos de la depresión que sufrió al llegarle el éxito de niña. El mensaje que manda es que de ahí se sale. Ahora es «top 10» y va a disputar en México las WTA Finals

Paula Badosa entrenando en Guadalajara (México), donde se disputan las WTA Finals
Paula Badosa entrenando en Guadalajara (México), donde se disputan las WTA FinalsAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Paula Badosa (Nueva York, 23 años) ganó Indian Wells, ha entrado en el «top 10» y disputa las WTA Finals, el torneo de Maestras (10-17 de noviembre). Está en el grupo Chichén Itzá con Sabalenka, Sakkari y Swiatek. El otro grupo, el Teotihuacán, es el que abre la competición con el Krejcikova-Kontaveit (21:00, Tdp) y el Garbiñe Muguruza-Pliskova (2:30 de la madrugada del miércoles al jueves, Tdp). Badosa cumple un sueño al que le ha costado llegar. Pese a ser tan joven ya tiene mucho vivido, pues pasó una depresión después de la expectación que creó al despuntar tan joven y ganar Roland Garros júnior en 2015. Su ídolo era Maria Sharapova y ha heredado parte de su juego: «Era una guerrera», dice.

Ha pasado un tiempo desde su victoria en Indian Wells. ¿Lo ha asumido ya?

Sí, a ver, comparado con el momento en el que pasa todo lo voy asimilando poco a poco. Supongo que cuando de verdad lo voy a asimilar va a ser cuando esté ya la temporada acabada y esté unos días descansando y pueda recapacitar de todo este año.

¿Necesita ya ese descanso?

Sinceramente, llevo un mes diciendo que necesito descansar un poco, la verdad, pero estoy teniendo grandes alegrías y eso hace que siga motivada y obviamente estoy con muchísimas ganas de jugar en México las WTA Finals.

Merece la pena ese último esfuerzo...

Sí, la verdad que lo merece.

¿Qué había detrás de las lágrimas tras ganar Indian Wells?

Muchos años de trabajo, sufrimiento, luchar, también un sueño cumplido...

Pasó por una depresión, que se ha recordado mucho tras su triunfo. ¿Le molesta que se hable de ello?

No, no me molesta. Tampoco tengo la mejor sensación dentro de mí cuando hablo de ello porque es algo que he sufrido, pero no me importa hablarlo, creo que es bueno, que hay que normalizarlo, cada vez hay más deportistas que lo hacen, por suerte, y el mensaje que quiero enviar es que se pueden pasar por esos momentos, pero luchando y creyendo se pueden superar y triunfar.

¿Cómo es ese agujero?

Son momentos muy difíciles, en mi caso era muy joven, no estaba preparada para manejar todas esas expectativas y esa presión. Todo lo que se me puso encima, yo no era tan madura ni tan fuerte mentalmente como para sobrellevarlo, y al final vas cayendo en el agujeros que dices de desconfianza, inseguridad, autodestrucción... Todas esas cosas negativas que durante un tiempo han estado muy presentes.

¿Es más una presión propia o la que viene de fuera?

Al final yo siempre he sido una persona muy exigente y me he presionado mucho a mí misma, he sido muy perfeccionista, y creo que eso siempre va a ser así y no es malo, para mejorar necesitas serlo. Sinceramente, cuando me pasó todo eso fue más externo; al final yo soy la misma, o sea, que me pongo la misma presión ahora que con 17, que con 20 y que me pondré con 30. Cambiaba que externamente había muchas expectativas, creo que ahora vuelve a haber muchas, es normal, estoy en otra posición, pero creo que gracias al proceso este que pasé estoy mucho más fuerte y preparada para llevarlo.

¿Es fácil encontrar ayuda?

Bueno, sí, me ayudaron, creo que también en momentos en los que estás así es importante rodearte de buena gente, también escuchar, ser humilde y saber que hay que sufrir para luego disfrutar.

¿Cree que se prepara a los deportistas jóvenes para vivir esos momentos?

No, sinceramente, no se nos prepara para eso. Pienso que es algo que se podría mejorar. Al final, tan importante es enseñar a pegar una derecha o un revés como enseñar la parte mental, creo que es clave, y creo que nunca estamos preparados para llevar a cabo todo lo que rodea un deporte como el tenis, estar preparado para jugar delante de 20.000 personas, mucha gente viéndote, esperando cosas de ti... Al final también juegas contra ti aparte de contra un rival; hay muchas cosas para las que no estamos preparados y hay que estarlo y pienso que de jóvenes deberían prepararnos un poco más en ese sentido, y más en el tenis que es un deporte muy duro y muy mental.

Pero le puede pasar a cualquiera. Mire lo que sucedió en los Juegos con Simone Biles...

Lo que hace ella es muy duro y escucharlo es duro. Yo empatizo, obviamente, con deportistas como ella y al final está muy bien que grandes atletas que han hecho historia digan esto y lo normalicen.

Está entre las mejores, así lo dice el ránking. ¿Cómo se siente?

Muy orgullosa. Era lo que llevaba persiguiendo toda mi vida, yo entrenaba y entreno para estar entre las mejores del mundo y estoy cumpliendo ese sueño. Ahora tengo que trabajar más que nunca para mantenerme ahí, para disfrutar porque yo como disfruto es en rondas finales, jugando contra las mejores, porque al final ellas te hacen mejor cada día, te retan...

¿De verdad se disfruta en un partido como la final con Azarenka?

Es una combinación de sufrir mucho, a ratos disfrutas... Al final tienes que encontrar ese placer en el sufrimiento.

Tiene 23 años, pero ya mucho vivido... ¿Qué ha aprendido de todo este proceso?

Muchas cosas, al final gracias a todo ese proceso, gracias a este deporte soy la persona que soy tanto dentro de la pista como fuera, he aprendido a ser perseverante y no dejar de luchar por nada del mundo.

Defínase en la pista.

Pienso que soy una persona luchadora, intento no rendirme hasta el último punto, me gusta transmitir eso, esa garra, esa competitividad... Soy muy competitiva. Pienso que soy una jugadora que tiene un juego bastante ofensivo y que le gusta tener el control, dominar y ser agresiva.

¿Tiene margen de mejora?

Sí, me queda mucho margen. Me quedan muchas cosas para mejorar, unas más y otras menos, y cada día intento mejorar ese uno por ciento para ser mejor tenista.

En su deporte casi cada semana se pierde, siempre se cometen errores... ¿Cómo se lleva eso?

Es un deporte en el que se convive con el error constantemente y con la derrota, por eso también es tan mental y duro. Al final, yo soy sincera, Indian Wells quizá no lo hubiese ganado si no hubiera perdido en Roland Garros en los cuartos de final [contra la eslovena Zidansek, 7-5, 4-6 y 8-6], fue una derrota muy dura, quizá de las más duras de mi carrera, me hizo mucho daño pero pienso que es donde más aprendí, donde aprendí a gestionar en las rondas finales y en los momentos importantes cómo sobrellevar esa presión.

¿Le duele mucho perder o es de las que se le pasa rápido?

Siempre me han dolido mucho las derrotas. Normalmente las llevaba mal, creo que con el tiempo las estoy llevando mejor, estoy intentando aprender que también de las derrotas se aprende mucho, quizá donde más porque es donde más prestas atención para saber en qué te has equivocado, para mejorar la siguiente semana. Poco a poco voy teniendo esa filosofía.

¿Tenían algún ídolo de niña?

Siempre fue Maria Sharapova por lo que transmitía tanto dentro como fuera de la pista. Creo que mentalmente ha sido de lo mejor que ha habido en el tenis, una gran luchadora, muy guerrera. Aparte, su estilo, su juego en pista me gustaba mucho.

Una pena que no haya podido ir a la Copa Federación...

Me ha dolido mucho, pero era incompatible con mi calendario. Me hacía mucha ilusión, hacía mucho que llevaba hablando de que quería representar a España, que quería compartir esa semana con mis compañeras, con las que tengo una gran relación, y creo que era bonito llevar a España a intentar ganar una Copa Federación. Es algo muy especial y me ha dolido mucho esa decisión, pero no se podía gestionar de otra manera.

El calendario es de locos...

Es una locura, viajas de un continente a otro, un sitio frío y el otro calor, más a nivel del mar y en México casi a 2.000 metros, condiciones extremas cuando llevas muchas semanas compitiendo; en mi caso también estuve en los Juegos, no tuve mucho descanso, apenas pasé por casa... Se hacía todo muy ajustado y muy difícil de compaginar.

A veces no sabrá ni dónde está...

Sí, me suele pasar, a veces me despierto y necesito unos segundos para saber en qué país estoy.

¿Debe ser el tenis una obsesión o hay que relativizarlo?

Una mezcla. Para ser bueno tienes que tener un punto de obsesión porque al final quieres ser mejor cada día y te tienes que obsesionar en que quieres mejorar y eso creo que es así, pero también tienes que saber combinarlo con momentos de desconexión porque al final no es bueno ni sano tener tenis en la cabeza 24/7. Las horas que estés en la pista tienes que hacerlas al cien por cien, pero luego tener tu tiempo para relajar la cabeza y el cuerpo.