Tenis
Simona Halep devora a Paula Badosa (6-1 y 6-2) en octavos de Wimbledon
La única superviviente española del cuadro femenino dijo adiós en un recital de la rumana (6-1 y 6-2). Paula estuvo muy lejos de la jugadora que ilusionó en las tres primeras rondas
En un cuadro femenino en el que casi la mitad de las supervivientes en la segunda semana no eran cabezas de serie (7/16) ya no quedan españolas. Paula Badosa se estrelló ante Simona Halep. La campeona en 2019 y ex número uno del mundo se impuso por 6-1 y 6-2 en una hora. Badosa alcanzaba por primera vez la cuarta ronda en un torneo del que sale con buenas sensaciones. Su primera semana, en especial el partido ante Kvitova, fue muy notable. El anuncio de que está capacitada para llegar más lejos en Londres. Pero la que se metió entre las ocho mejores fue Halep que se medirá a la ganadora del Anisimova-Tan.
Badosa estuvo desconocida. Las cifras no engañan: un solitario golpe ganador; una docena de errores no forzados; trece puntos ganados en todo el primer set... De la raqueta dominadora en las tres primeras rondas a una jugadora sometida ante una Halep muy mandona. Y eso que la española empezó apuntándose el primer juego del partido en blanco, pero ya no fue capaz de sumar más en el primer parcial. Halep se instaló en el fondo de la pista y desde allí su raqueta protagonizó un monólogo. Todo lo bueno que se vio lo protagonizó la ex número uno del mundo. Badosa llegó a dominar algunos puntos con su potencia, pero los errores terminaban lastrándola.
Badosa estaba obligada a olvidar el meneo sufrido en menos de media hora. Y se rehizo de inmediato porque en el tercer juego dispuso de la primera bola de break. Fue un aviso, un espejismo en realidad, al que respondió Halep con su ambición y las ganas de mandar. La rumana en el cuarto juego trató de noquear a Badosa. Dispuso de tres bolas de ruptura porque además de atacar con mucha intención también era capaz de defenderse desde el fondo. Badosa salvó la primera situación que la podía colocar al borde del abismo. Pero su servicio no estaba a la altura de lo que había mostrado en las tres rondas anteriores. Y en el sexto juego lo volvió a evidenciar. Hubo otras dos bolas de ruptura de Halep, que la rumana no dejó escapar. Con la Badosa de anteriores partidos hubiera habido una posibilidad real de cambiar el signo del partido. Pero en la Central no funcionaba ni el tenis ni la cabeza de la española. Halep olió los cuartos con un nuevo juego en blanco. La resistencia de Badosa no dio para más.
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