Eliminado

La épica de Davidovich no basta para tumbar a Berrettini

El malagueño cayó en cinco sets ante el italiano (3-6, 7-6, 6-3, 4-6 y 6-2) después de tres horas y 46 minutos de pelea

Alejandro Davidovich Fokina se lastimó la rodilla izquierda en el quinto set ante Berrettini
Alejandro Davidovich Fokina se lastimó la rodilla izquierda en el quinto set ante BerrettiniJUSTIN LANEAgencia EFE

Alejandro Davidovich Fokina se quedó cerca de los cuartos de final del US Open después de un partido tremendo ante Matteo Berrettini. El italiano terminó imponiéndose por 3-6, 7-6 (7/2), 6-3, 4-6 y 6-2 después de tres horas y 46 minutos.

Peleando hasta el último punto (tuvo un mal giro en la rodilla izquierda en el desenlace del quinto set que le obligó a ser atendido por el fisioterapeuta), el malagueño, número 39 de la ATP y finalista este año en el Masters 1.000 de Montecarlo, se quedó a las puertas de igualar su mejor resultado en un Grand Slam, los cuartos de final en París del curso pasado. Berrettini se medirá ahora con el vencedor del Casper Ruud-Corentin Moutet.

Muy concentrado desde el comienzo, Davidovich se puso con 0-40 en el primer turno al saque de su rival y encarriló pronto el primer set con un 0-3 en quince minutos. Frente a la seguridad de Davidovich, que estaba leyendo perfectamente el partido para saber cuándo y cómo atacar, Berrettini se mostraba irregular y errático y no pudo imponer su saque y su derecha. Sin dudas con su servicio, Davidovich sacó con 3-5 para llevarse el set. Ahí, tuvo un pequeño momento de peligro cuando Berrettini se situó con 0-30, pero el español respondió de maravilla ganando cuatro puntos seguidos para adjudicarse el primer set en 36 minutos y con el 84 por ciento de sus primeros servicios ganados.

El italiano continuó con su progresiva mejoría y exhibió en la segunda manga un juego desde el fondo de la pista más incisivo. Sin embargo, esa agresividad le llevaba a cometer errores mientras que Davidovich estaba haciendo un gran trabajo a la hora de limitar sus fallos. Con 2-2, el español se sacó de la manga un resto brillante y logró un “break”, pero justo a continuación Berrettini le devolvió el golpe y el set continuó igualado. Con las fuerzas ahora sí equilibradas, Davidovich solventó con su servicio y con valentía una bola de set en contra (5-4 y 30-40). Ya en la muerte súbita, Berrettini se soltó, su derecha carburó de maravilla y se anotó el reñido segundo set tras una hora de juego.

La inercia positiva para el italiano continuó en la tercera manga ya que rompió el primer turno al saque de Davidovich. El viento soplaba ahora a favor de Berrettini mientras Davidovich se esforzaba por recuperar tanto las sensaciones como la energía del primer parcial. Sin embargo, los errores no forzados empezaban a acumularse en la cuenta de Davidovich, Berrettini seguía al timón del partido y finalmente el italiano se llevó la tercera manga desde el resto y con bastante comodidad tras 40 minutos.

Gritaba y agitaba los brazos Davidovich en busca de una reacción épica y encontró la chispa en una enorme derecha paralela a la línea sobre la que construyó su rotura de saque en el tercer juego del set (1-2). Los ánimos de “¡Foki, Foki!” se escuchaban entre punto y punto en el estadio Louis Armstrong de Nueva York y Davidovich recuperó la firmeza con su saque y su derecha de los primeros compases del duelo. El español contó con un punto de set desde el resto, pero tuvo que esperar a su servicio para ganar la cuarta manga poco después de que se superaran las tres horas de juego.

Parecía que Davidovich llegaba al parcial definitivo con un impulso extra, pero el encuentro ya estaba entonces en el terreno de las emociones y no de la lógica. Davidovich perdió su primer turno al saque, reaccionó de inmediato con un “break” y volvió a perder su servicio a continuación (3-1 para Berrettini). Además, Davidovich dio el susto poco después al torcerse la rodilla izquierda en un mal giro y pidió asistencia médica con 4-2 para el italiano. El español regresó a la pista mermado físicamente y poco pudo hacer ya ante un Berrettini con aplomo en el tramo final y que acabó con el sueño de Davidovich en Nueva York.