Imparable
El año de locura de Alcaraz: del “no he visto a nadie golpear tan fuerte” a campeón del US Open y número uno
El español se dio a conocer al mundo en el US Open 2021 con su victoria ante Tsitsipas. Así ha sido su crecimiento desde ese momento
A Carlos Alcaraz le va todo demasiado rápido, pero acepta el reto. “No tengo miedo a la situación”, decía justo después de vencer a Tiafoe y clasificarse para la primera final de un Grand Slam, en el US Open. Precisamente en Nueva York, en 2021, se puede decir que de alguna manera empezó todo. Este ha sido su año de locura hasta convertirse en el nuevo rey del tenis.
Septiembre de 2021: “No he visto a nadie golpear tan fuerte”
Carlos Alcaraz ya era un tenista que estaba en boca de todos, pero todavía no había llegado su gran presentación mundial. Debutó en un torneo ATP en 2020con 16 años, y venció a Alber Ramos en Río de Janeiro. En 2021 ya empezó a disputar con regularidad torneos ATP, que seguía combinando con algún Challenger. Jugó el Open de Australia y Roland Garros tras pasar la previa y en Wimbledon ya sí entró directamente en el cuadro final. Logró victorias en todos los Grandes. En Umag llegó el primer título, un ATP 250. Y en el US Open, el “aquí estoy”, con un espectacular triunfo sobre Stefanos Tsitsipas en tercera ronda, su primera victoria ante un “top 10″, pues el griego era el 3 del mundo. Tras sucumbir en cinco sets por 6-3, 4-6, 7-6 (7/2), 0-6 y 7-6 (7/5), Tsitsipas se rindió al juego del español: “Puede ser un aspirante a títulos de Grand Slam. Tiene el juego para estar allí”, dijo. Y añadió: “Su velocidad de pelota fue increíble. Nunca había visto a alguien golpear la pelota con tanta fuerza. Tomó tiempo adaptarse, desarrollar mi juego en torno a su estilo de juego”. El fenómeno Alcaraz empezó por la entidad del rival, el escenario y la forma de vencerlo. Llegaría a cuartos, donde tuvo que retirarse por lesión. Después del US Open, Carlos ya era el 38 del mundo.
Noviembre de 2021: una lección aprendida
Después de su estruendosa participación en el US Open, Carlos Alcaraz volvió a derrotar a un “top 10″, Berrettini, y superó a una leyenda como Murray, ambos en Viena en octubre. Entró en el cuadro final del Masters 1.000 de París-Bercy y allí jugó por primera vez en un torneo ATP con Sinner (ya lo habían hecho en un Challenger en Alicante) con victoria para el español en un duelo que apunta a clásico de los próximos años. En octavos de final se enfrentaba al local Hugo Gaston y allí vivió un colapso: con el público volcado en animar a su tenista, Alcaraz se vino abajo. Iba ganando 5-0 en el segundo set y cedió siete juegos seguidos para perder el partido por 6-4 y 7-5. Así reflexionaba a final de curso sobre esa situación en una entrevista con LA RAZÓN: “Hablamos un poquito del partido [con su entrenador, Juan Carlos Ferrero], de cómo me vi yo en pista, de mis sensaciones... Fue difícil en el momento, gestionar las emociones y saber llevarlo. Pero días después, ya con calma, me doy cuenta de lo importante que ha sido pasar por esa experiencia. Creo que puedo decir que estoy contento de haber podido pasar por esa experiencia tan pronto y haber aprendido eso tan pronto.
También en noviembre disputó las ATP Next Gen Finals, el Torneo de Maestros para menores de 21, y se le quedó pequeño. Lo conquistó y entre sus víctimas, tenistas que ya suenan en el circuito: el danés Rune, de su generación; Nakashima, Cerúndolo, Baez y Korda.
Febrero de 2022: un nuevo Alcaraz y primer ATP 500
Tras no poder debutar en la Copa Davis a finales de 2021 por covid, el español hizo una pretemporada muy intensa para el que se presentaba como un año importante en su carrera. Con un físico cambiado, más musculado, y mejorando detalles que explicaba en este periódico Antonio Martínez Cascales, fundador de la escuela JC Ferrero Equelite y uno de los hombres que guía su carrera: “Hicimos más trabajo de resistencia en circuito y pista. Y velocidad de reacción”, desveló. “Y trabajamos detalles del saque y detalles de la derecha cuando él tiene que hacer todo porque le viene muy llovida”. En el Open de Australia, al que fue sin torneo previo, sólo le paró Berrettini en el súper tie break del quinto set. En Río de Janeiro levantó su primer ATP 500 (Berrettini, Fognini o Schwartzman entre sus víctimas). Entró en el “top 20″ y debutó por fin en la Copa Davis.
Abril de 2022: la explosión definitiva
Carlos Alcaraz ya se había convertido en uno de los mejores jugadores del mundo y no tardó en demostrarlo en los dos primeros Masters 1.000 del curso. En Indian Wells únicamente le pudo frenar Nadal en semifinales en un partido marcado por el viento. Ya se había enfrentado con su ídolo en 2021 en Madrid, y recibió una paliza. Este segundo cara a cara tuvo poco que ver y estuvo en el filo: 6-4, 4-6 y 6-3 para Rafa, que justo ese día se fracturó la costilla que le retrasó el arranque de la tierra batida.
Fue un aperitivo para el segundo Masters 1.000, Miami, en el que Alcaraz se convirtió en el tercer jugador más joven de la historia en ganar un torneo de esta categoría. Su víctima en la final fue precisamente Ruud, mismo rival que en la final del US Open.
Mayo de 2022: la confirmación
Alcaraz no después de Miami y se convirtió en el jugador del momento con el arranque de la gira europea de tierra batida. Venció en el Barcelona Open Banc Sabadell, el mítico Conde de Godó, y en el Masters 1.000 de Madrid, donde logró imponerse de forma consecutiva a Rafa Nadal y Novak Djokovic. De postre, Zverev en la final, que apenas le duró una hora. Ya podía decir que era un “top 10″.
Agosto de 2022: más lecciones en la mochila
Tras sus deslumbrantes abril y mayo había expectación por ver qué podía hacer Alcaraz en los Grand Slams. No tuvo un mal papel. En Roland Garros perdió contra el mejor Zverev y en Wimbledon contra un Sinner inspiradísimo. En ambos duelos arrancó mal, algo imperdonable cuando enfrente están los mejores y en los escenarios más importantes. En julio llegó un pequeño bache de juego, aunque siguió siendo competitivo llegando a las finales de Umag y Hamburgo, en las que perdió con Musetti y Sinner: “¡No se puede estar todo el año al mismo nivel!”, decían desde su equipo, deseando también que llegara cierta estabilidad porque la vida le había cambiado mucho al español y pasó a ser referente, imagen de torneos, el hombre al que todos persiguen... Y con sólo 19 años. Lo notó en Montreal al caer en primera ronda contra Tommy Paul. “Por primera vez he notado la presión”. Llegaba como segundo favorito.
Con esa lección aprendida acudió al US Open, donde ha hecho historia.
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