Tenis
Djokovic, muy enfadado, hace un Kyrgios en el Open de Australia: “Está borracho”
El tenista serbio ha ganado su segundo partido en el Open de Australia, donde ha mostrado su indignación por lo que pasaba en la grada
Novak Djokovic sabe que en Open de Australial, sin Rafa Nadal, se juega más que antes. Ahora ya tiene todo el horizonte abierto para conseguir su Grand Slam número 22 y empatar al tenista español. De repente, pese a que todo está a su favor, ha aumentado la presión. Ganó en tres horas a Couacaud, 6-1, 6-7(5), 6-2 y 6-0, y dejó buena sensaciones y mala sensaciones. Como si se estuviera afinando. Pero es que a lo mejor no puede afinarse. “La situación de mi pierna no es la ideal. Tampoco quiero incidir demasiado en esto. Pero obviamente que hubiera deseado que las cosas fueran distintas y la pierna la sintiera mucho mejor pero esto es lo que hay. Debo de ir día a día”, aseguró después de su victoria y tras mostrar algunos gestos en los que se le veía molesto. “La parte buena es que los Grand Slams te dan siempre un día entre partidos, al menos tienes algo de tiempo para recuperarte y estar más preparado para el siguiente partido. Y eso es lo que voy a hacer. No pienso entrenar durante estos días entre medias de partidos básicamente con el objetivo precisamente de darme el mayor tiempo posible de que la pierna se recupere y pueda estar en las mejores condiciones”, continuó.
Es decir, tiene que cuidarse mucho y no sabe si eso ni siquiera le va a servir para seguir avanzando. “Sé de sobra que los partidos no van a hacer si no ser cada vez más duros para mí ahora aquí. Dos años antes sufrí circunstancias parecidas con otro problema físico en el abdominal y tuve que lidiar con él. Ahora, no sé cómo reaccionará mi cuerpo. Espero que el resultado sea bueno, yendo partido a partido veremos cómo se da”.
No es sólo físicamente. En Australia se está viendo a un Novak Djokovic más nervioso, como atento a otras cosas. En su partido contra Couacaud se quejó al juez de silla de unos espectadores muy ruidosos que no le dejaban concentrarse. “Me refiero a unos pocos individuos que han cruzado la raya en varias ocasiones. Desde el principio del partido, un grupo de chicos estaba insultándome y faltándome el respeto cada vez que iba a coger mi toalla cerca de la grada. Obviamente se veía que estaban bajo los efectos del alcohol. Lo aguanté durante una hora y media, casi dos horas incluso”, reconocía después, con sinceridad, el tenista serbio acerca de lo sucedió.
La bronca de Djokovic en el Open de Australia
El aficionado le gritaba y le retaba mientras Novak Djokovic le pedía al juez de silla que interviniese. Le insistía en que había ido al partido sólo a molestar, a hacer ruido y a descentrar al tenista. El espectador seguía retando al tenista mientras hablaba con el juez de silla.
“Ya le tuve que hacer señas al juez de silla, que con el supervisor, deben estar atentos a estas cosas, es su responsabilidad. Parando el partido cuando fui a hablar con el juez parecía yo el chico malo. Esto no debería ser así, nos pone a los jugadores en una situación en la que siempre tenemos que dar el paso y quejarnos. Puedo aguantar cinco o seis veces que me digan cosas, pero tengo un límite. Le pregunté al silla si iba a hacer algo y al final lo hizo y se lo agradecí”, reflexionaba Djokovic, que reaccionó de una manera muy similiar a cómo reaccionó hace poco Kyrgios en un partido. Ahora los dos tenistas, que no se soportaban son amigos y parece que se les ha pegado también algo del carácter.
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