El cabreo de Bautista en los octavos del Open de Australia ante Paul: pidió que entrara la supervisora

Roberto Bautista es un hombre tranquilo. En pista no suele expresar mucho sus sentimientos, aunque en este Open de Australia ha soltado varios “vamos” más alto de lo habitual. Hay parte de estrategia en su actitud, porque como reconoció en una entrevista con este periódico intenta esconder sus emociones a los rivales. Pero todo el mundo tiene un límite y el castellonense estalló en el primer juego del duelo de octavos de final contra el estadounidense Tommy Paul. Lo hizo, eso sí, a su manera:

El partido no había hecho más que comenzar y después de un largo intercambio, Bautista se tomó un rato para sacar y agotó el tiempo, los 25 segundos. La juez de silla le dio entonces una advertencia, lo que supone jugar ya con presión todo el encuentro porque cada vez que volviera a suceder, tendría que empezar con segundo servicio. El español se quejó primero, con mucha educación y calmado, sin alzar la voz, pero enfadado. Tanto que no quiso seguir jugando y pidió la entrada de la supervisora, a la que le explicó que si le parecía normal que después de un punto que duró un minuto, la árbitra tocara el botón para el contador del tiempo de saque sin dar un respiro. “No está bien”. “No está bien”. Decía el castellonense, que tuvo que conformarse. Ese primer set lo perdió.

Bautista está buscando acceder por tercera vez a los cuartos de final de un Grand Slam. Ya lo consiguió justo en el Open de Australia, pero en 2019, y también ese mismo curso en Wimbledon, donde fue capaz de ir más lejos y plantarse en las semifinales. En ellas compitió muy bien contra Novak Djokovic y le ganó un set, pero no terminó cediendo.

Bautista llegaba en buen momento de forma a Melbourne después de haber disputado la final del ATP 250 de Adelaida. Ya en el `primer Grand Slam del curso superó sin problemas en el estreno al portugués Sousa (6-3, 6-2 y 6-2), a continuación pudo con muchas más dificultades con Brandon Holt, al que tuvo que remontar dos sets (4-6, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2) y vivió en tercera ronda el fantástico enfrentamiento con Andy Murray, uno de los héroes de este torneo por el encuentro que tuvo de casi seis horas contra Kokkinakis y que logró levantar contra pronóstico. Bautista se impuso al escocés por 6-1, 6-7 (7/9), 6-3 y 6-4.