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Garbiñe Muguruza cae ante Simona Halep en semifinales de Roland Garros

La española, sometida por la rumana en el primer set, reacciona y pelea después, pero se queda fuera de la final de Roland Garros (6-1 y 6-4) y sin el número uno del mundo

Halep celebra su triunfo junto a Garbiñe Muguruza. (AP Photo/Alessandra Tarantino)
Halep celebra su triunfo junto a Garbiñe Muguruza. (AP Photo/Alessandra Tarantino)larazon

La española, sometida por la rumana en el primer set, reacciona y pelea después, pero se queda fuera de la final de Roland Garros (6-1 y 6-4) y sin el número uno del mundo

Era el duelo por la final de Roland Garros. Era el duelo, también, por ser la número del mundo. Mucha tensión, que se notó en la raqueta de Garbiñe Muguruza. En detalles: paró muchas veces el servicio porque se lanzaba mal la bola, aunque es algo que le ha sucedido durante todo el torneo. Más detalles: cedió el primer juego con una doble falta. Le costó asentarse a la española y cuando se dio cuenta, su rival, Simona Halep, la actual número uno, que ponía su corona en juego en el duelo porque en caso de derrota se lo hubiera arrebatado Garbiñe, estaba disparada. Es complicado hacerlo mejor que la rumana en ese tramo inicial. Tuvo ritmo, movilidad, velocidad de pelota, jugó profunda y descolocó en todo momento a su rival, que no pudo desplegar el juego potente que suele. Como Muguruza llegaba un poco tarde a golpear la bola, se descontrolaba y la tiraba fuera. La sangría creció hasta un 0-5 que fue insalvable (1-6, finalmente).

Empezaba un partido nuevo con poco margen de error para la española, más centrada tras el mal comienzo, dominadora por fin por momentos. Mejor plantada, sus tiros hicieron más daño y pronto logró una ruptura (2-1). Ya se sabe que en tierra los «breaks» importan menos, y en el circuito femenino, incluso un poco menos, porque los saques no son tan potentes, pero las sensaciones eran otras. Había partido, Muguruza encontraba huecos y Halep seguía a un nivel alto, aunque no el supersónico del comienzo. La tensión creció e incluso Garbiñe paró una bola por pensar que era fuera cuando estaba dentro, pues había tocado la línea. Las ganas le hicieron ver lo que no fue. Era el momento decisivo del encuentro. Halep había igualado la ruptura, pero sufría con 4-4. La acción en la que Garbiñe detuvo el juego fue una más, porque el juego siguió. Muguruza tuvo una opción de «break» que Halep salvó con intensidad. El segundo punto de ruptura lo rescató la rumana con un derechazo en carrera. El tercero, propiciado por una doble falta, tampoco lo pudo concretar Garbiñe por culpa de un mal bote. Los nervios estaban a flor de piel y el juego, que superó de largo los diez minutos, fue para la actual número uno. 5-4, la española servía con máxima tensión y no aguantó: perdió el saque en blanco y así se despidió de la final.

Halep, por tanto, mantiene el número uno y se gana una nueva oportunidad de conquistar un «Grand Slam». Ha disputado tres finales (dos en París, una en Australia). Y las perdió todas. Su rival saldrá del duelo entre estadounidenses: Keys-Stephens.