Champions League

Real Madrid

Una dinastía de todos

Con Lucas, Asensio o Kovacic como titulares, el Madrid actual es el que más se acerca al cinco veces campeón de Europa de los 50. Puede igualar al Ajax de Cruyff y al Bayern de Beckenbauer

Celebración en el césped del Bernabéu tras el empate contra el Bayern y la clasificación por tercera vez consecutiva para una final de la Champions / Alberto R. Roldán
Celebración en el césped del Bernabéu tras el empate contra el Bayern y la clasificación por tercera vez consecutiva para una final de la Champions / Alberto R. Roldánlarazon

Con Lucas, Asensio o Kovacic como titulares, el Madrid actual es el que más se acerca al cinco veces campeón de Europa de los 50. Puede igualar al Ajax de Cruyff y al Bayern de Beckenbauer.

El Real Madrid, lo que es el Real Madrid y lo que significa para el fútbol se creó en la segunda mitad de los años 50, con la invención de la Copa de Europa y esas cinco consecutivas que ganó el conjunto blanco. Todo el mundo del fútbol recuerda los nombres de Di Stéfano o de Gento, entre otros. El primero fue presidente de honor del club blanco hasta que murió; el segundo lo es ahora y es el hilo de unión entre aquel grupo de jugadores que puso los cimientos y los de ahora. Es el equipo que más se le parece por su dominio de la mejor competición del mundo. Va a jugar su cuarta final en cinco años, lo que nadie ha conseguido, su tercera consecutiva, tras haber ganado las dos anteriores, un hecho que nadie había repetido en los últimos cuarenta años de la Copa de Europa.

Los expertos en márketing de clubes de fútbol aseguran que quien pretenda ser un club con grandes beneficios necesita abrir sus fronteras y tener un mercado global. A eso es lo que se dedican las grandes entidades futboleras sin propietario multimillonario. Y, añaden los expertos, el mejor modo de ir conquistando fronteras y ganando seguidores es llegar a los últimos partidos de la Champions, que es la competición que más se sigue en el planeta.

Pero es que además, es el torneo que determina las hegemonías mundiales del fútbol, el que mitifica a los equipos y los convierte en leyenda.

Nadie ha hecho lo que hizo el primer Real Madrid, los que más se acercaron fueron dos equipos en los años 70, el Ajax y el Bayern, que al principio de esa década ganaron tres Copas de Europa consecutivas y cambiaron para siempre el destino de esos clubes. Como sucedió con el Madrid, las tres victorias del conjunto holandés le convirtieron en un referente: Neeskens o Cruyff son ya nombres tan legendarios como los de Gento o Di Stéfano en el Real Madrid. El Ajax inventó un nuevo modo de jugar, pero sí todo eso ha quedado impreso en la memoria del fútbol es por su selección y porque ganó tres Copas de Europa seguidas. El cuarto año, el Ajax cayó contra el CSKA y su testigo lo recogió el Bayern, que ganó esa edición (al Atlético) y las dos siguientes. El actual Bayern es herencia de ese equipo hegemónico. Sin ir más lejos, Hoeness, que estuvo en las tres manda ahora en el club alemán.

Desde 1976, cuando el Bayern logra su tercera, ningún equipo ha estado en disposición de repetir ese logro. El paso del tiempo y el peso de la memoria han ido dando importancia a esas gestas, situando a sus equipos un nivel por encima del resto: una cosa es ganar y otra es dominar de manera constante y continuada, con la determinación con la que lo hizo el primer Madrid, el Ajax, el Bayern y ahora este Real Madrid que entrena Zidane.

El nombre del francés, junto con el de Cristiano Ronaldo será el que más tiempo perdure en la memoria cuando se hable con admiración de este equipo dominador de la Champions. Si el portugués es el goleador franquicio, parte de la marca; el francés es el técnico que ha manejado ese vestuario con una habilidad y unas rotaciones que ya son, sin duda, su sello de identidad. El Madrid pasó contra el Bayern con Lucas Vázquez como lateral derecho y con Kovacic de mediocentro. Por circunstancias, Vallejo tuvo que jugar la vuelta contra la Juve. Casi todos los futbolistas cuentan. Benzema era un jugador en depresión, más criticado que defendido y ha vuelto a ser fundamental. Y la defensa de Keylor de Zidane, descartando incluso a Kepa le ha dado, finalmente, resultado.