
F. C. Barcelona
Una vuelta después, Luis Suárez

El uruguayo, que debutó en el Bernabéu, llega en su mejor momento.
La sanción de cuatro meses a Luis Suárez por el mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil se cumplía justo el día antes del partido de Liga del Barcelona en el Santiago Bernabéu, allá por finales de octubre. El uruguayo era un león enjaulado y Luis Enrique no lo dudó: titularidad desde el principio para el hombre que había costado 81 millones. No fue el mejor día del charrúa y tampoco del equipo en general. «Lleva tiempo entrenando con nosotros y conoce los mecanismos», justificó el técnico la decisión de ponerlo tan rápido.
Ha pasado una vuelta entera y Luis Suárez por fin es Luis Suárez. Ha vivido de todo por el camino: primero el gol que se le resistía, que llegó en Europa al sexto partido y en la Liga se hizo esperar hasta diciembre. Después algunos errores clarísimos ante la portería rival, la ansiedad, y por fin la racha goleadora actual, con diez tantos entre todas las competiciones desde que empezó 2015 (ver gráfico). Porque Suárez es un delantero y necesita goles, aunque aporte mucho más.
Ganó la Bota de Oro el año pasado por sus 31 aciertos ante puerta, aunque también repartió 13 pases decisivos. «Entiendo que vosotros [la Prensa] sólo os fijéis en él ahora que está marcando, pero desde el primer momento nos ha aportado mucho», ha repetido varias veces Luis Enrique, en parte para defender a su futbolista, pero también sin faltarle razón. Porque Suárez, aparte de anotar, este curso ya ha igualado esas 13 asistencias, once de ellas a sus compañeros de tridente (6 a Messi y 5 a Neymar), una a Jordi Alba y otra a Rakitic. Además, ha participado en otro buen puñado de goles con sus movimientos de arrastre o tirando a portería el lanzamiento que acabaría en gol por un rechace del portero.
Luis Suárez siempre se movió por todas las posiciones del ataque. En el Ajax empezó jugando más por un lado, posición que en el Liverpool tampoco le era desconocida. «Pero donde más rinde es en el centro», aseguró a principio de Liga el sevillista Iago Aspas, que fue compañero del uruguayo en el equipo «red». «Es el jugador que más me ha impresionado», añadió el futbolista gallego.
Desde que Guardiola se inventó la posición de «falso 9» para Messi, los delanteros centro no lo han tenido fácil en el Barcelona. El último que estuvo un tiempo ahí fue Etoo, cuando Leo partía de la derecha, pero en el famoso partido del 2-6 en el Bernabéu se produjo definitivamente el cambio de puestos entre el delantero y el extremo. Después, Ibrahimovic no se adaptó, a Bojan le pasó algo similar, además de castigarle las lesiones, y Villa tuvo que abrirse a la izquierda para dejar el centro para el «10». Luis Enrique ha hecho varias pruebas entre sus atacantes, para llegar a la conclusión de que Suárez tiene que ser el punta para que Messi sorprenda desde el costado diestro o incluso de interior.
La sintonía entre el «9» y el «10» es total. De los ocho goles que el uruguayo ha conseguido «asistido» por un compañero, tres se los ha dado Messi. «Leo se entiende muy bien con él y Luis cada vez nos aporta más cosas. A lo largo de un campeonato no siempre fluyen con facilidad las relaciones, pero desde el primer día vimos que había química entre ellos. Nos dan muchas variantes», asegura Luis Enrique.
La sintonía es dentro y fuera del campo. Se les suele ver juntos, son compañeros de mate, se buscan en las celebraciones y se regalan los oídos. «Messi hace cosas increíbles. A veces te da un pase que no te lo esperas porque hay muchas piernas, como me ha pasado a mí a veces», ha dicho Suárez en una entrevista a GolT. Más suelto, sin tensión y sincronizado perfectamente con Leo y Neymar, el delantero uruguayo está preparado para el domingo. Deseando vivir el clásico en el Camp Nou. «El primero en el Bernabéu no lo disfruté de la forma que se debe, espero hacerlo esta vez», avisa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar