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La UE alerta sobre el alto nivel de deuda y el elevado paro de España

La Comisión reprende a España por los déficits persistentes y el desempleo de los jóvenes

European Commission President Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der LeyenJennifer Jacquemart/European Com / DPAJennifer Jacquemart/European Com

La economía española vuelve a sufrir un apercibimiento por parte de Bruselas debido a sus altos niveles de deuda pública y privada y el elevado paro. En el informe sobre los denominados desequilibrios macroeconómicos de los economías europeas, España suspende en cuatro de once indicadores y el nuevo Ejecutivo comunitario vuelve a poner el dedo en la llaga en los males endémicos de nuestra economía. Este informe ha sido elaborado con los datos de 2018 y en el mes de febrero, por lo que el Ejecutivo comunitario volverá a analizar de manera más pormenorizada estas variables económicas. Según este texto desvelado ayer, «en los últimos años, el fuerte crecimiento económico ha sido el mayor responsable de la reducción del déficit público, pero los déficits persistentes conllevan que la todavía alta deuda pública está bajando lentamente». Unas palabras que van en la misma dirección que las últimas recomendaciones efectuadas a nuestro país en el mes de noviembre por parte del Ejecutivo comunitario y que exigen un ajuste estructural de 9.617 millones de euros, no sujeto a los vaivenes del ciclo económico, lo que obliga a España a la reducción del gasto público o al aumento de impuestos para reducir esta brecha. La deuda española se situó justo por debajo del 100% en 2018, casi a la par que la francesa y por detrás de Grecia, Italia, Bélgica, Chipre y Portugal.

Según este mismo informe, la balanza por cuenta corriente se ha situado en superávit en los últimos años, aunque esta ventaja se redujo en 2018. Esto contrasta con la posición de inversión internacional neta que mide la diferencia entre las inversiones españolas fuera del país y las inversiones extrajeras en España, un indicador que se sitúa en terreno negativo, algo que preocupa en Bruselas. A pesar de que el año pasado esta variable experimentó una mejoría, el Ejecutivo comunitario advierte de que «se sigue manteniendo muy alta». Además, el informe aprecia un debilitamiento de las exportaciones debido, en parte, a «factores transitorios y estacionales», pero puntualiza que éstas han crecido moderadamente y se han mantenido estables en el tiempo. También ponen la lupa sobre el endeudamiento en el sector privado, que ha continuado su rebaja, pero sobre el que destacan que son necesarios más esfuerzos. «El declive en la deuda corporativa en relación al PIB continúa, pero se ha ralentizado debido a un ligero crecimiento positivo de nuevos créditos», asegura este texto que hace el mismo análisis respecto a la situación de la deuda de los hogares españoles.

El crecimiento de la productividad fue cercano a cero

Este informe también puntualiza que el crecimiento de la productividad durante el año pasado fue «cercano a cero» y alerta de que aunque «el desempleo ha bajado rápidamente, es todavía muy alto y se sitúa por encima de los niveles precrisis, especialmente entre los trabajadores jóvenes y poco cualificados». Según los datos que maneja el Ejecutivo comunitario, los mayores niveles de parados de larga duración se registraron en Grecia con un 13,6%, España (6,4%), Italia (6,2%) y Eslovaquia (4%). En el caso de España, esta cifra supone una reducción de cinco puntos porcentuales respecto a los niveles de 2015. En cuanto al desempleo juvenil, en nuestro país Bruselas cuantifica una reducción de 10 puntos también desde 2015, lo que no impide que se siga situando por encima del 30%.

Además de España, el Ejecutivo comunitario identifica a otros nueve países en la lista de aquellos que experimentan desequilibrios económicos: Alemania, Francia, Holanda, Portugal, Suecia, Irlanda, Rumanía, Croacia y Bulgaria. En la lista negra de aquellos Estados en los que estos desequilibrios son «excesivos» aparecen Italia, Chipre y Grecia. Estos dos listados no han sufrido ninguna variación respecto a los niveles del año anterior. Bruselas también constata que la incertidumbre sobre el comercio global, las tensiones geopolíticas y el menor margen de actuación del Banco Central Europeo pueden agravar la situación en algunos países. Además, la posibilidad de que los ahorros en el sector público y privado actúen como amortiguadores esta limitada en muchos Estados, entre ellos España, debido a los altos niveles de deuda. Pero mientras Bruselas pide a nuestro país que mantenga a raya el déficit público, hace un llamamiento a aquellos con superávit por cuenta corriente, como Alemania y Holanda, para que hagan todo lo contrario. «El uso de su posición fiscal favorable para apoyar la inversión y otros gastos productivos les ayudaría a que sus perspectivas de crecimiento fueran menos dependientes de la demanda extranjera y apoyaría el reequilibrio en el conjunto de la zona euro», puntualiza el texto, en un recado directo a la canciller alemana Angela Merkel.