El mercado de trabajo sigue su caída libre y no parece haber tocado suelo. Las cifras asustan y las previsiones son que los saldos negativos en el empleo prosigan durante los próximos tres meses, cuando la desescalada culmine en su totalidad. La patronal de las empresas de trabajo temporal y agencias de empleo, Asempleo, ha publicado un nuevo estudio laboral en el que prevé que el mercado laboral siga retrocediendo hasta el mes de julio, cuando se llegue a la cifra más baja de ocupados desde 2014, 17,3 millones, medición realizada en los mismos términos que la encuesta de población activa (EPA). Esto significa sobrepasar la barrera del -13% en julio, el nivel histórico más bajo registrado en menos tiempo y una cifra que endurece en más de un millón de afiliados la que otorgaban los últimos datos oficiales, que se cifraban en 18,4 millones. En cuanto al paro, éste ha aumentado en 283.000 personas, hasta sobrepasar los 3.800.000 parados, por lo que la tasa interanual aumentó en 12 puntos porcentuales, hasta el 21,1% desde el -9,0%. Esto significa una diferencia de 30,1% respecto al mismo mes de 2019.

Según el estudio, el plan de desescalada diseñado por el Gobierno marcará los tiempos y dilatará todo el proceso de retorno de la actividad económica hasta bien entrado el mes de julio, lo que tendrá notables implicaciones en el mercado de trabajo, en el que ya hay 5,2 millones de trabajadores que reciben prestaciones públicas y un 30% de la población activa que no está trabajando, ya sea total o parcialmente. Por ello, Asempleo cree que la vuelta a la actividad tendrá una “gran complejidad”, que deberá acompasar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) al ritmo de la recuperación de la actividad, especialmente, de los sectores más afectados por la crisis sanitaria. Prevé

El informe estima que el repunte del empleo no llegará hasta agosto o septiembre-por lo que daría “prácticamente por perdida la campaña de verano” para varios sectores, sobre todo los asociados al turismo-, siempre y cuando no se produzcan nuevos rebrotes de la pandemia, que podrían empeorar significativamente estas previsiones. Las conclusiones de este informe advierten de la mejora del empleo solo puede llegar con la normalización generalizada de las actividades empresariales y comerciales, aunque cualquier paso atrás en las fases programadas por el Ejecutivo pueden dar al traste con cualquiera de las previsiones. “El empleo iniciará una lenta recuperación siempre y cuando todo vaya según lo previsto”. Si se produjeran “nuevos rebrotes del virus” o se extendiera en el tiempo el estado de alarma, la situación empeoraría a niveles de gran depresión.

Para el presidente de la patronal, Andreu Cruañas, pese a los malos datos acumulados, hay una luz de “esperanza” en los datos del mes de abril, cuando se frenó la destrucción de empleo que se observó en la segunda quincena de marzo, pero todo dependerá de la evolución de la pandemia y de la recuperación del consumo y la actividad empresarial.