Comercio
El comercio, en situación crítica: uno de cada tres días con la persiana bajada en 2020
La patronal de las grandes superficies advierte de que si se le somete a un "infierno fiscal" no se recuperará. Pide abrir todos los domingos y festivos que quedan del año para compensar el cierre por el confinamiento
En estado crítico. Así se encuentra el comercio en España a resultas de la crisis provocada por el coronavirus, según ha advertido esta mañana la patronal de las grandes superficies comerciales (Anged). Tras 91 días cerrados por el confinamiento, los establecimientos comenzaron semanas atrás a recuperar su actividad. Sin embardo, si a ese periodo se suman otros 41 domingos y festivos que de media las comunidades autónomas prohíben abrir, el resultado es que en 2020 el comercio va a estar cerrado 132 días… Es decir, uno de cada tres días con la persiana bajada. Y con unos niveles de ventas, además, condicionados por las restricciones, la crisis económica y la desconfianza de los consumidores. Un cóctel que ha dejado al sector muy tocado.
Como ha explicado el presidente de Anged, Alfonso Merry del Val, durante la conferencia empresarial organizada por la CEOE, “en ninguna otra gran economía europea el comercio ha sufrido tanto como en España”. Según el último informe de la OCDE, durante el estado de alarma y la desescalada, el comercio ha restado 9,5 puntos al PIB. En el mejor de los escenarios, el sector calcula que el comercio perderá unos 30.000 millones de facturación este ejercicio. Del Val cree que, debido a lo excepcional de la situación y del desplome, es necesario tomar igualmente “medidas excepcionales” para recuperar, aunque sea en parte, “esta pérdida ingente de actividad y empleo que repercute directamente también en nuestra industria”. Por ello, ha solicitado un gran pacto para ampliar horarios de apertura a domingos y festivos durante 2020. La patronal que engloba a compañías como El Corte Inglés o Ikea defiende que esta medida contribuiría a dinamizar el comercio, el consumo y, sobre todo, “mantener o reforzar el empleo. Un comercio abierto es además una palanca para recuperar parte del gasto turístico a medida que se recupere la afluencia de visitantes”, ha defendido Del Val.
Las grandes superficies consideran que tener las persianas de sus establecimientos durante un tercio del año es conceder demasiada ventaja adicional para los operadores puramente online como Amazon. Además, añaden, de constituir un claro agravio competitivo, pues las plataformas no se han visto obligadas en ningún momento de la crisis sanitaria a parar su actividad. “No podemos abandonar el mercado 132 días. Debemos competir todos con las mismas reglas y ofrecer oportunidades a todo el comercio, empresas y trabajadores, que más han sufrido durante esta crisis”, ha asegurado Del Val.
No a la reforma laboral
El presidente de Anged ha asegurado que, para superar la actual crisis, patronal y sindicatos tendrán que llegar a grandes acuerdos y ha lanzado una advertencia al Gobierno: su única labor debe ser la de “facilitar y promover acuerdos sociales amplios y generosos”. En su opinión, “no es momento de contrarreformas -en clara alusión a la laboral-, sino de medidas excepcionales”, que ayuden a empresas y trabajadores a adaptarse a la emergencia y nueva realidad, con el fin de mantener el máximo nivel de empleo. El camino contrario, ha advertido, “llevará al colapso del mercado laboral”.
También ha rechazado por anacrónica, cualquier intención de subir impuestos a empresas y hogares. “Es todo lo contrario: necesitamos incentivar el empleo, impulsar la inversión y compensar el derrumbe de la actividad”. No podemos, ha asegurado, “convertir nuestra economía en un infierno fiscal y legislativo. Debemos potenciar, fomentar y liberalizar al máximo la inversión”. Del Val ha pedido ampliar el apoyo fiscal y financiero a todas las empresas para que puedan hacer frente a sus obligaciones con proveedores y acreedores. Un apoyo financiero que también ha solicitado la patronal del comercio minorista (CEC). Su presidente, Pedro Campo, ha solicitado también facilitar la deducibilidad de los gastos ocasionados por inversiones en EPIs y donaciones solidarias. Campo también ha defendido la necesidad de posibilitar los trámites de nuevos ERTE en función de la evolución y fases del desconfinamiento, con criterios objetivos como vía para asegurar la sostenibilidad de las empresas y mantener el mayor empleo posible a la salida de la crisis.
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