Consumo

¿Merece la pena financiar las compras de Navidad con tarjeta de crédito?

Esta fórmula tiene un coste adicional, por lo que deberá tener en cuenta los siguientes tres consejos para evitar un sobreendeudamiento

Una pareja compra piezas de un belén en un puesto navideño
Una pareja compra piezas de un belén en un puesto navideñoAlberto R. RoldánLa Razón

El Black Friday y el Cyber Monday son dos jornadas de rebajas que miles de consumidores aprovechan para adelantar las compras navideñas. Con la entrada en el mes de diciembre y hasta el día de Reyes, la adquisición de regalos, comida para las reuniones familiares, lotería y otros gastos propios de esta época mermará notablemente el dinero de su cuenta bancaria. El año pasado los españoles gastaron de media 554 euros en Navidad, de acuerdo con un estudio de Deloitte. Sin embargo, la crisis económica desencadenada por la Covid-29 obligará a muchas personas a apretarse el cinturón o bien a financiar las compras para poder aplazar el pago. Para aquellos que ya suelen recurrir a esta fórmula y para los que se lo estén pensando, el comparador online Helpmycash da tres consejos a tener en cuenta antes de decidir si merece la pena financiar una compra con la tarjeta de crédito.

¿Financiar la compra tendrá un coste adicional?

Sí, ya que tendrá que pagar intereses. De acuerdo con el último informe publicado por el Banco de España, el coste medio de financiar una compra con una tarjeta de crédito es del 18,34%. Por lo tanto, abusar de las tarjetas de crédito puede ocasionar un sobreendeudamiento. ¿Cómo evitarlo? Con los siguientes trucos.

1. Elaborar un presupuesto

Hacer un pequeño listado con las compras que hará esta Navidad (regalos, comida, lotería, etc) y el dinero que va a dedicar a cada una de ellas le ayudará a no gastar sin control y a pagarlo todo con la tarjeta de crédito. Helpmycash recuerda que “la finalidad principal de las tarjetas es pagar más adelante compras puntuales, no utilizarlas como una forma de financiación habitual”. Por ello, también deberá elegir qué compras pagar con su dinero y cuáles en cuotas para financiarse de manera responsable.

2. Elegir cómo quiere pagar

Las tarjetas tienen una gran cantidad de fórmulas de pago aplazado entre las que elegir: fijo, porcentual, por plazos, etc. Esta modalidad se puede cambiar fácilmente desde la banca online o llamando a su banco. Para elegir bien la cuota que más se ajuste a sus necesidades, Helpmycash señala que esta debe ser una mensualidad lo suficientemente baja como para no desequilibrar su economía, pero lo suficientemente alta para que no se alargue demasiado en el tiempo y no genere una cantidad excesiva de intereses. “Muchas tarjetas permiten devolver el dinero con unas cuotas mensuales muy reducidas, pero este sistema no es beneficioso para el cliente, ya que se alarga mucho la amortización de la deuda y la operación acaba saliendo muy cara”, advierte el comparador online.

Si elige la financiación por plazos, es aconsejable que estos no se extiendan más de 12 meses. Helpmycash pone el siguiente ejemplo. Una compra de 300 euros con el interés medio de las tarjetas (18,34%), generaría 9,2 euros en intereses si la financiación fuese a tres meses. En cambio, generaría 30,6 euros en intereses a 12 meses. Cuanto menor sea el plazo, menos intereses pagará. Además, el comparador online recomienda evitar que el reembolso de las compras de Navidad se junte con otras épocas de más gasto, como Semana Santa, puentes o vacaciones de verano, para no acabar asfixiados por las deudas.

“Muchas entidades ofrecen a quienes tienen el pago a fin de mes puesto por defecto financiar compras puntuales sin cambiar la modalidad de reembolso. A esta modalidad se le llama comúnmente pago fácil y suele tener condiciones más ventajosas que el pago aplazado genérico. Una alternativa a tener en cuenta si utilizamos la tarjeta de manera puntual”, subraya Helpmycash.

3. Calcular cuánto pagará en total

Uno de los puntos más importantes para saber si vale la pena financiar una compra o no es conocer cuánto pagará en total por pagarla a plazos. Si decide financiar una compra de 300 euros, pero pagará 100 euros en intereses, puede no interesarle. En cambio, si por una compra de 300 euros se generan 30 euros en intereses, la operación podría ser asumible. Decidir si el coste de financiar una compra vale la pena o no dependerá de lo que esté dispuesto a pagar en intereses por la facilidad de pagarlo mensualmente.