Crisis económica

Cataluña, Canarias y Baleares, las más castigadas por la recesión

La comunidad catalana experimenta un cierto estancamiento en su índice de competitividad en 2019

Un hombre sentado ante la Sagrada Familia de Barcelona, durante esta segunda ola de la pandemia
Un hombre sentado ante la Sagrada Familia de Barcelona, durante esta segunda ola de la pandemiaEnric FontcubertaEFE

Ya nadie duda de que la actual crisis tendrá un impacto social y económico desigual entre los sectores, la población y los territorios. ¿Pero qué autonomías serán las más castigadas por la pandemia? ¿Y por qué? Estas son las incógnitas que han intentado despejar el Consejo General de Economistas de España. El resultado de este análisis pone en el punto de mira a Cataluña, Canarias y Baleares. Estas autonomías sufrirán con mayor virulencia la recesión económica este año, debido a su fuerte dependencia de sus economías del turismo, el comercio y el transporte. Así, serán, junto con el País Vasco y Navarra por razones distintas, las que mayores pérdidas de competitividad registren, según las estimaciones realizadas por el Consejo de Economistas.

El presidente de esta institución, Valentín Pich, no ha ocultado su preocupación por el efecto «muy negativo e intenso» de la recesión sobre la economía mundial y, de manera particular, sobre la española con unas consecuencias «muy dispares» por autonomías. Por eso, los efectos de la peor crisis económica que se recuerda a nivel mundial desde la Gran Depresión se dejarán sentir también, como no podía ser de otra manera, en La Rioja, la Comunidad de Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Asturias, con un «elevado» coste en términos de competitividad. Mientras, en las seis restantes comunidades el impacto será menor. Para medir cómo afectará este año a la competitividad de las autonomías el tsunami que ha supuesto la pandemia, han contabilizado 17 indicadores, entre los que figura el crecimiento económico observado y previsto, el desempleo, la ocupación, la población incluida en Erte, la producción industrial, la movilidad, la productividad...

Pese a este panorama nada halagüeño dibujado, considera que este retroceso de la competitividad más severo en Cataluña, Baleares, Canarias, País Vasco y Navarra no alterará el mapa de competitividad regional español, una vez se supere la actual recesión. “Las brechas son muy significativas y se mantendrán en el tiempo”, ha asegurado su presidente durante la presentación del Informe de la Competitividad Regional en España 2020, editado por el Consejo General de Economías (CGE), bajo el patrocinio del Banco Sabadell. Este informe, referido al ejercicio 2019, incluye en esta edición un análisis de “sensibilidad” del impacto de la covid-19 en las economías por territorios.

Según el documento, la tasa media de competitividad de las autonomías en 2019 ya mostraba una leve desaceleración, al crecer dos puntos menos que en 2018, con un alza del 3,2%. Como en ejercicios anteriores, en el triángulo competitivo representado por Madrid, Navarra y País Vasco y Cataluña se confirma la atonía competitiva de Cataluña, frente al dinamismo leve de Comunidad de Madrid, moderado del País Vasco e intenso de Navarra. En el caso de Cataluña, a su juicio, la crisis institucional vivida desde finales de 2018 ha incidido negativamente en varios indicadores que conforman el ICREG (Índice de Competitividad Regional) o ha frenado su mejoría en otros. Como resultado, el valor de su ICREG evidencia su estancamiento al permanecer invariable.

En el polo opuesto del ranking, como en ediciones pasadas, se colocaron Extremadura, Andalucía y Canarias, como las regiones menos competitivas. En concreto, en 2019 la Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco repitieron los primeros lugares de la competitividad. En los estratos intermedios, Cataluña y La Rioja, se situaron en el grupo de competitividad relativa media-alta, mientras Aragón, Castilla y León, Galicia, Cantabria y Comunidad Valenciana, en el grupo con nivel competitivo relativo medio-bajo. El ICREG, que se obtiene a partir de 53 variables agrupadas en 7 ejes competitivos (entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras básicas, eficiencia empresarial e innovación) aumentó en 12 de las 17 autonomías, descendiendo su valor solo en Aragón y Asturias. Mientras, Canarias, La Rioja, Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y Navarra experimentaron un mayor crecimiento.