Plan Horeca

El Gobierno ofrece a los autónomos cuatro veces menos ayuda que el resto de países de Europa

Las pymes alemanas reciben 74 euros por cada 100 de pérdidas y las francesas, 58. Mientras, España solo apoya con 14 euros al pequeño negocio

Imagen de un trabajador
Imagen de un trabajadorJesús G. FeriaLa Razon

España llega tarde. La hostelería se debate entre aguantar hasta ver el resultado de la atípica y reducida campaña de Navidad o cerrar ante la falta de ayudas directas que reclaman para salvar sus negocios, que en un 98% son pequeños negocios. El Gobierno español ha sido el último de los grandes países europeos en aprobar un plan específico para el sector turístico. Países Bajos, Alemania, Francia e Italia intervinieron la mayoría de los bares y restaurantes afectados por los cierres durante los dos últimos meses, coincidiendo con los confinamientos forzosos aprobados para contener la segunda ola. España anunció sus medidas hace casi dos meses, pero no ha sido hasta esta semana cuando vieron la luz, pero sin ayudas directas, lo que ha provocado la indignación de todos los sectores turísticos, que denunciaron el agravio que sufren con el resto de Europa.

Con sectores con menos peso en el PIB que en el caso español, sus gobiernos han puesto en marcha liquidez a fondo perdido a sus empresas turísticas por valor de 40.000 millones de euros. El Ejecutivo más generoso ha sido el holandés, que ha destinado recursos por valor de 15.000 millones, seguido del alemán, con 10.000 millones y Francia e Italia con 6.000. Reino Unido supera los 5.000 millones. En el caso español esta ayuda a fondo perdido ha sido desestimada, el Gobierno ha delegado en las comunidades autónomas con una incidencia residual por ahora. Apenas seis regiones han aprobado planes concretos, aunque la mayoría lo ha hecho en forma de avales. En Asturias se puede pedir de 1.500 a 4.000 euros; en Cataluña la ayuda puede llegar hasta los 2.000 según el caso; en Murcia, entre 1.800 a 3.000 euros; en Galicia, a partir de 500 euros; y el País Vasco entre 3.000 y 4.000 euros, en este casi sí de forma directa.

Pero en muchas de ellas, las exigencias son tan elevadas que en la mayoría de las ocasiones resulta imposible tener acceso a ellas cuando muchos negocios no pueden ni siquiera estar al día en sus obligaciones fiscales. En otros casos, como en Castilla y León, se ofrecen hasta 3.500 euros, aunque en concepto de ayudas para pagar las cuotas. La mayoría de regiones ni se lo ha planteado, pero tampoco están obligadas porque el Ejecutivo no lo contempla en su criticado su Plan Horeca.

Dentro del sector turístico el colectivo más afectado ha sido el de los autónomos, cuya situación se ha ido agravando con las nuevas restricciones. Según denuncia la asociación de autónomos ATA, la diferencia entre las ayudas gubernamentales que recibe un autónomo español respecto a otro europeo puede llegar hasta los 60 euros por cada 100 de pérdida de facturación. Así, mientras países como Alemania han concedido 74 euros por cada 100 que han perdido sus autónomos, la cifra se reduce a 14 euros en el caso español. En Francia, la ayuda ha sido un poco menor, 58 euros por cada 100, pero la diferencia sigue siendo abismal. Italia otorga 44 y Reino Unido 38 euros. Incluso países como Rumanía, Suiza o Bélgica superan por mucho en sus ayudas directas al sector turístico.

El Gobierno insiste en que las ayudas aprobadas tienen un impacto directo estimado de unos 4.220 millones de euros, de los cuales 2.809 millones corresponden a moratorias tributarias; 567 millones a ayudas en materia laboral y Seguridad Social; 520 millones proceden de líneas de liquidez y financiación; a lo que se suman otros 324 millones con las decisiones adoptadas en el arrendamiento de locales comerciales. Pero ninguna línea de liquidez directa no reembolsable.

«Todo lo que digan desde el Gobierno de que han dado ayuda directa al sector será mentira. Las ayudas llegan tarde, son diferidas y hay que devolverlas. Eso no son ayudas directas», ha criticado el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Esta ausencia de liquidez sin obligación de retorno provocará que la reactivación del turismo español será más lenta de lo deseado. A pesar de las expectativas con la llegada de las vacunas, la industria no recuperará su actividad hasta el verano de 2022, según Observatur.

Papel mojado para el ocio nocturno

Para algunos sectores, como el ocio nocturno, el plan presentado por el Gobierno es papel mojado. «A nosotros de qué nos vale lo aprobado. Cierran 150 locales de ocio cada día. Nos han prohibido la actividad desde hace meses. Para qué queremos exenciones fiscales y las ayudas al alquiler, cuando lo hemos perdido todo. Los fondos deben ser ahora y no reembolsables. Lo aprobado solo retrasa lo inevitable: o el cierre o tener que pagar cuando termine la moratoria los aplazamientos de IRPF, la subida de las cuotas la Seguridad Social, el pago a cuenta del IRPF de 2020, el IVA. Y suma y sigue», se queja amargamente Ramón Más, presidente de la patronal España de Noche.