Protestas

Presión sindical para subir el SMI a 975 euros en junio

UGT y CC OO comienzan hoy sus protestas para forzar al Gobierno a negociar también un endurecimiento de los despidos y la reforma de las pensiones

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante un acto en la sede de CC OO del Bajo Llobregat
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante un acto en la sede de CC OO del Bajo LlobregatToni AlbirAgencia EFE

Los sindicatos presionan para cerrar antes del verano una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de los 950 euros en que ha quedado congelado a los 975 euros, un incremento ligeramente superior al 2,5%. Aunque el Gobierno ha advertido de que cualquier avance está vinculado a la evolución de la economía en los próximos meses y que no es momento de presionar a las empresas, en especial a las agrarias, donde se acumulan los salarios inferiores a los 950 euros, tanto UGT como CC OO defienden que hay regiones muy vinculadas al sector agroalimentario donde más del 40% de los asalariados cobran por debajo de los 950 euros, según datos de la Agencia Tributaria. Además, inciden en que la economía española necesita estimular el consumo con una nueva subida del SMI más allá del cosmético 0,9% –en línea con el alza para pensionistas y funcionarios–, que supondría dejar el SMI en los 958,5 euros.

El secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino, ya advirtió que para su organización el solo ofrecimiento de un alza del SMI del 0,9% supone «un punto de ruptura» en las negociaciones, que se encuentran ahora mismo estancadas. La pensión media del sistema –que contempla las de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares- aumentó un 3,16 % interanual en enero, hasta 1.028,19 euros mensuales, sumando 31,46 euros desde enero de 2020, pero la pensión media de jubilación subió un 3,27% en enero de 2021, hasta 1.182 euros. Por su parte, el sueldo medio de los empleados públicos rondará los 2.660 euros brutos mensuales con la subida aprobada este año, más de un 50% superior al salario medio en el sector privado. «El objetivo es un aumento del SMI a 1.000 euros, un incremento del 5% porque así será más fácil alcanzar el objetivo de que el SMI suponga el 60% del salario medio al final de la legislatura», sostiene UGT.

Las centrales son conscientes de la necesidad del Gobierno para no enviar señales inquietantes sobre un gasto desmedido a la Comisión Europea, pero no aceptan el pretexto de que los avances en materia social están condicionados por Bruselas cuando la propia Comisión Europea afirma que no es así. «Nos están mareando, como con la vinculación de la revalorización de las pensiones al IPC, si no se cumple con el SMI este año no va a ser posible alcanzar los compromisos que el Gobierno sigue defendiendo», indican fuentes sindicales consultadas. Por eso, los sindicatos pretenden «desencallar» el punto muerto en el que han quedado las negociaciones tanto en el SMI, como en la derogación o modificación de la reforma laboral y la reforma de las pensiones. Para forzar a la coalición de Gobierno, tanto UGT como CC OO se manifiestan hoy ante las delegaciones del Gobierno y no descartan mantener activo un calendario de protestas creciente con la intención de presionar para que se produzcan avances tanto en el SMI como en cuestiones cruciales de la reforma laboral ante la eventualidad de que un frenazo en la recuperación pueda llevar a muchas medianas y grandes empresas a plantearse despidos a lo largo del año. Los sindicatos tienen prisa para cerrar esos asuntos en el primer trimestre, con aplicación a más tardar antes del verano, ante lo que pueda suceder en otoño.

En particular, los sindicatos no ven grandes impedimentos para la subida del SMI, ni siquiera en sectores como el hostelero, donde la mayoría de convenios superan los 950 euros. La mayor reticencia es en el campo y es ahí donde el Gobierno quiere evitar una nueva movilización del sector.

Asimismo, tanto CC OO como UGT niegan que las más de 50 concentraciones convocadas hoy a mediodía, vayan solo contra un ala del Gobierno, la socialista, ante el apoyo mostrado por Unidas Podemos a las mismas. Fuentes sindicales rechazan un alineamiento total con las posturas de la formación de Pablo Iglesias y remarcan las divergencias entre sus posturas en asuntos clave, como por ejemplo, la reforma del sistema de pensiones. Se trata, según indican desde UGT, de un aviso para que el Gobierno no olvide sus promesas y se siente a negociar en serio. «Se sigue aplicando la reforma laboral y la modificación de los aspectos más lesivos de la misma implica tocar un volumen de normas más ingente que en otras negociaciones. Es un proceso más lento, lo que hace más urgente revisar ya contenidos», explican.