Diseña en su mesa de trabajo donde nunca falta la música italiana de fondo y un café. Para los dibujos siempre hace primero un “moodboard” -mapa de inspiración- sobre las tendencias y también plasma aquellas cosas que le llaman la atención de los pueblecitos que visitó en su viaje a la Costa Malfitana, una manera de viajar a través del recuerdo por medio de las joyas. Dice que ser mujer emprendedora era un reto que “gracias a Dios estoy cumpliendo y estoy muy orgullosa de haber llegado hasta aquí” porque, “además, de ser mi propia jefa me permite organizarme y establecer mis propias prioridades, por lo que puedo dedicar más tiempo de calidad a mi familia y mis hijos”.
¿Cómo es ser emprendedora en tiempos de pandemia?
Pues toda una aventura con muchos retos por delante, pero con mucha ilusión y mucha fuerza. Emprender sola, como es mi caso no es fácil ya que tienes muchos retos por delante y hay que planificarse muy bien. Además, hay mucha competencia muy bien posicionada y no es fácil hacerse un hueco. Asimismo, la pandemia ha creado una situación de incertidumbre y la gente es mucho más prudente con los gastos. Miran y comparan más. Pero como todo en la vida, también tiene su parte positiva. Y es que pasamos más tiempo en las Redes Sociales donde solemos descubrir marcas nuevas y por lo tanto hay más predisposición por probarlas; si nos gusta el producto y el precio es competitivo.
-¿Ha sentido vértigo?
Sí, sobre todo al principio cuando vi que todo lo que había planificado empezaba a materializarse.
-¿Cómo surgió el proyecto? ¿Ha tenido que pedir ayuda amigos, familia...?
El proyecto surgió porque llevaba desde septiembre de 2019 dándole vueltas a la idea de emprender y fue durante el confinamiento que tuve más tiempo para pensar cuando decidí crear la estrategia y las diferentes colecciones.
-¿En qué se inspira?
Mi principal inspiración es la Costa Amalfitana, el colorido de sus pequeños pueblos de pescadores, el azul del mar, la tradición por la artesanía y ese estilo de vida tan característico de Italia, “la Dolce Farniente” en el que se disfruta del placer de descansar y a la vez centrar todos los sentidos en contemplar la belleza y saborear momentos únicos e irrepetibles.
-¿Qué estaba haciendo cuando decidió comenzar con esta idea?
Me dedicaba a temas de marketing y comunicación, pero hacía tiempo que le daba vueltas a la idea de emprender por mi cuenta y lanzar una marca de joyas con diseño propio y producción española.
-¿Por qué joyas?
-Pues me decidí por la joyería porque una de las cosas que más me gustan son las joyas y los complementos. Pensé que tenía que hacer una cosa que me gustara mucho y vi que en ese sector iba a tener oportunidad.
Segundo porque quería desarrollar más mi parte creativa, que es uno de mis puntos fuertes y el diseñar las colecciones no sólo me ha permitido poner en juego la creatividad, sino que también he disfrutado muchísimo en todos los procesos de creación y diseño.
-¿Es más o menos difícil abrirse hueco en este sector en tiempos de crisis?
Es más difícil porque hay mucha competencia que ya está muy bien posicionada. Pero como todo en la vida es cuestión de marcarse un objetivo y trabajar duro para conseguirlo. Además, la difusión está siendo buena, así como también está teniendo muy buena acogida entre nuestro target.
-¿Cómo es la acogida en las redes?
La verdad, que muy buena, aunque el mundo redes es un mundo que hay que trabajar muy bien porque hay muchísima competencia. Pero como todo es cuestión de buscar tu hueco y tu público objetivo.
-¿El pequeño emprendedor cuenta con alguna ayuda en estos tiempos?
Sí, hay ayudas, pero no tantas como nos gustaría.
¿Qué diferencia AMF by Amalfi de otras marcas?
Cuando pensé en AMF by Amalfi tuve muy claro desde el principio que se tenía que diferenciar muy bien del resto de la competencia y contar una historia bonita detrás que atrajera a la gente y la hiciera soñar.
Por este motivo, me he querido diferencia en hacer diseño propio y exclusivo, producción 100% española, recuperando el oficio y la artesanía, ya que trabajamos con un pequeño taller con años de tradición en joyería. Y también con una historia e inspiración detrás como es la Costa Amalfitana, el encanto de sus pueblitos, su apasionante historia y como no, con su estilo de vida slow, su magia, color y luz especial.
¿Es más fácil estar solo online en estos tiempos?
Están surgiendo varios espacios multimarca físicos, con el objetivo de dar a conocer a marcas que su principal canal de venta es online. Este tipo de espacios es clave para AMF by Amalfi, ya que es una manera más rápida y directa de llegar a tu cliente potencial y de tener más feedback por su parte (que le gusta más, precio, materiales etc). Todavía el cliente tiene la necesidad de ver, tocar y probarse las piezas antes de comprarlas.