Una quinta parte de los trabajadores deberá cambiar de trabajo en menos de 10 años

Las TIC transformaron, transforman y transformarán la vida. A día de hoy resulta impensable vivir sin la comunicación instantánea que dan aplicaciones telefónicas. O trabajar en una redacción u oficina sin un ordenador. O no poder imprimir un papel, realizar una radiografía o recurrir a un mapa de los de antaño para localizar una calle. La tecnología ha cambiado la sociedad, y si cambia esta, cambia la vida. También la laboral. Un informe de Mckinsey y Fundación Telefónica alerta de la urgencia de estos cambios y la necesidad de reciclarse: para el año 2030 más del 22% de empleados -estiman que cerca de 4,2 millones de españoles y 275 millones en todo el mundo- se verá forzado a cambiar de empleo por la digitalización.

El estudio extrae una conclusión clara: en un futuro desaparecerán muchos empleos, pero se crearán otros tantos como consecuencia del progreso y la evolución tecnológica. Estiman que la demanda de técnicos de innovación y desarrollo podría incrementarse en un 46%, mientras que el de profesionales cualificados en un 28% y el de personal de servicios en un 23%. Sorprendentemente, también consideran la evolución de la demanda en un 28% de personal de construcción y sector agrícola.

El informe indica que en España el acceso a Internet de los ciudadanos es del 90%, por lo que se puede afirmar que apenas existe brecha de género y de edad. Sin embargo, sí insisten en la existencia de una “brecha de adopción” de la tecnología, lo cual obliga a las empresas a hacer hincapié en la formación de los trabajadores.

En esta línea, hay ejemplos como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que en 2021 implantará medidas para favorecer la digitalización de sus procesos. Uno de ellos es el uso de un aula virtual para poder continuar con aquellos cursos formativos que se hubiesen visto interrumpidos por la irrupción del coronavirus. Otros, el uso de medios electrónicos o de la firma digitalizada para agilizar procesos administrativos. El objetivo es no solo no paralizar la formación de los ciudadanos, sino facilitar la difusión informativa a un mayor número de trabajadores.

Otro puede ser la Sanidad. La situación obliga a la reinventar fórmulas y maneras de asistencia de los participantes sin sobrepasar el aforo permitido. Entre otras medidas se ha implantado el sistema de formación Bimodal consistente en la impartición de la clase de forma presencial a un grupo de estudiantes mientras que otros asisten de manera virtual.