Los madrileños tienen en el banco 390.000 millones, el doble que los catalanes

El sorpasso económico de Madrid a Cataluña también ha ocurrido en el volumen de depósitos, aunque esto hace ya mucho tiempo que ocurrió, en estos momento duplica ya una región a otra. La información actualizada este lunes por el Banco de España, que incluye también el saldo de depósitos a finales de 2020, cuando superaba los 1,4 billones, desglosados por las distintas regiones y por la banca electrónica, que acapara 52.340 millones, el 3,7%.

En el caso de las comunidades, el volumen de depósitos confiados por sus administraciones públicas, familias y empresas era de 1,35 billones, de los que el 28,8% estaba en Madrid, lo que supone más de 390.000 millones de euros y coloca a la región como líder. La cifra de Madrid duplica los 190.000 millones de Cataluña, con el 14% del total de depósitos del país, y supera con creces los 142.500 millones de Andalucía (10,5%) o los casi 120.500 millones de la Comunidad Valenciana (8,9%).

Sólo Madrid y Cataluña acaparan el 46% del crédito concedido por la banca en España, con lo que la financiación recibida por las administraciones públicas, las empresas y familias en estas dos regiones rozaba los 574.000 millones a cierre de 2020. Según los datos publicados por el Banco de España, a finales del año de la pandemia, el crédito rondaba los 1,25 billones, y más del 29 % de esa cantidad, lo que equivale casi a 364.000 millones se había concedido en Madrid. El grueso, 344.139 millones, correspondía a financiación a empresas y familias, mientras que los más de 19.800 millones de euros restantes eran créditos a las administraciones públicas, la cifra más alta de todo el país.

Después de Madrid, Cataluña era la comunidad autónoma con mayor volumen de créditos, el 16,8% del total, lo que equivale exactamente a 209.728 millones, de los que algo más de 203.000 millones estaban en manos de familias y empresas. En tercer lugar figura Andalucía, con una financiación por importe de 153.448 millones, el 12,3%; lo que se traduce en que más del 58% del crédito concedido en España iba a parar únicamente a tres regiones: Madrid, Cataluña y Andalucía.

L