Punto de carga de un vehículo eléctrico.BOSCH (Foto de ARCHIVO)02/12/2014

Eléctricos, la movilidad del futuro que ya es el presente

El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana ayudas por 4.295 millones. Uber tiene previsto electrificar toda su flota

El Consejo de Ministros aprobó esta semana su primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) y lo hará para impulsar la fabricación de vehículos eléctricos. El Ejecutivo prevé dotar con 4.295 millones a la industria de la automoción española hasta 2023 para ayudarla en su transición hacia un modelo de negocio fundamentado en este tipo de tecnología. Se trata de una clara apuesta por impulsar esta modalidad de vehículos que, poco a poco, ganando protagonismo. En España, el ecosistema de la propulsión eléctrica no se limita a las matriculaciones. Y es que está emergiendo con fuerza una nueva industria. Y como muestra, un botón. Ya son varios los fabricantes que han aportado por nuestro país para construir sus modelos eléctricos. Asimismo, existen proyectos de fábricas de baterías como el consorcio impulsado por el Gobierno, Seat, e Iberdrola; fabricantes de cargadores (Wallbox), e, incluso, yacimientos de litio, elemento imprescindible de las batería.

Así, cada vez son más los actores que se están sumando al reto de esta movilidad que, según apuntan los expertos, está llamada a ser la forma de transporte predominante en el futuro. Uber ha sido uno de los últimos unirse al desafío. La plataforma ha adquirido un compromiso global (Spark!), en el que se ha marcado como objetivo que el 50% del total de kilómetros recorrido por los vehículos que se integran en la plataforma sean cero emisiones en siete capitales europeas, entre las que se encuentra Madrid, en 2025. Siguiendo esta línea, la siguiente iniciativa de la compañía será lanzar Uber Green en la capital de España el próximo año, de manera que en 2030 el 100% de los viajes se realicen en coches eléctricos en EE UU, Canadá y Europa, y que en 2040 Uber sea una plataforma de movilidad totalmente cero emisiones. Para ello, ha llegado a acuerdos con fabricantes como Nissan, para que las flotas y autónomos que se integran en la plataforma puedan adquirir vehículos en condiciones ventajosas a través descuentos comerciales y el acceso a la recarga del vehículo.

Juan Galiardo, director general de Uber, considera que, en el reto de la sostenibilidad, la electrificación de los vehículos es fundamental. «Es la locomotora de este cambio, pero tiene que ir mucho más allá. No solo se tiene que renovar el parque de vehículos, sino que debemos salir del modelo de coche propio, y pasar a otro con conductor 100% eléctrico y por promover la oferta de servicios de micromovilidad e, incluso, transporte público», indica Galiardo.

Nissan precisamente fue una de las primeras marcas que apostó por la movilidad eléctrica, con el lanzamiento en 2010 de su modelo Leaf. Hoy, más de 500.000 Leaf han recorrido más 16 millones de kilómetros en modo eléctrico, lo que convierte a la marca japonesa en una gran conocedora de esta tecnología. Juan Luis Plá, responsable de Relaciones Institucionales de Nissan Iberia, asegura que su compañía no considera ecosistema de la movilidad eléctrica solo desde el punto de vista de los vehículos. «El coche eléctrico es más que un coche. Tiene una serie de ventajas, como es acumular energía en una batería y poder utilizarla la para algo más aparte de movernos. Nissan es primera empresa que ha homologado un vehículo para que su batería se descargue y poder utilizar esta energía, por ejemplo, en una vivienda, una oficina o, incluso, en la red», señala.

La eléctrica no es la movilidad del futuro, sino del presente. A día de hoy, ya es competitiva, y puede suponer un ahorro en términos de combustible y del coste de mantenimientode alrededor de unos 4.000 euros al año, especialmente en el área urbana. Desde el punto de vista medioambiental, un vehículo eléctrico, en una utilización profesional, haciendo más de 25.000 kilómetros en un entorno urbano, supone una reducción de unos 4.000 kilos de CEO2 por vehículo y año.

Uno de los retos a los que se enfrenta actualmente la extensión de los vehículos propulsados por baterías de litio es el de la recarga. Y es que aproximadamente, el 70% de los automóviles particulares «duermen» en la calle. Por el ello, el desarrollo de una red de recarga pública se convierte en fundamental, especialmente si se tiene en cuenta que la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica no solo recoge zonas de bajas emisiones, sino que también obliga a las gasolineras, a partir de una determinada facturación, a disponer de cargadores rápidos.

Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE), considera que actualmente existe un gran desconocimiento sobre las infraestructuras disponibles. «No sólo hay un despliegue importante en vía pública en carga rápida, sino también en parkings, que puede servir para que aquellos usuarios que no tienen cargador en su vivienda puedan aprovecharlo. Además, recargar es un concepto muy diferente al de repostar. En un viaje de largo recorrido, no es necesario realizar una carga completa. Si conocemos donde se encuentran los cargadores en red de carreteras, podremos realizar una recarga que sea suficiente para finalizar nuestro viaje y, luego, completar la mismas en el punto de destino», expone.

Batería reutilizadas para almacenar energía
Una de las mayores problemáticas a las que se enfrenta el coche eléctrico es qué hacer con las baterías usadas. En el kilometro 175 de la A3, se ha inaugurado una estación de carga que viene a solucionar este problema, ya que para recargar coches eléctricos utiliza la energía que se almacena en baterías reutilizadas que, si bien ya no son eficientes para propulsar los vehículos, aún siguen siendo útiles. Las baterías están preparadas para ofrecer una carga continúa a plena potencia durante dos horas. En la estación de servicio, se pueden cargar hasta cuatro coches a la vez y, cuando se agota la energía de las mismas, entra en servicio la red eléctrica. Este sistema también se emplea en estadios de fútbol, como el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam, donde se han instalado 148 baterías del Leaf que abastecen de energía a esta instalación deportiva y a varios miles de hogares de los barrios que rodean al estadio.