El alza del 400% del gas alarma a dos millones de hogares

Más de dos millones de hogares españoles están tiritando. Aún no de frío, pero sí ante el riesgo de no poder poner a discreción la calefacción este próximo invierno como consecuencia de la demencial subida de los precios del gas natural, que supera con creces el 400% en el último año. Ayer, la cotización en el mercado diario del operador Mibgas situaban el rango del megavatio hora rozando los 80 euros (78,99 euros, para ser exactos). Hace solo un año, los precios del gas natural para entrega física en el Punto Virtual de Balance (PVB), gestionado por Enagás, rondaban los 14 euros el MWh, un incremento del 435% interanual que presiona al alza los precios de la electricidad, con un nuevo récord de la luz. La cotización diaria del Gas Natural Licuado, por su parte, ya supera la barrera de los 80 euros.

La situación es extrema como consecuencia, además, de la pandemia, ya que si habitualmente los expertos vinculan que entre el 10% y el 40% de las muertes producidas en invierno tienen como causa el frío extremo, con el virus aún circulando la situación podría agravarse. La pobreza energética ya afecta a siete de cada cien residentes en España y eso sin contar con el «rally» alcista del gas natural.

Además, los altos precios energéticos tensionan el resto de la economía, con un alza de los precios en productos de la canasta básica, como el pan y el resto de alimentos, y en los productos industriales. En este sentido, los precios industriales se dispararon un 18% en tasa interanual, casi 2,5 puntos más que en julio y su mayor alza desde mayo de 1980, según ha informó el pasado lunes el INE. Con el repunte interanual de agosto, los precios industriales encadenan ocho meses consecutivos de alzas Entre los sectores que impulsaron el repunte de los precios destaca la energía, que elevó su variación anual casi 7,5 puntos, hasta el 41,6%, su tasa más alta desde junio de 1981,

Ante esta coyuntura, las eléctricas han pedido al Gobierno que utilice las reservas estratégicas de gas natural, que alcanzan los 20 teravatios hora (TWh), equivalentes a lo que van a consumir los ciclos combinados –que queman gas y suelen casar el precio final de la electricidad diaria en el mercado– durante los próximos seis meses. Las eléctricas estiman que el coste de compra medio de esas reservas fue de 22 euros MWh por lo que, si esos 20 TWh se dedican al sistema, los ciclos quemarían a 22 euros MWh y no a entre 70 y 80 euros MWh como ahora, lo que generaría un ahorro de más de 7.000 millones, tres veces más que el recorte de 2.600 millones que ha aprobado el Gobierno a sus beneficios.

Además, reponer esas reservas apenas costaría 650 millones, un impacto similar al del mercado diario eléctrico del PVPC, que apenas supone un 10% de toda la demanda.

Las eléctricas proponen también adelantar la devolución de la sobrerretribución que cobran las renovables por encima del 7,38% asegurado hasta 2023. Eso generaría hasta 4.000 millones más justo ahora y no en 2023. Casi 12.000 millones que se liberarían para paliar los efectos de los precios disparados del gas y la luz.

La previsión de que haya complicaciones adicionales con el suministro ante lo que se espera como un invierno negro en toda Europa por las tensiones de los precios de las materias primas ha forzado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a viajar de urgencia a Argelia con el objetivo de asegurar la llegada de gas argelino a España, vital para el sector energético español. Fuentes de Exteriores confirmaron a la agencia Efe que el ministro se desplaza antes incluso de visitar Marruecos para la entrevista que se había concertado con el titular de Exteriores marroquí, Naser Burita.

Argelia ha amenazado con cortar el gasoducto que atraviesa territorio marroquí en su camino hacia España el próximo 31 de octubre, lo que supondría para Marruecos la pérdida del canon anual del 7% del gas vehiculado y para España la previsible reducción del suministro, lo que a su vez encarecería los precios coincidiendo con la posible crisis energética que se perfila este invierno en Europa.

El jefe de la diplomacia española viaja acompañado por los presidentes de Naturgy, Francisco Reynés, y de Enagás, Antoni Llardén y tiene previsto entrevistarse con su homólogo argelino, aunque no se descarta que pueda reunirse con otras autoridades.

Tras decretar la ruptura de relaciones diplomáticas con Marruecos, Argelia anunció su intención de llevar todo el gas que suministra a España a través del gasoducto Medgaz, dejando entrever que descarta el otro conducto, el Gasoducto Magreb-Europa (GME), que discurre por el territorio marroquí.

El GME es un conducto de más de 1.400 kilómetros de longitud que comienza en el campo argelino de Hassi R’mel, atraviesa el territorio marroquí en unos 540 kilómetros y cruza el Gibraltar en un tramo submarino de unos 45 kilómetros antes de llegar a Cádiz. Transporta una media anual de 10.000 millones de metros cúbicos a la Península. Mientras, el Medgaz, de una longitud de más de 750 kilómetros que conecta directamente el campo argelino con España (Almería), entró en funcionamiento 2010 y tiene una capacidad de 8.000 millones de metros cúbicos, aunque Argelia anunció recientemente haber ampliado su capacidad en un 25% para poder responder a la demanda española. La explotación del gasoducto, fruto de la sociedad entre la española Enagas y la argelina de hidrocarburos Sonatrach, obliga a una constante colaboración entre Argel, Rabat y Madrid en los cuatro tramos en los que se divide. El paso por su territorio reporta a Marruecos unos 800 millones de metros cúbicos de gas.