Operación en el aire

Iberia apura sus opciones de compra de Air Europa y presenta más compromisos para que la UE la autorice

La Comisión Europea extiende un mes, hasta el 4 de enero de 2022, el plazo provisional para pronunciarse sobre la operación

Aviones de Iberia y Air Europa en el aeropuerto de Madrid-Barajas
Aviones de Iberia y Air Europa en el aeropuerto de Madrid-BarajasSusana VeraREUTERS

Iberia está apurando todas sus opciones para completar con éxito la adquisición de Air Europa, una operación que se ha complicado sobremanera no sólo por su complejidad en sí sino también por la irrupción de la crisis del coronavirus. IAG, el grupo propietario de Iberia, ha ofrecido a la Comisión Europea concesiones para que esta dé luz verde a la operación, valorada en 500 millones de euros tras la renegociación del precio inicial de 1.000 millones, según muestra el registro del regulador de Competencia y ha confirmado a Efe la institución. Como consecuencia de este movimiento, el Ejecutivo comunitario ha extendido un mes, hasta el 4 de enero de 2022, el plazo provisional para pronunciarse sobre la operación, que estaba fijado en el 3 de diciembre tras haber sido ampliado ya en una ocasión.

Bruselas no ha dado detalles de los compromisos, que fueron remitidos por las empresas el pasado 27 de octubre y con los que espera que el Ejecutivo comunitario despeje sus temores sobre la fusión. Unos miedos que tienen que ver con la posibilidad de que, a juicio de la Comisión Europea, la concentración de ambas aerolíneas produzca una suerte de monopolio en algunas rutas. En junio, y a instancias de la propia Iberia, Bruselas abrió una investigación a fondo sobre la operación. En concreto, a la Comisión le preocupa que la concentración de ambas aerolíneas reduzca la oferta en setenta pares de ciudades de origen y destino dentro de España y hacia o desde este país, entre las que ambas compañías aéreas ofrecen servicios directos. En concreto, afectaría a los servicios que unen Madrid con EE UU o Latinoamérica y a algunas rutas dentro de España o de corto recorrido que trasladan pasajeros a la capital para continuar desde allí sus viajes a América. Bruselas teme que sin estos servicios proporcionados por Air Europea, algunas aerolíneas decidan suspender sus vuelos hacia destinos internacionales que también cubre IAG, lo que reforzaría aún más la posición del grupo propietario de Iberia y British Airways.

Iberia ya era consciente de que al adquirir Air Europa iban a surgir problemas de competencia en determinadas rutas en las que ambas compañías compiten ahora. Por este motivo, la compañía del Grupo IAG firmó un acuerdo con la aerolínea World2Fly, del grupo Iberostar, para cederle activos en el negocio de vuelos de largo recorridoen el caso de que sea necesario para evitar posiciones de dominio a raíz de la compra de Air Europa. Una “solución de arreglo previo” (fix it first), como se conoce en el argot, que también había alcanzado meses atrás con Volotea en algunas rutas de corta y media distancia con la que pretendía precisamente adelantarse a estas posibles complicaciones. El objetivo de ambos acuerdos era anticiparse a los compromisos que podría solicitarle la Comisión para evitar problemas de competencia en ciertas rutas o situaciones de posición dominante, algo que exige con frecuencia para autorizar las operaciones empresariales. Sin embargo, ambos “memorandos de entendimiento” no fueron presentados durante la investigación.

El Ejecutivo comunitario evaluará ahora si las concesiones propuestas por IAG y Air Europa son viables y resuelven los potenciales problemas de competencia, para lo que también consulta a usuarios y competidores de las compañías en un “test de mercado” de los mismos.

Poco optimistas

Desde Iberia, en cualquier caso, las últimas sensaciones transmitidas no son positivas. Ayer mismo, en un foro organizado por la publicación especializada Preferente, su presidente, Javier Sánchez-Prieto, se mostró un tanto pesimista sobre el asunto. “¿Qué pienso sobre la compra de Air Europa? Soy un poco más pesimista que antes porque hay procesos de competencia que están centrados en normas que no tienen una visión tan estratégica”, admitió el presidente de Iberia. “Desde el punto estratégico, la compra es muy importante para el sector. Estamos jugando una partida global. Hay muchos millones de turistas asiáticos que se incorporarán a la clase media. Son oportunidades que pueden perderse”, advirtió Sánchez-Prieto.

Iberia siempre ha defendido que la operación es crucial para que el aeropuerto de Madrid-Barajas de un salto de calidad y se convierta en una gran “hub” que le permita competir de igual a igual con otros aeropuertos como Heathrow o Fráncfort. Una visión que comparte también el Gobierno. Para Air Europa, además, supondría su tabla de salvación frente a la incertidumbre en la que ahora mismo sobrevive. Tras ser rescatada por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas que gestiona la Sepi con 475 millones de euros, la compañía está ahora mismo al borde de pedir una segunda ayuda ante las dificultades que está teniendo para reponerse de la pandemia. La aerolínea del Grupo Globalia está sufriendo especialmente por las limitaciones para viajar a América, su principal y más rentable mercado.