Macroeconomía

El Banco de España avisa: la inflación y la crisis de suministros amenazan la recuperación

Alerta de que los riesgos para la economía española “permanecen todavía en niveles elevados”

Sede del Banco de España en Madrid
Sede del Banco de España en Madridlarazon

“Las vulnerabilidades y los riesgos de la economía española permanecen todavía en niveles elevados”, con una “recuperación desigual entre sectores y una elevada inflación más persistente”, agravada por los problemas de suministros. Con esta contundencia el Banco de España advierte en su Informe de Estabilidad Financiera de otoño de que las previsiones económicas, aunque reconoce que la situación “ha mejorado” desde abril -al verse favorecida por el progreso en la campaña de vacunación, el levantamiento de las medidas de contención de la pandemia y el respaldo de las políticas económicas, así como la llegada de los fondos europeos-, existen riesgos latentes, como el alto endeudamiento público, el crédito dudoso y el alza de precios en las materias primas.

También recoge la incertidumbre sobre la senda de crecimiento a corto y medio plazo, por culpa de las vulnerabilidades de la economía y del sistema financiero español y la “debilidad” de segmentos de empresas, en especial, aquellos ligados a la hostelería, el turismo, el transporte o fabricación de automóviles, que han acumulado los mayores incrementos de deuda bancaria y de crédito dudoso. En este sentido, asegura que, “por el momento”, parecen haberse evitado “escenarios de aumentos significativos de quiebras empresariales”, aunque recuerda que las medidas extraordinarias de apoyo a la economía “todavía son muy importantes”.

Dentro de estas vulnerabilidades destaca que los problemas en las cadenas de suministros han acabado por lastrar la actividad económica mundial “de forma intensa y persistente”, los que afectaría “de forma más duradera a algunas ramas industriales” españolas. Otro riesgo “a la baja” es la posibilidad de que el alza de los precios de las materias primas y algunos bienes intermedios sea “menos pasajera de lo que se supone en la actualidad”, lo que podría presionar la renta de hogares y empresas. “Esa mayor persistencia podría dar lugar a una traslación de las subidas de costes a los precios finales y las demandas salariales, dando lugar a un repunte de la inflación de una naturaleza más intensa y duradera que la anticipada en este momento”, concreta el informe.

Respecto a la deuda pública, coloca la luz roja de alerta sobre el incremento del endeudamiento público, como consecuencia de la “necesaria” respuesta de la política económica durante la pandemia. Aunque prevé que la deuda pública se modere “significativamente” en el medio plazo, este elevado nivel de deuda “hace vulnerable a la economía española ante un posible deterioro económico”, reduciendo la capacidad de respuesta en caso de que se materialicen riesgos.

En la misma línea de aviso de navegantes, el supervisor alerta de que “una retirada prematura de los estímulos monetarios” -a un ritmo superior al previsto por los mercados financieros- “podría desencadenar una caída en el precio de los activos y un endurecimiento de las condiciones financieras, en particular, incrementando las primas de plazo en la deuda pública, que se sitúan en niveles muy reducidos”. Y esta evolución “negativa” redundaría directamente sobre los inversores, sobre la evolución económica futura y sobre la solvencia de ciertos segmentos del sector corporativo por el empeoramiento de las expectativas, lo que podría provocar una caída en cadena de otros activos y países por las “intensas interconexiones” entre los mercados.

Por ello, el Banco de España aconseja que, ante la ausencia de desequilibrios financieros sistémicos visibles, se debe mantener una política prudencial “relajada”, con menos intervencionismo, pero manteniendo una “correcta” modulación de las políticas monetaria y fiscal a fin de consolidar la recuperación del crecimiento económico, adoptando un “enfoque flexible” que se adapte a la evolución de la situación económica, al tiempo que ha pedido que las políticas fiscales sean “cada vez más selectivas y focalizadas” en los sectores económicos para los que la reactivación “está siendo más lenta”.