Energía
5 trucos baratos para calentar tu casa en los días más fríos sin aumentar la factura de la luz
El portal inmobiliario Idealista ha recopilado aquellos pequeños cambios que pueden marcar la diferencia en invierno sin gastar apenas dinero
Cada invierno las familias se plantean cómo pueden calentar su casa sin aumentar su factura energética en exceso. Esta pregunta se repite anualmente con la llegada de frío, pero este año es más necesario que nunca conocer la respuesta al unirse los elevados previos de la luz y el gas y la llegada prematura de un temporal de frío polar y nieve. El portal inmobiliario Idealista ha recopilado cinco alternativas para afrontar el frío sin que esto repercuta excesivamente en su bolsillo.
1. Aprovechar el calor de las horas de sol
La forma más primitiva pero eficaz de calentar una vivienda sin gastar ni un euro es aprovechar el calor del sol. El amanecer marca el momento para subir las persianas, abrir las cortinas y dejar que entre la luz. Claro está, con cuidado de que todas las ventanas estén cerradas para que el frío se quede fuera. “El cristal de las ventanas deja entrar la energía del sol, pero no sale. En cuanto se ponga el sol, es hora de cerrar las persianas o contraventanas, para mantener el calor”, apunta Idealista. Esto es especialmente importante si no tiene ventanas de doble acristalamiento o bien aisladas, ya que evita que el calor desaparezca.
2. Aislar puertas y ventanas
Una pequeña reforma que mejora notablemente la eficiencia energética de una vivienda es aislar cualquier grieta en puertas o ventanas por la que se puede escapar el calor. “Este es un consejo esencial para calentar tu casa en los días más fríos del invierno”, subraya Idealista. Para detectar cualquier fuga de calor es conveniente revistar ventanas, puertas, tuberías de agua, marcos de ventanas... Una vez que haya encontrado esas grietas por las que se escapa el calor, es hora de sellarlas. El portal inmobiliario propone varias soluciones de aislamiento económicas como cinta adhesiva, goma o espuma que se vende en cualquier tienda de bricolaje. En el caso de las puertas, los huecos se pueden cubrir con un burlete aislante. Así se evitan corrientes de aire, lo que garantizará que el aire caliente no se disipe. Además, si tiene chimenea en casa pero no la usa, asegúrese de cerrarla bien para evitar que se escape el calor.
3. Aprovechar al máximo el calor de los radiadores
Este truco puede ser desconocido por muchos. Idealista explica que es posible reutilizar el calor de los radiadores colocando una lámina reflectante entre el radiador y la pared, para reflejar el calor en la habitación, todo ello teniendo cuidado de no bloquear las salidas de calor y aire de los calentadores. “De este modo, puede reducir el tiempo de uso del radiador y ahorrar en la factura de la luz a final de mes”, explica. Otro pequeño truco en el que quizás no había caído es la posibilidad de usar el calor del horno tras haber cocinado alimentos para calentar la casa. Para ello, basta con dejar la puerta del horno abierta al final para que el calor se extienda por toda la estancia.
4. La decoración retiene el calor
Sí, hay varios elementos decorativos que tienen el poder de retener el calor o aislar la vivienda. Por ejemplo, los muebles y las piezas de decoración ayudan a tener un hogar más cálido y acogedor en invierno, al igual que las librerías. En el caso de los muebles, si se colocan cerca de las paredes ayudarán a evitar filtraciones de calor y a conservar la temperatura en el interior.
5. Rellenar las paredes de casa
Además de contribuir a darle un toque más personal y hogareño a las viviendas, los cuadros, fotografías, espejos y plantas que se cuelgan a modo de decoración en las paredes también sirven para escudo protector y aislante. Las paredes vacías, en cambio, pierden más calor. Otra forma de retener el calor a través de las paredes es usar papel pintado, que no deja escapar el calor, o pintar la casa en tonos cálidos, ya que los colores oscuros acumulan y conservan el calor.
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