Bruselas avala el desembolso de 3.000 millones de euros para el coche eléctrico

La Comisión Europea ha dado hoy luz verde a 3.000 millones de euros en ayudas públicas que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere inyectar al desarrollo del coche eléctrico en nuestro país. Este plan tiene como objetivo impulsar la Investigación y el Desarrollo en el sector, y Bruselas considera que los objetivos de protección del medio ambiente y eficiencia energética son acordes con lo postulado. La Comisión Europea quiere terminar con la comercialización de nuevos coches de combustión – gasolina, gasoil e híbridos- en el año 2035, en aras de luchar contra el cambio climático y que el club comunitario emita 0 gases con efecto invernadero en 2050.

Este esquema de ayudas también estará financiado en parte con los fondos europeos Next Generation EU, el plan aprobado para hacer frente a los estragos del coronavirus. Estas subvenciones irán dirigidas a desarrollar proyectos en toda la cadena de valor y estarán vigentes hasta el año 2023. Las ayudas, tanto subvenciones directas como créditos blandos, estarán abiertas a consorcios de empresas establecidas tanto dentro de España como fuera de nuestras fronteras. Estos consorcios deberán estar formados en, al menos un 40%, por pequeñas y medianas empresas.

Según la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, este esquema de ayudas “desempeñará una parte importante de la recuperación económica y verde, a la vez que se asegura que las posibles distorsiones a la competencia hayan sido minimizadas”.

Bruselas considera que esta inyección de dinero público resulta compatible con la legislación sobre ayudas de Estado, ya que este tipo de inversiones no podrían desarrollarse sin el apoyo público. La ayuda resulta proporcionada y limitada y se han establecido una serie de salvaguardas como el límite máximo de ayuda para un único beneficiario y la participación de las pymes. Además, las empresas beneficiadas deberán demostrar que la cantidad concedida es la mínima necesaria para el desarrollo del proyecto. Asimismo, España se ha comprometido a evaluar ex post los efectos de estas ayudas.

Esta iniciativa está encuadrada en lo que Bruselas denomina Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que forman parte del mecanismo Next Generation EU.